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sábado, 23 de febrero de 2013

¡Queriendo renacer!

No preocuparse, que yo renací allá por el 2009. Este ansiado renacer, no es más, en realidad, una pequeña recuperación de un inofensivo virus. Da igual lo fuerte que quieras parecer. Cuándo te pones malo, dati por jodíu. Hablo por la gripe que tan amablemente me acompaña estos días, una enfermedad tan común, y hoy día tan poco complicada. Cada vez que pasa sobre el cuerpo de uno un virus así, le hace reflexionar sobre lