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martes, 23 de diciembre de 2014

Empezando el invierno

Unos pensando en acabar el año, y otros en empezar el invierno. No os voy a felicitar las navidades ni nada de eso, porque seguro que ya estamos todos sobrados de las mismas sin aún empezarlas. Siempre tengo un buen recuerdo de estas fechas porque normalmente, el tiempo libre aumenta. Ello me alegra, así que me quedo con eso, y os deseo que lo aprovechéis.
Ayer, recién comenzado el invierno, viajaba en coche por las montañas cántabras, y había comenzado el viaje ya con un objetivo: el gato montés. Esta fiera ibérica gusta de salir a cazar en esta época a la luz del día, cuando con tiempo anticiclónico se solean los prados. Ello fue lo que me llevó a pensar que ayer podría ser un buen día. Valdeolea, Campóo, Palombera, alto Nansa, o zonas altas de las subcuencas lebaniegas, son buenos sitios para que estas observaciones tengan lugar.
En este caso, estaba en un prado con abundancia de topilleras (galerías de micrótidos) equilibrando el tema. Si alguien duda que por haberse considerado alimaña no puede traer bien a los campos, aquí tiene la foto del bicho trabajando.

sábado, 29 de noviembre de 2014

Día de cabaña

-¿Mañana qué haces?
-¿Mañana? ¿No has visto el tiempo? ¡Mañana toca día de cabaña!
No sé cómo de extendida está dicha expresión. Al menos en Cantabria, se llama día de cabaña a esa jornada en la que las lluvias, nieves o vientos no cesan. De no ser que no tengas que salir por algún motivo, vale más encender el fuego, desayunar bien, ver una película al que le gusten, leer el que sepa, trabajar fotos en el ordenador, etc. Vamos, estar caliente y seco.
Si se te ocurre salir no sólo corres el riesgo de enfermar, sino que puedes dar por seguru que en boca de alguien podrás escuchar "¡esti esta locu hombre!" (como si a mí hubiese importado eso en alguna ocasión...).
Pues bien, en esas estamos. Día de cabaña sin dar que hablar. Una pequeña tregua en las lluvias coincidiendo en un momento en que las nieblas se disiparon un poco, me han permitido hacer esta foto con el calor del fuego calentándome la espalda.
Fuente información meteorológica: www.eltiempo.es

viernes, 28 de noviembre de 2014

Otra de salmones

En este periplo ripícola que me ha llevado a bajar varios días al río en busca de escenas impactantes de la remonta del salmón atlántico Salmo salar, he disfrutado como hacía tiempo que no lo hacía en el campo. Ha sido para mí un descubrimiento, que sabía que estaba ahí, pero que no sabía como disfrutarlo. Afortunadamente, nuestros ríos aún tienen salmones, y podemos disfrutarlos con la simple observación en una lección sorprendente sobre la lucha por la vida.
Ejemplar de salmón en un nuevo fracaso en su afán por remontar el maldito salto.

Saben que si ponen los huevos en las zonas bajas de los ríos, las probabilidades de que estas se pierdan son mayores que si lo hacen algo más arriba. De esta manera el salmón lucha por subir pese a los muchos obstáculos, tanto naturales como artificiales. Ahora están atrapados en un pozo del que no pueden seguir por no poder salvar la cascada de 2 metros de altura, pero probablemente con las lluvias que se preveen para este fin de semana, la crecida sea suficiente como para que por fin consigan seguir su viaje.
En el vídeo que os pongo a continuación, tenéis tanto reos como salmones. El reo, es la trucha común que en lugar de quedarse a vivir en el río, decide irse a la mar para crecer más que sus hermanos. Es una estrategia similar a la del salmón, y aprovechan también esta época para remontar. En este vídeo se distinguen bien por la diferencia de tamaño. En el último de los saltos, si os fijáis, saltan a la par un salmón y un reo.


martes, 25 de noviembre de 2014

Topless desde mi ventana

Eso es lo que me encontré esta mañana.
Este otoño, ha venido retrasado por la prórroga concedida al verano. Fruto de ello, pasó septiembre, pasó octubre, y las hojas de los árboles apenas dejaron notar el cambio oficial a la estación del ocre. Fue en el cambio entre octubre y noviembre cuando descendieron las temperaturas a valores normales, llegando a un pico el 4/5 de noviembre en que la cota de nieve bajó hasta los 1000 metros. A partir de esa fecha, el color de las hojas comenzó a tornar al ocre, para que los hayedos del piso montano alcanzase su máxima belleza cromática el día 21/11/14 (opinión personal, claro). A partir de ese día, las hojas han pasado de los colores amarillos a los marrones, comenzado poco a poco a caer. Los dos últimos días ha llovido con intensidad en ciertos momentos. Ello ha provocado que la gran mayoría de hojas por encima de la cota 1200 haya ido al suelo. Así, es como esta mañana ha aparecido la Peña Giniestra. Desnuda de medio arriba. Fijaros el color que tenía el monte (no es el mismo pero tendrá aspecto similar) hace 6 días, y comparadlo con el de hoy.
Fijaros en la franja de abajo, el robledal que entonces estaba más verde, está amarillo ahora. La franja del centro, es la parte baja del hayedo, con hoja aún, pero ya sin colores tan llamativos. En la franja superior, la parte de arriba del jayeu.

lunes, 24 de noviembre de 2014

El salmón atlántico

Picar con el cursor para ver más grande.

Salmo salar es un pez de nuestra fauna, al menos de momento. Es una joya. Una especie en regresión, limitada entre otras muchas cosas por la temperatura del agua de los ríos, las barreras arquitectónicas (presas), y por qué no, por la pesca legal. Hace algún siglo estaba incluso en el Tajo, pero actualmente sólo se encuentra desde la cuenca del Miño hacia el norte y los ríos cantábricos.
Es muy curiosa su biología. Acabando el invierno, nacen en graveras fluviales de los tramos altos y medios con menos de 2 centímetros de talla. Pasan 1 ó 2 años en el río, para emigrar con más de 15 cm hacia el mar. Se dirigen al Atlántico norte (Islas Feroe, Islandia, Mar de Labrador, etc). Recorren en ocasiones distancias superiores a los 5000 kilómetros. Allí suelen pasar un par de inviernos, a veces tres, más raramente sólo uno, y excepcionalmente más de 3. Dependiendo de los inviernos marinos que cargen a sus espaldas, volverán con una talla u otra, generalmente a sus ríos de nacimiento. Lo normal es que sean peces de 2 inviernos en el mar con una talla de unos 80 cm de longitud. Más longevos, superan fácilmente los 90 cm.
Acabando el invierno, se aproximan hasta nuestras costas para enfilarse con la desembocadura del río que reconquistarán. En la zona salobre pueden estar unos días hasta que se readaptan al agua dulce. En este periodo y en sus primeros días en el río tras la aventura transoceánica, sufrirán algunos cambios morfológicos. Además, y salvo los primeros días en los que se podrán mostrar voraces, harán un ayuno de varios meses mientras sigan en el río. Remontarán hasta encontrar grandes pozos en los que pasarán el caluroso estío.
Acabará el verano, y con las fuertes crecidas que han de acontecer allá por noviembre y diciembre, aprovecharán para superar los obstáculos que con menos agua no podían. Se aproximan así a las zonas con más pendiente, donde va a tener lugar la freza empezado el invierno. Tras la puesta, los adultos se dejarán llevar por la fuerza del río hasta el mar. Desnutridos, agotados...muy pocos serán los que consigan hacer una segunda migración por los grandes mares atlánticos. La inmensa mayoría, morirá.
El otro día, por primera vez en mi vida, intenté ver a esta reliquia de la fauna cantábrica. Todo un espectáculo que recomiendo a mis semejantes. No sólo disfrutarlo, sino que incluso pude sacar alguna foto testimonial como la que os coloqué arriba.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

¡Y por fin el otoño!

El 2014 ha alargado verano. Hace 5 días comí una maeta (fresa silvestre) a 1000 metros de altitud. El buen tiempo, ha permitido a los habitantes de la montaña no encender las chimeneas en serio hasta el 4 de noviembre, cuando un bajón brusco de las temperaturas trajo consigo nevadas que bajaron hasta los 1000/1200 metros (según valles).
Con ese bajón de casi 10 grados en menos de una semana, el monte, que por aquel entonces aún no mostraba más que un asomo de lo que suele representar el otoño, comenzó a perder su verde. Los árboles recogen "su sangre". Y es así como su vestido, las hojas, mueren. En ese proceso de deshidratación, pasan del color verde oscuro, a distintas tonalidades dependiendo de la especie. En estas fechas, puedes mirar un monte a varios kilómetros y decir si es de haya o de roble. Si en aquel prado hay un cerezo o un chopo. Sólo hay que saber leer los colores. En la foto sacada el pasado 18 de noviembre, destaca el color naranja amarillento del hayedo debajo de las peñas (y en primer plano enmarcando). El bosque de más abajo, es robledal, que tarda más en perder el verde.
Si quieres ver el otoño en la Cordillera Cantábrica, ¡este es el momento!

miércoles, 12 de noviembre de 2014

El pequeño fantasma


Paseas por el bosque. Ni le ves ni le oirás...salvo en contadas excepciones. Puedes estar todo el día andando por la foresta, volver a casa, sentarte en tu sillón y creer que esta criatura no estaba allí. Pero estaros casi seguros de que él, si os ha visto a vosotros.
Su táctica de caza, es tan paciente como fría. Apostado en su percha, espera una buena ocasión para hacer una persecución. Normalmente es a un pajarillo en vuelo. Lo mismo le dará que haya obstáculos que no, porque en el momento que el gavilán abandone su rama, la suerte está echada. Su configuración, con larga cola y alas cortas, le permitirá maniobrar en espacios tan pequeños como lo pueda hacer un pequeño paseriforme. Esquivar palos consecutivos o atravesar bardales, no supondrá inconveniente para este letal ave. Por supuesto, para alivio de los lectores más sensibles, muchas veces fallará.
Yo tenía unos 16 años, y por aquel entonces acostumbraba a estudiar algunos fines de semana en el monte. Hubo una temporada que me dio por esquilarme a los árboles. Dentro de lo que como animal consideraba mi territorio de campeo, había varios a los que acostumbrara a subirme. La elección dependía de la sombra que quisiese, o del fin que tuviera arriba. No era lo mismo buscar un árbol para echar una siesta, que buscarlo para leer. Los había más fáciles de subir, y con la simple ayuda de mis dientes podía subirme un libro. Otros, sin embargo, requerían de una mochila para subirme el material arriba. Había uno que me gustaba mucho para estudiar. Era una gran cagiga Quercus robur con una horquilla muy particular en la que apoyar la cabeza como si fuera uno de esos sujeta cuellos que se usan para descansar en el autobús sin dislocarte el cuello en aquella traicionera curva. Para los brazos, tenía también dos gruesas ramas, y para las piernas, también había unas adecuadas quimas que te hacían adquirir la típica postura de película"de pies en mesa de oficina" que todos hemos practicado de pequeños a escondidas de los padres. Es gracioso porque los que luego hemos tenido la posibilidad de trabajar en una oficina y lo hemos hecho, ha sido siempre con mucho cuidado de que nadie nos viera. Total, que no sé si aquel gigante era el mejor sitio para estudiar, pero allí subido, en sus brazos, y a unos 5 metros de altura, yo estaba en la gloria.
Una tarde estudiando un interesantísimo tema de vete tu a saber qué, tuve una gran vivencia. A unos dos metros de mi cabeza, una corriente de aire me alertó a la par que un bulto se escabullía entre el follaje de mi amigo y de los siguientes árboles. A mí no me dió tiempo a ver detalles. Sólo pude adivinar que se trataba de un ave de un tamaño entre mirlo y paloma, pero ni colores, ni siluetas...Por aquel entonces me pudo quedar alguna duda, años después, puedo asegurar sin miedo a equivocarme que aquello fue cosa del pequeño fantasma.

Me han pasado cosas similares con otros gavilanes (Accipiter nisus), pero ninguna otra vez con la magia de aquel día. Hace 3 semanas, en mis queridas tierras aragonesas estaba yo en mitad del campo sentado en el asiento de mi viejo Ford. Una magnífica butaca. Un expléndido salón. Si fuera de copa y puro, aquel habría sido el lugar y el momento. Como no es el caso, tenía la cámara en la mano. Suerte tuve de que fuera así, porque con la copa y el puro no le podría haber hecho esta foto a esta hembra adulta de gavilán que se posó durante 3 segundos a poco más de 10 metros míos. Me dió tiempo a ponerme la cámara contra la jeta, y disparar 3 fotos. Las 3 un poco movidas por falta de luz, pero esta que os muestro, puede pasar el filtro para subirla al blog. Justo tras la tercera foto. ¡ZAS! Pequeño  fantasma desapareció entre las carrascas a la misma velocidad que apareció. Intuyo que es una hembra porque la proporción de tamaño entre ojo y cabeza, es más pequeña que los machos, a los que el ojo les abulta más. Además, tiene una marcada lista superciliar clara, menos patente normalmente en machos, y el color rojizo, más patente en machos como norma general, se limita a aparecer levemente cubriendo los oídos y sólo ligeramente en los flancos. Muy gris en general. No obstante, distintos amigos me han dado diferentes opiniones al respecto, por lo que deduzco que podría estar perfectamente equivocado.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Pito negro a peras

Ayer por la tarde pude disfrutar como un enano con una observación de esas que posiblemente no estén documentadas. Está avanzando la tarde y permanezco estático en mi oteadero esperando que algo interesante salga en la ladera de enfrente. Un pito negro (Dryocopus martius) reclama cerca de mi posición. Tardo sólo un minuto en localizarlo, pues estamos en unos prados. Lejos de lo que piensan muchos naturalistas, estos pájaros carpinteros si salen de los hayedos (su hábitat ideal). Aunque no es lo habitual, en ocasiones se posan en árboles aislados en laderas deforestadas, o en árboles dentro de prados (este es el caso). En una ocasión, con mi amigo Alejandro (hace ya unos 15 años), pudimos disfrutar con un vuelo de un pito negro en una ladera de brezal en el que bien podría haber un par de kilómetros sin bosques. ¡Fue impresionante! También recuerdo hace algunos años vuelos subalpinos de picamaderos en el Pirineo aragonés, dónde el pinar ya no existía, y sólo algún ejemplar de pino negro salpicaba los cantiles rocosos.
Ayer, pude observar como salía de un frutal, y tras un corto vuelo, se posaba en otro. Le enfoqué con el telescopio y pude comprobar que se trataba de una hembra. De repente, veo con asombro a través del visor de la cámara como se pone a picotear peras (Pyrus sp.) sujetado a una fina rama. Es una pena que el vídeo tenga esa calidad tan mediocre. La observación está hecha desde unos 150 metros de distancia.
Revisando bibliografía, compruebo que cita la fruta como alimento excepcional para este ave esencialmente insectívora. Menciona entre lo observado manzanas, arándanos, cerezas y otras, pero no peras, por lo que parece no estar documentado. Esto lo dice en:
Blume, D. (1996): Schwarzpetcht, Grünspecht, Grauspecht. Die Neue Brehm-Bucherei. Spektrum Akademischer Verlag, Heidelberg: 17-50.
Por si alguien se aburre y sabe alemán...

sábado, 8 de noviembre de 2014

Letrina de tejón

Uno de los rastros más inequívocos que podemos encontrar en nuestros campos, son las letrinas de los tasugos (Meles meles). Consisten en una excavación de unos 15 cm de profundidad y 25 cm de diámetro, que posteriormente procede a llenar con decenas de excrementos. He podido comprobar como en ocasiones, cuando satura una letrina, hace una a pocos centímetros, aunque no es lo habitual. Hay otras especies que pueden hacer grandes letrinas como por ejemplo la gineta (Genetta genetta). La diferencia es que ella no escarba, situándolas en sitios prominentes como grandes piedras, puentes, tejados, etc.
Supuestamente los gatos monteses entierra sus excrementos. Quizás porque lo haga muy bien, yo nunca lo he visto, y de hecho dudo que aquí lo haga. Me atrevo a descartar que esta especie pueda crear confusiones en este tipo de rastros.
El melandru, como se le llama en Asturies, suele situar las letrinas en bordes de pistas, caminos, o en las inmediaciones de sus guaridas. En ocasiones, se pueden encontrar cagadas aisladas. Son fáciles de distinguir porque tienen una composición muy triturada, y una sección cilíndrca muy definida en toda su longitud, y con un diámetro que ronda los 2 cm.
Precisamente para definir esta anchura he medido varios de los excrementos de esta letrina. Para los escrupulosos, os hago saber que lo he hecho con ayuda de software, no acercándome a ellos más que para hacer la foto que véis. Los resultados para los 8 trozos más evidentes dan una media de 21 mm, estando el rango entre 19 y 24.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Locomoción canina: el galope.

Conocido popularmente este medio de locomoción por las carreras de caballos bien deportivas o bien representando las escaramuzas entre vaqueros e indios. Se caracteriza por tener una fase aérea mucho más larga que en el resto de desplazamientos.
Aquí, Lupa nos muestra como el contacto con el suelo es mínimo, y cada pata se apoya por separado, pudiendo coincidir dos a los sumo. La alineación de las huellas es casi perfecta como podemos ver en la representación gráfica. Esto es propio de movimientos veloces en muchos más animales, pues al llevar tanta velocidad, la inercia hacia delante hace innecesario el equilibrio que se consigue cuando las alineaciones de plantas derechas e izquierdas se separan. Esto ocurre también en humanos. Pensad por ejemplo en el paso lento de un hombre que va en una procesión, y en la vista frontal de un velocista, en el que un pie va delante del otro (ni más a la derecha, ni más a la izquierda).
La estructura de un galope canino es de cuatro huellas en línea más o menos equidistantes, y de un espacio grande hasta el siguiente grupo de cuatro, que corresponde con el salto del galope. La distancia de avance es lógicamente la más grande de los tres tipos de desplazamiento estudiados. En Lupa ronda los 3,30 metros.
Posa una mano, a unos 55 cm la siguiente, el primer pie 65 cm más allá, y el último pie otros 48 cm más alante. Como podéis comprobar quedan bastante equidistantes, aunque hay un poco más de hueco en el centro separando las manos de los pies. Posteriormente, hay un salto. Es el salto del galope, remarcado en el vídeo. Este salto, en el caso de Lupa, es de 1,62 m de media en lo registrado el otro día en la playa. Obviamente, estas distancias dependen de la velocidad, pero también de otras variables como la dureza del suelo, o la inclinación del mismo.
Recordad que Lupa tiene 57 cm de altura a la cruz. Para cánidos mayores, más grandes serán estas distancias. Para cánidos menores, al revés.

jueves, 30 de octubre de 2014

Locomoción canina: el trote

El siguiente tipo de locomoción que nos describe Lupa, es un movimiento de trote. Es el tipo de desplazamiento preferido por los cánidos, y se caracteriza por ser más rápido que el paso, y por llegar a despegar a cada impulso las 4 patas del suelo a la vez durante al menos una mínima fracción de tiempo. Esto le diferencia del paso, en el que siempre permanecía alguna posada.
En el trote, distinguimos 2 fases:
1.- El pie izquierdo adelanta ligeramente a la mano izquierda por un lateral mientras el pie derecho se queda atrás, y la mano derecha se lanza adelante del todo.
2.- El siguiente movimiento sería el opuesto, salvo porque los pies siempre adelantan a las manos o por la derecha, o por la izquierda. A Lupa le gusta por la izquierda. ;-)
La distancia de avance es mayor que en el paso. En el caso de Lupa, medí el otro día una media de 1,33 m. En los lobos a priori sería algo mayor, aunque vuelve a depender tanto del tamaño del animal como de la velocidad del trote. Haciendo memoria, creo haber registrado muchas veces trotes loberos de 1,30. Esa menor medida la podría explicar el que un animal que trota a 1,30 en nieve podría hacerlo a 1,40 si fuera en arena dura.
Sin más rollos, os dejo con el vídeo en el que puede ver todo esto.


martes, 28 de octubre de 2014

Locomoción canina: el paso

Ayer estuvimos en la playa disfrutando de un tiempo fantástico, y aprendiendo cómo anda un perro. La maestra fue Lupa. Describiré en distintas entradas las características de los 3 tipos de desplazamiento que nos mostró: el paso, el trote y el galope.
Empezando por el paso, decir que es un movimiento poco utilizado y por lo tanto difícil de encontrar en el campo. Un lobo o un perro en el campo van a preferir desplazarse al trote de no ser una circunstancia especial como que se vaya a subir por una pendiente que le impida trotar o que se vaya a desplazar una distancia muy corta. Por ejemplo si está tumbado y quiere acercarse a la comida a 4 metros de distancia, va a ir al paso, porque no le merece la pena comenzar un trote.
Un perro va al paso normalmente si va atado, porque es el movimiento que más se adecúa a la velocidad de un paseo humano. Si va suelto, aunque nosotros vayamos despacio, el perro va a preferir el trote. Esto provocará que nos deje atrás cada pocos metros y él, para acompañarnos, se verá obligado a retroceder cada pocos metros para reencontrarse con nosotros. Es el vaivén típico de un perro. Ya sabéis: nosotros andamos sólo 5 kilómetros, pero ellos en el mismo trayecto, muchos más.
Durante el paso siempre tendrá alguna de las extremidades en el suelo, pudiendo tener contínuamente 2 ó 3 apoyadas en el momento más áereo del paso. Esto último depende de la velocidad que lleve, y mínimo ha de estar unido al suelo con una pata en todo momento, pues sino ya hablaríamos de trote. A paso lento, va a poner el pie por detrás de dónde tenía la mano. Si va un poquito más ligero hará registro directo. Se dice registro directo cuando pone el pié justo dónde había puesto la mano, será la última modalidad de paso antes de acelerar un poco más y pasar al trote.
Mido la distancia de avance. Esta es la distancia que hay entre la huella de cualquier extremidad, y la siguiente de esa misma extremidad. Por ejemplo, entre la mano izquierda y su siguiente huella de mano izquierda. En el caso de ir en registro directo, la medida resulta ser 1,02 m. Lupa tiene 57 cm de altura a la cruz, lógicamente si un lobo es un poco más alto, pues un poco más de distancia de avance tendrá. Dado que la estructura que forman columna-patas es similar, podemos decir que el mayor avance será proporcional. Así pues, si un lobo ibérico suele tener entre 60 y 77 cm de altura a la cruz, podríamos aventurar que un paso de un bicho de medidas intermedias nos daría una distacia de avance máxima de unos 120 cm (110/135). En velocidades superiores (ya trote), el pié quedaría más adelantado que la mano.
A continuación, os muestro un montaje de fotogramas que ralentizándolo resulta muy didáctico para entender la dinámica del paso. Si alguien ha entendido todo el texto sin necesidad de ver el vídeo a cámara lenta, ¡olé por él!

martes, 21 de octubre de 2014

Mirlo capiblanco

El otro día para hablar del retoque fotográfico os puse una foto muy mediocre entre otras cosas porque pretendía mostrar como se puede mejorar una foto, y creí que sería mejor hacerlo con una foto mala, aunque luego me he dado cuenta de que me equivoqué. Ensucié con ella, a mi modo de ver, el blog. Ayer saqué una que creo que puede dar la cara y tapar el estropicio del último día.
Es un grupo de mirlos capiblancos en la Sierra de Javalambre, un sitio, que sin duda alguna, se debería declarar santuario de túrdidos, porque para el que no lo sepa, allí se cazan.

domingo, 19 de octubre de 2014

Retoque fotográfico

-"¡Seguro que está retocada!"-dicen los que ignoran el arte de la fotografía.
¡Pues claro que está retocada chiquet! Todas las fotos que ves están retocadas. Las del periódico, las de las revistas, las de los anuncios, e incluso los fotogramas que componen las películas. Cuando se revelaban las fotos antiguamente, cada autor se revelaba sus fotos. Parte de su arte era la buena exposición, enfoque y encuadre, pero otra parte muy importante era el revelado. A ver quien va a creer, que un fotógrafo bueno antiguamente sacaba fotos y las llevaba a revelar a la tienda. El retoque digital de la fotografía actual, es algo que guste o no, es algo necesario para conseguir buenas fotos.
Hace poco hablaba con un amigo que quería cambiar su cámara por una mejor. Estábamos hablando de gastar bastante dinero, y yo le hice una pregunta.
-¿Por qué quieres cambiar tu réflex actual?
-Porque se me queda corta.- me dijo.
Sorpresa y excepticismo cuándo alguien iniciándose en la fotografía me dice que se le queda corta una réflex del año 2008. ¿Seguro que se te queda corta? ¿O será que no le sabes sacar todo el rendimiento?
Sigo con las preguntas, y me dice que no procesa las fotos con ningún programa informático. Hemos de saber, que las fotos en formato raw salen hipoenfocadas, y que varias características de la misma se pueden mejorar a día de hoy mucho para mejorar mucho la calidad de la fotografía, y ello no es hacer trampa. Se puede decir, que una foto no está hecha hasta que no pasa por un software.
Invito a este amigo a que aprenda a manejar un programa de estas características antes de creer que su cámara no vale para lo que el quiere por falta de calidad.
Para ello, cojo una foto cualquiera y de calidad mediocre sacada este verano en Algeciras. Es un aguilucho lagunero. A la izquierda sale el ave fotografiada sin retocar. El de la derecha, es el mismo ave retocado ligeramente. ¿Ves la diferencia entre lo que haces y lo que puedes hacer? ¡Un saludo!

domingo, 12 de octubre de 2014

Más desde el sur

De las cientos de fotos lejanas que he hecho en mi estancia en el Estrecho de Gibraltar, y con las que no se puede hacer mucha cosa por la poca ampliación que permiten, realicé una composición en la que se pueden ver varias de las especies con las que se puede disfrutar allí. El que se aburra, a ver cuántas identifica. Una vez más, recomendar a todo amante de las aves y que no conozca este espectáculo, que se acerque al menos una vez en la vida.

sábado, 4 de octubre de 2014

Homenaje

En los últimos siglos, hemos transformado mucho la mayoría de nuestros paisajes. Por diversos motivos, otros no han variado tanto, y en la medida de lo posible se han mantenido muy parecidos a como lo conocieron nuestros antepasados. Son zonas que se han desarrollado mucho menos económicamente, lo que provocó un masivo éxodo rural. A día de hoy, estos sitios son la envidia del resto.

El sitio en que vivo se merecería un homenaje diario. Vamos a dejarlo en alguno esporádico para no resultar pesado. Os dejo una foto de Cucayo en verano. Peñas, matas de encina, robledales, hayedos, cumbres, y en medio...los pueblos.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Los últimos linces ibéricos

El otro día en un paseo matutino por los montes cordobeses junto a dos amigos, pude observar el ténue rastro de lo que me parece un lince ibérico. Se veían dos pisadas muy poco marcadas que afinando el ojo, podían perfilarse. Os dejo una foto de la misma:
Modificando un poco los colores y luces de la misma con ayuda de software, se pueden adivinar mejor los bordes, aunque no todos. No acabo por ejemplo de ver el dedo izquierdo, pero no es importante para medir la longitud de la huella. Con una regla de tres la mido, para lo cual coloqué al lado una moneda. Milagros informáticos:
Pinchar sobre la foto para ver con más detalle.

Aprovecho la ocasión para informar a quien no esté al tanto de que la población de lince ibérico Linx pardinus está en peligro de extinción. No se le está dando mucho bombo porque no interesa, pero se supone que tras la reciente y leve recuperación de la población (sobre todo de la de Sierra Morena), esta no ha hecho más que caer desde el año 2011. Así nos lo cuenta uno de los expertos en esta especie:
http://www.revistaquercus.es/noticia/6024/Opinion/La-nueva-crisis-del-lince:-pudo-haberse-evitado?.html
José María Gil Sánchez, fue despedido recientemente. Como dice un amigo mío en relación al tema, y con quien comparto el pensamiento:
Para ciertas personas con mucha responsabilidad en estas cosas, la profesionalidad es una amenaza constante y la calidad del trabajo un capricho innecesario. Sólo buscan del equipo sumisión y fidelidad, aunque esto vaya contra la propia especie. Valiente José Jose María Gil Sánchez por enfrentarte al cortijo. Tienes nuestro apoyo y reconocimiento.
Los conservacionistas que conocemos la verdad, siempre te reconoceremos el trabajo que has hecho en pro de esta especie.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Gibraltar buzzard

Estos días he coincidido en el campo con los tres autores de un reciente artículo que describe esta raza de ratoneros. Aquí, en el norte de la península Ibérica, tenemos ratoneros comunes Buteo buteo. En el norte de África hay ratoneros moros Buteo rufinus. En la zona de solapamiento entre ambas especies, en torno al estrecho de Gibraltar, aparece un ave de aspecto intermedio. Son estas rapaces las que pretenden describir estos 3 amigos en su artículo. Es un documento científico de más de 40 páginas. Yo contribuí a este estudio mínimamente aportando las pocas fotos que tenía del norte de Marruecos. Una es la que salía en esta entrada de este mismo blog. Por suerte, dicho artículo lo tenemos resumido en español aquí:

El otro día pude fotografiar en Tarifa a uno de estos ejemplares. Mirándola con Guillermo, me anotó una seria de detalles que le caracterizaba. Si no me falla la memoria, estos eran:
1.- La banda terminal formada por la punta de las rémiges es muy estrecha para ser un ratonero moro puro.
2.- Las carpales deberían de ser más oscuras.
3.- Las cobertoras medias deberían ser más claritas.
Se agradece a cualquiera de los autores cualquier corrección o nueva observación.

sábado, 13 de septiembre de 2014

Colofón

Desde los montes aledaños al Estrecho de Gibraltar, sigo disfrutando a cada día que pasa. Aquí, por muy flojo que esté el día, siempre se ve algo interesante.
Hoy, comenzando la tarde, he tenido una observación que pase lo que pase en lo que me queda aquí, seguramente lo podré considerar tanto colocón como colofón.
Transcurría un día no demasiado entretenido, con un paso más flojo de lo normal, y aves que volaban muy altas. Viento flojo de poniente, y cielo semidespejado. La monotonía la rompe un bando de 10 cigüeñas negras Ciconia nigra que raudo localiza e identifica Carlos Torralvo. Sobre ellas, 2 culebreras europeas (muy comunes estos días). Pasa en formación hacia el SE, y la mayoría ya lo dejamos de mirar. Guillermo Rodríguez Lázaro lo sigue y pasado un minuto nos dice que encima hay un águila que podría ser perdicera. Yo le comento que antes había visto 2 culebreras, por si pudiera ser uno de esos dos ejemplares. Guillermo, como casi siempre, no se equivocó.
De repente, el bando cambia su rumbo bruscamente y alguien comenta en voz alta: "¡Se vuelven se vuelven!".
Automáticamente escucho a Carlos gritar a volumen 124%: ¡UNA PERDICERA HA COGIDO UNA CIGÜEÑA! ¡UNA PERDICERA HA COGIDO UNA CIGÜEÑA! ¡UNA PERDICERA HA COGIDO UNA CIGÜEÑA! Por si alguno nos quedaba duda alguna sobre la suerte que acabábamos de tener, gritaba también, visiblemente emocionado: "¡ESTO PASA UNA VEZ CADA 20 AÑOS!".
La emoción le embargaba, y no era para menos. En ese momento, sólo Guillermo y él estaban mirando el bando y pudieron ver el lance. El resto de presentes: Julio Roldán, Alex Colorado, Emmy Tyrrel y dos londinenses cuyo nombre no recuerdo, tuvimos que conformarnos con ver como la perdicera Aquila fasciata portaba la presa, que no era poco. Llevaba a la cigüeña agarrada con una garra por la cabeza. La víctima, se debatió unos pocos segundos, pero luego el cuerpo arrastrado por los cielos, suspendía ya inerte de las garras de la todopoderosa. La cazadora parecía inmadura, y a posteriori otro ejemplar de la misma especie se puso sobre ella a tan sólo 10 metros. Vimos como el águila voló recta unos 2 kilómetros perdiendo altura hasta perderla tras una loma con su compañera.
Tras la observación, de un minuto aproximado de duración, todos nos pusimos en pie, nos empezamos a felicitar, a abrazar, y demás parafernalias propias de un momento de gran emoción para todos.
Para los que pasamos cientos de horas al año en el campo, esto tiene un valor incalculable.
Os dejo la foto, muy lejana y por tanto con poca definición, que documenta el momento.
Aprovecho para agradecer no sólo a la gente que ha compartido conmigo esta observación, si no a las decenas de personas que he reencontrado o conocido estos magníficos días.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Encorpiando

Sigo por tierras de migración, y sigo entusiasmado con la misma. Siguen apareciendo buitres de Rupell Gyps ruepelli un día tras otro, perdiceras Aquila fasciata, pescadoras Pandion haliaetus, y especies más comunes como los impresionantes, aún, bandos de milano negro Milvus migrans, de abejero Pernis apivorus también, ratoneros moros Buteo rufinus, o gibraltareños, o como se quieran llamar ahora (de esto os hablaré en otra entrada), etc. También me emociono a cada bando de abejarucos Merops apiaster que pasa a pocos metros de nuestros puestos, o cada vez que los vencejos reales Apus melba nos hacen pasadas. Esta especie especialmente, es la que más me sorprende este año con respecto a otros que he estado por aquí. Nos dan grandes y numerosos espectáculos.
Hoy amanecí con un amigo de la tierruca por una sierra. Esperamos infructuosamente que algún bando de abejeros europeos nos pasase cerquita, pero no hubo suerte en ese aspecto. Sin embargo, hoy no todo fue pluma. Estamos cerca del borde de un carril, y por el rabillo del ojo podemos ver como una pelota de polvo avanza a toda velocidad por la pista. Dos animales pelean a la par que corren. Resultaron ser dos zorros Vulpes vulpes. Eran dos jóvenes cánidos, que al amanecer, venían midiendo sus fuerzas y habilidades. Al llegar a unos 15 metros nuestros, algo les mosqueó y pararon la carrera en seco en mitad de aquella polvorienta pista. Uno de ellos marchó antes, pero el otro estuvo intentando averiguar que es lo que había de raro en esa estampa para saber hacia dónde debía de huir. Quietos nosotros, y tan sólo el clac-clac de la cámara como fondo. Fueron pocos segundos, pero en el momento del día que mejor luz podía haber. Una estampa de gran belleza, que intenté retratar de la mejor manera que pude. Os dejo una de las fotos que pude sacar. Fijaros en los grandes pabellones auditivos. Son orejones, porque estas ya no van a crecerles más, pero ellos aún han de encorpiar.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Con la quinta en cañón

El buitre moteado, también conocido como buitre de Rupell Gyps ruepellii es una especie africana que se deja de ver en bajo número en el campo de Gibraltar. Unos pocos ejemplares, seguramente menos de una decena, campean con varios cientos de buitres leonados por aquí estas semanas, y a base de estar muchas veces en el campo, se puede llegar a ver de cerca a alguno de estos magníficos ejemplares. Fijaros en el poco contraste de color entre las plumas de vuelo (las largas de la parte trasera del ala) y las infracobertoras alares. En el parecido y más común buitre leonado Gyps fulvus hay mucha más diferencia entre estas dos partes del ala. Además esa línea clara muy característica del la parte posterior del borde de ataque del ala (en su parte inferior) y que tan bien se ve en esta fotografía. Además, es típico de esta especie el coror del cuerpo por la zona de las patas visto en vuelo. Un moteado que contrasta con la típica coloración uniforme que tiene su primo europeo.
En un análisis vespertino de la fotografía, aquí unos colegas que se me acaban de colar en el coche para cotillear la foto me aseguran que es un segundo año calendario (vamos, que nació el año pasado) a juzgar por la muda activa que presenta en las primarias: 4 más internas mudadas, y "la quinta en cañón". (Están locos mamá, el único normal aquí soy yo).
Destacar lo bien que lo estoy pasando con muchos conocidos de este mundo que hemos coincidido en esta magnífica zona de la península Ibérica. ¡Gracias amigos!


viernes, 5 de septiembre de 2014

Águila pescadora

Estos días en el observatorio de El Algarrobo, entre fiesta y fiesta, hemos tenido observaciones esporádicas de aves muy cercanas de las especies más míticas. Os dejo una imagen de antes de ayer. Un águila pescadora Pandion haliaetus bien cerquita flipando con tanto observador tanto español como europeo, ¡e incluso con alguna americana!

jueves, 4 de septiembre de 2014

Águila imperial ibérica



Ayer en mi periplo por tierras de migración, he tenido una jornada con varias observaciones de mucha calidad. Dada la dificultad para cargar los aparatos eléctricos en este viaje, me limito en las próximas entradas a compartir alguna foto acompañada de muy poco texto.

Os dejo con un águila imperial ibérica Aquila adalberti. Tiene  un plumaje de inmaduro aún. Nos sobrevoló en El Algarrobo a un gran grupo de colegas. Pudieron ser 30/40 m de distancia tan sólo la que nos separó.

domingo, 31 de agosto de 2014

Una rápida

Días de muchu campu y poco despachu.
Os va una foto rápida sacada esta tarde en una jornada muy bonita de migración.

jueves, 28 de agosto de 2014

Zorrucos jugando

Últimamente he tenido tantos días de campo que no he sacado el rato que me requería el blog para actualizarlo con una entrada. Ha habido muchas horas de montaña por zonas rocosas, por zonas boscosas, alrededores de prados, e incluso estuarios. Ha habido observaciones memorables de marta, de ciervo y otras como la que paso a mostrar en el vídeo. Unos hermanos de zorro disfrutran persiguiéndose y luchando entre juegos, en una carrera por aprender lo básico para vivir. Me recuerdan lo que ha disfrutado mi amigo valenciano esta primavera con una familia de similares características, pero que en lugar de vivir en mitad de la Cordillera Cantábrica, lo hacen al lado una gran urbe. Misma especie, distintos modos de vida.


 Además, he podido disfrutar con tejón, gato montés, multitud de rastros de oso, corzos, rebecos, quebrantahuesos, y otras muchas aves rapaces.

miércoles, 13 de agosto de 2014

Carreteras salvajes

Porque donde el paisaje es salvaje, sus carreteras también lo son. Cuándo un animal nace en un sitio con carreteras, nunca las va a extrañar. Y de esta manera, animales silvestres utilizan habitualmente carreteras poco transitadas para sus desplazamientos. Prueba de ello son la cantidad de animales que se cruzan en estas vías, los desgraciados atropellos, y también, los rastros que en ellas podemos encontrar.

Me remito a la carreterera que lleva a donde yo vivo. Ya no sorprende como me podía ocurrir al principio que un cárabo use una señal de tráfico como percha, que un tejón se cruce en tu camino, o que un jabalí joque a la vera de la carretera. En los últimos días zorros, tejones, martas, cárabos, jabalíes e incluso pitos negros se me ha cruzado en este trayecto. Es habitual encontrar excrementos en la orilla de la carretera de zorro, de marta/garduña, o de otros mustélidos (posiblemente turón y armiño). Sin embargo, en ocasiones, aún me llevo sorpresas. Hoy bajando con una amiga con muy buen ojo, ella localizó un gran excremento en la orilla de la carretera. Paramos, y pudimos comprobar que era de oso. Un rastro fresco con pelos de corzo y mucha pepita de cereza. A la vuelta, subí despacito prospectando bien el asfalto. Para mi sorpresa encontré otro excremento más de oso en mitad de la carretera. Muy aplastado, y compuesto por decenas de pepitas de cereza. Unos kilómetros más arriba, nuevo excremento, fresquito también con pepitas de cereza, este a la orilla de la carretera.
Hace muchos años una persona dijo, no recuerdo ahora quien era, que cuando un oso iba por el monte y llegaba a cruzarse con una carretera, al oler el asfalto, automáticamente se daba la vuelta y no la cruzaba. Me reía entonces del palabreríu de aquel sabio, y me río más aún a día de hoy.
Ayer, con un poco de imaginación, se podía leer en la cuneta:
"Las carreteras, no nos asustan", firmado: El Osu.

jueves, 7 de agosto de 2014

Barbastella barbastellus

Ni he dejado de salir al campo, ni he dejado de ver bichos, pero quizás he tenido documentos menos espectaculares que los mostrados en los últimos meses sobre todo gracias a halcones y osos. Ese es uno de los motivos que ha provocado que haya estado el blog un poco menos nutrido.
El murciélago de bosque Barbastella barbastellus, es uno de los más de 20 tipos de murciélagos que habitan en Cantabria. Es poco conocida su situación y pocos los datos recogidos sobre esta especie. Personalmente la he localizado siempre en zonas forestales. Este año, lo hice en los bosques de Lebaña, Bárago, Naroba y también en los de Dobres. Todas estas localidades situadas en la cuenca hidrográfica del Deva, que es en la que más me muevo. Hace 11 años le localicé junto a Isidoro Fombellida en Argüébanes, pueblo también de la comarca lebaniega.
Ayer vinieron 2 amigos, Raúl y María. Traían consigo el el objetivo de hacer una ruta nocturna para intentar localizar algún murciélago. Raúl portaba su aparato detector de murciélagos, y yo el mío. A una vuelta, creo recordar que a Raúl le pareció escuchar un barbastella, y así lo comentó. Yo, que tengo un aparato distinto, no me percaté, y mirando el gráfico que me registra una pantalla de mucha menos precisión que la del pc, le comenté que me parecía un murciélago montañero Hypsugo savii. Hoy, un día después, y gracias a la tecnología, descargo los datos en mi ordenador, y veo con asombro como sí que Raúl había dado en el clavo cuando comentó la posibilidad de haber dado con este murciélago forestal.
Representacion gráfica de una grabación de ecolocación de un Barbastella barbastellus.


Esta es una de las especies que están recogidas en el Anejo II de la Directiva de Hábitats, lo que da un valor extra a la observación.
Su emisión de sonidos de ecolocación tiene una composición inequívoca que alterna dos tipos de notas. La más marcada, llamadas "notas bajas" en el gráfico que os pongo es una nota que tiene una FME (frecuencia de máxima energía) entre 32 y 35 Khz, siendo lo más habitual en torno a los 34 Khz. Es una nota de corto recorrido tanto en LB (longitud de banda), como en tiempo. Va desde los 35/36 Khz hasta los 32 aproximadamente, y dura unos 2 milisegundos. La otra nota, menos marcada normalmente, es la que denomino en el gráfico "nota alta". Tiene una FME cercana a los 42 Khz, una LB de unos 6 Khz, y una duración de unos 3 ms. El intervalo temporal entre ambos tipos de nota es de unos 60 ms. Estos datos numéricos los he extraído de las grabaciones que tengo yo de esta especie, y que se corresponden bastante con lo descrito en "M. Barataud, 2012".

martes, 22 de julio de 2014

La magia de los pueblos

Hoy sólo quería presentaros esta foto. Como véis, es una cabra empericotá a la puerta de una casa en ruinas. Habrá quien no vea más en la foto. Habrá a quien no le transmita nada. Yo huelo en ella una magia especial.
Y es que los pueblos, son especiales de por sí. Ese lugar donde la prisa se suple con calma, el ajetreo se reemplaza por paz, y donde la calidad no encontró relevo en la cantidad. Quien no lo entienda, quizás no ha vivido en un pueblo.

lunes, 14 de julio de 2014

La magia de los bosques

Cuando era pequeño, supongo que como le ocurría a todos, me invadía la fantasía.
Tenía ya pasión por la fauna. Aquellos primeros libros me acercaban a la vida que había dentro de los bosques. Gracias a esos libros, a los documentales, y a lo que me contaba la familia, me imaginaba lo que había dentro de un bosque. Analfabeto en lectura de rastros aún y falto de experiencia en la detección, me parecía imposible ver a esos animales que tan bonitos ilustraban en la serie de libros "La Senda de la Naturaleza", sin duda, mi colección favorita.
Años después, todo ha cambiado, y detectar fauna en un bosque, aunque sea en base a rastros, ya no es una utopía. El otro día, las imágenes captadas por la cámara de fototrampeo de un amigo, las cuales y con su permiso os muestro a continuación, me hicieron creer que mezcladas con música de aquella época, os podría hacer viajar en el tiempo hasta aquella época. Más o menos como se ven en este vídeo, así paseando sin huir, es lo más cercano a lo que yo me imaginaba. No hay nada más bonito para un niño que la fantasía e inocencia que le acompaña.

Os invito a que des al "Play" y hagáis un sano viaje en el tiempo.

martes, 8 de julio de 2014

Lucha entre hermanos

Los halcones peregrinos siguen comiendo, cagando, luchando y dando espectáculo.
Hoy fui a disfrutarlos con un amigo. Estaban muy callados al principio, probablemente recién alimentados. De hecho, sólo conseguimos localizar a dos de los tres pollos.
Pasada una hora, se arma el revuelo. A falta de unos segundos para que nosotros lo localizáramos, un padre de los halcones aparece en lo alto del valle raudo con un pequeño pájaro en sus patas. De sus distintos posaderos, salen los jóvenes para toparse con su padre, que en una rápida y hábil maniobra, entrega a uno de sus descendientes la presa en las garras, para enseguida desaparecer.
La comida es recogida por un macho. Inmediatamente es perseguido por su hermana, mucho más grande que él. Ésta, pronto le da alcance y se engancha a la caza. Al pesar mucho más, y ya que ninguno de los dos cede a soltar el almuerzo, entran en deriva. Dominada la trayectoria por ella, que se limita a arrastrarle con su peso, se sale con la suya. Resulta así una derrota para su pobre hermano, que finalmente, y sin más remedio si no quiere estrellarse contra el cantil, abandona la lucha.
Os dejo una de las instantáneas en los que ambos ejemplares caen debatiéndose entre hambruna y pitanza.

sábado, 5 de julio de 2014

Roquero rojo

Tenemos en Iberia bellas aves. Una puede ser la oropéndola, otra el camachuelo, la abubilla, y unas cuántas más. Entre ellas, debe de haber un cromo para el roquero rojo. Monticola saxatilis es un precioso ave que en Cantabria muestra querencia por las zonas rocosas de roca caliza. Zonas como Picos de Europa, localizaciones concretas de la Cordillera Cantábrica o Valderredible son las zonas más favorables para encontrarlo. Esta primavera le he visto varios días al lado del pueblo, lo que no me ocurría otros años. Sospeché que podría estar criando allí, y ayer pude comprobar que así es.
Un precioso macho me marca su posición cantando melodiosamente en la punta de una roca. Me posiciono en un sitio con visibilidad por encima de dicho punto a ver sus movimientos, pero en ese rato que me muevo lo pierdo.
Macho adulto de roquero rojo.

Al cabo de una hora, el ave se posa por unos segundos a unos 10 metros míos. Es el momento que aprovecho para fotografiarle. Seguido, vuela hasta una roca cercana, dónde para mi sorpresa, hay un pollo volantón al que ceba. Me parecía temprano, pero ojeando en el anuario ornitológico veo que otro año vi un volantón a primeros de junio, comprobando que esta es una fecha bastante normal.

jueves, 3 de julio de 2014

Chilla el cantil

Los farallones calcáreos de la Cordillera Cantábrica están coronados esta tarde por una montera de niebla. Ha llovido el último día, y el paisaje está tan verde y espeso, como húmedo y fresco.
La niebla tapa los picos, igual que  el ruido del río en el fondo del valle tapa el silencio de la niebla.
Aviones roqueros y aviones comunes gorgojean acariciando a la roca con la punta de sus alas. Canta algún colirrojo tizón pendiente de una segunda tanda de cría. Los buitres atraviesan el umbral de lo visible, y los cernícalos no viven por alejar a cualquier ser de las cercanías de su nido donde parece oirse chillar a los pollos. En los lejanos prados se escucha también un pollo volandero de busardo ratonero que ha salido del nido estos últimos días. Le localizo. Está posado en la estaca de un cierre. No está listo aún el pollo de alimoche, que tiene a los dos padres haciéndose carantoñas en una picota. Llevo aquí 10 minutos recostado en una roca no demasiado cómoda, aparte de bastante fría. Echo a alguien en falta. No se les oye, no se les ve...¿Qué habrá sido de ellos?
Estoy pensando en ello, cuándo chilla el cantil. Desde detrás de un cordal de roca blanca, dos de los pollos de halcón peregrino Falco peregrinus se persiguen en vertiginosos vuelos. Hay muy poca luz, y los intentos por hacer una fotografía decente en vuelo son inútiles. Aún subiendo la sensibilidad, no soy capaz de hacer nada presentable. A la par, otro grito se escucha. Localizo su origen. Es el tercer hermano. Durante cosa de una hora, puedo disfrutar de todos ellos posado cada uno en una atalaya. Pasado este tiempo y muy avanzada la tarde, tengo la suerte de que se aselen los tres en un árbol seco a unos 200 metros míos. Hay poca luz y no tengo trípode, pero de alguna manera me las apaño para hacer algo.
Fijaros la diferencia de tamaño de los 2 de abajo. El de la izquierda, más pequeño, es claramente un macho, mientras que la grandota de la derecha debe de ser una hembra. El de arriba, aunque aquí parece algo intermedio y más bien grande, en campo me parecía macho también, pero ahora con la foto me quedo con la duda. Aves rapaces como el caso del azor, del gavilán o la que ahora nos ocupa, tienen un acentuado dimorfismo sexual, destacando las hembras por un mayor tamaño.

miércoles, 25 de junio de 2014

Biodiversidad Virtual

Quiero hablar en esta entrada de una página web que muchos conoceréis, pero que los que no, me gustaría que al menos supiéseis que existe.
Hablo de Biodiversidad Virtual. Es un sitio en el que puedes colgar las fotos que sacas. Si no sabes qué especie es la que has fotografiado, este es tu sitio. Probablemente te ayuden expertos a identificarlo. Si clickáis arriba la pestaña "galería", veréis que hay varios apartados. A mí el que más me gusta, y prácticamente el único que uso, es el de "Invertebrados".
Os animo a que os registréis o subáis ahí vuestras fotos de bichos. Luego, puedes consultar las zonas dónde se han citado en un mapa. Lo más interesante, es la gran aceptación social que ha tenido. Basta decir que ya hay subidas más de un millón de fotografías.
Os adjunto alguna de las fotos que me han identificado a mí:
http://www.biodiversidadvirtual.org/insectarium/Tyria-jacobaeae.-img391800.search.html
http://www.biodiversidadvirtual.org/insectarium/Scathophaga-stercoraria-%28Linnaeus-1758%29.-img357501.search.html
http://www.biodiversidadvirtual.org/insectarium/Lycosa-tarantula.-img139554.search.html
Y os adjunto la foto que acabo de subir para que me identifiquen:

lunes, 23 de junio de 2014

OSOS: cópula

Hace pocos años, ver un oso Ursus arctos en Cantabria me parecía más utopía que posibilidad. El paso de los años y el mejor conocimiento del medio, ha ayudado a que esta primavera haya tenido varios avistamientos en la subpoblación oriental de la Cordillera Cantábrica. Algunos ya los he compartido con vosotros en este blog. Otros, esperan aún inéditos en secretos cajones para ser mostrados. Quizás este que comparto ahora sea el que más valor tiene por la dificultad del hallazgo. Es una cópula en una recóndita braña de la montaña cantábrica.
La Fundación Oso Pardo, manifiesta en su libro Osas que en 18 años de trabajo pudieron observar tan sólo una cópula en esta subpoblación osera. Doy por hecho entonces, que este documento es de los primeros de estas características. Junto al amigo Mikel Salvador, con quien tuve el placer de compartir maravillosas jornadas de campo, parlotadas y risas, recordaré para siempre ese día.
Dado que el valor de esta entrada lo aporta el vídeo muy por encima del texto, no quiero decir más que espero que os guste:






martes, 17 de junio de 2014

Entre lobos castellanos

Si hay un animal que se adapta, ese es el lobo Canis lupus. Acostumbrado a asociar su estampa a las montañas cantábricas, a veces se me olvida que estos animales campean por ambientes tan dispares como las costas gallegas o como los campos de cereal ibéricos. He visto varios lobos a lo largo de mi vida, la mayoría aquí, en nuestros montes. Sin embargo, nunca lo había visto en este biotopo.
Mi amigo hablaba en clase incansablemente del mítico lobo estepario. Supongo que se refería algo parecido a esto que vi yo, ¿no?
Porque sí, esta también  es la casa de los lobos. Cazan adecuándose más a las presas de la zona. Seguramente en estas fechas, aunque resulte sorprendente, comiendo muchas ratillas campesinas Microtus arvalis.

Amanecía ese día, el 12 de junio, y yo ya estaba postrado en mi punto de espera tras dormir 3 escasas horas. La vida del naturalista en primavera es muy sacrificada si quiere ver fauna en la Península Ibérica. La semana pasada, he dormido más horas a la sombra de las carrascas que bajo la luna. Ha sido un descontrol importante para el cuerpo, pero una vez más, ha merecido la pena.

lunes, 16 de junio de 2014

Vuelta reconfortante

Basta faltar unos pocos días en el pueblo para ver los cambios. Más prados segados, la hoja más frondosa, las flores del sáuco en su esplendor ya, etc.
Además, un agradable recibimiento. Los pollos de halcón, que hace poco estaban a puntito de salir del nido, lo hicieron ya. Tres fantásticos jóvenes rozando los cantiles rocosos en vertiginosos vuelos de persecución. Su especie es el ave más rápida del mundo, y ellos han de entrenar mucho para conservar semejante título. En uno de esos vuelos, consigo capturar esta instantánea para compartirla con ustedes.
Para quienes sigáis habitualmente el blog, podéis preparados para leer varias entradas casi seguidas, pues tanto campo, se me ha acumulado el material. Un saludo, ¡y a bichear!

miércoles, 11 de junio de 2014

Zamora Salvaje

Estos últimos días he estado por la provincia de Zamora, y ha muy gratificante. No obstante, la más especial de todas fue la noche de ayer . Llegábamos al atardecer a un hábitat en el que me siento muy perdido por diferir mucho a dónde yo me desenvuelvo habitualmente. Ayer viví en las llanuras castellanas. Campos de cereal y barbecho, sólo salpicados por pequeños encinares, y en este caso, también por una zona adehesada. Una pequeña vuelta de reconocimiento en torno a la zona de acampada promete un final de día lleno de vida. En una pista, nos salen unas avutardas Otis tarda volando. Además, las huellas de un cánido, hacen ponerse los pelos de punta: a 3 kilómetros hay un pueblo, pero he de decir que las huellas tenían toda la pinta de ser de lobo o perro aparente.
Escogemos el lugar de pernocta, y nos disponemos a conocer un poco la comunidad de quirópteros que ocupa tan singular rincón. Antes de caer el sol del todo, un mochuelo Athene noctua hace las veces de telonero.
Anochece, y pronto comenzamos a oir un autillo Otus scops, que finalmente son dos. Oigo un reclamo al que no estoy acostumbrado. Pongo la oreja...y sí, ahora lo oigo claro, ¡es un búho chico! Se escuchan al menos dos adultos. Un ave al que pocas veces he escuchado cantar. De repente, susto. Uno de ellos nos hace varias pasadas volando a pocos metros de nuestra posición. Lejos, a 1 kilómetro (+-50 m), me parece oir algún reclamo de pollo de búho chico Asio otus, que a priori calculaba que se encontrase a unos 300 metros de distancia. Increíble la potencia de reclamo de estos jovenzuelos. A fin de comprobar la identidad, y en su caso el número de pollos, vamos en línea recta hacia allí. Tras una "larga" travesía, llegamos al lugar de los reclamos. Tardamos poco en localizar al primero de los dos pollos. Dada la situación, aprovecho para hacer unas fotografías a los mismos. En esas estamos, cuando de repente mis despeinados pelos desatienden a la ley de la gravedad. Un manada de lobos Canis lupus aulla más lejos. Justo en ese momento, también, y convirtiendo el momento en mágico, sisea una lechuza Tyto alba a la par que comienza a llover. Todo ello iluminado por una luna bastante crecida que asoma su jeta entre las nubes. Si existieran las "grabadoras de momentos" para transferir a otras personas, me habría gustado grabar esos 5 minutos para pasárselos por email a mis amigos más preciados y que ellos mismos pudieran vivir esas sensaciones en sus carnes en lugar de tener que leer mis palabras.

Volvemos al coche emocionados, y un chotacabras cuellirrojo Caprimulgus ruficollis canta en unas tierras de labor. Al parecer, una cita interesante según me dicen. Días antes, también en Zamora, había escuchado al chotacabras europeo Caprimulgus europaeus, al cárabo Strix aluco, y había visto a placer la lechuza campestre Asio flammeus, esta última en la provincia de Palencia. Y 3 días antes, en la provincia de León, disfrutaba también con un coro de lobos. Ha ido la cosa de lobos y nocturnas.
Dejo esta provincia, la zamorana, muy satisfecho y sorprendido. Me queda claro que no sólo La Culebra, Villafáfila o los Arribes del Duero son Zamora, porque cada rincón, tiene su interés.

lunes, 9 de junio de 2014

Lechuza campestre

Llamada desde hace poco por las nuevas escuelas búho campestre (Asio flammeus), la lechuza campestre es una rapaz nocturna de amplia distribución mundial. En la península es esencialmente invernante. No obstante, es zonas como los campos de cereal castellanos, aprovecha las explosiones demográficas de ratilla campesina (microtus arvalis) para criar en tan favorables condiciones.
Este año, como cada aproximadamente cinco, hay uno de estos picos de población. Estuve con unos amigos por Tierra de Campos en una zona en la que veías cruzar la carretera y pista frecuentemente a estos roedores. En las pistas, te encontrabas con decenas de ellos muertos, a veces uno cada 10 metros de media. Aquello ebulle vida ahora mismo. Lo que para los campos de cereal supone una pérdida económica, para los depredadores es una ocasión para proliferar con facilidad. Mirando al horizonte se ve gran cantidad de milanos negros, aguiluchos, cigüeñas, garzas imperiales cerca de los humedales que adaptan su dieta a este plato, etc.
Si alguien tiene ganas de ver a esta especie, este es su año, así que aprovechen la ocasión. Os dejo una foto que le pude hacer a un ejemplar volando avanzada la tarde.

martes, 3 de junio de 2014

A puntito

El horno calentito, y los bollitos a punto de salir.
Así se podría interpretar la situación actual del nido de halcones peregrinos (Falco peregrinus). Contra la pared del cantil rocoso, sólo los reclamos de un grupo de más de 30 vencejos reales, los de unos aviones comunes, y los de algún ave forestal que no dista demasiado, forman la sinfonía rupícola en una soleada tarde de junio. Tres pollos del ave más rápida del mundo, luchan por conseguir un trozo del zorzal común que les acaba de traer uno de sus progenitores. Sin conocer la velocidad aún en sus propias carnes, siguen con atención todos los movimientos de sus padres, y cualquier vuelo cercano a su pared, bastará para que los jovenzuelos reclamen insistentemente con esos penetrantes chillidos. Poco tiempo les hace falta para convertir a un melodioso pájaro, en trozos de carne que les permitirán siguiendo crecer. Es la naturaleza.
Conclusa la pitanza, uno de los pollos ejercita sus alas con energía. Están sanos, muy emplumados ya, y probablemente en pocos días les pueda ver dar sus primeros vuelos.
Tanto las fotografías como las observaciones se realizaron a una distancia prudente con óptica potente (telescopio más zoom de cámara), por lo que en ningún momento se causa molestias a esta familia.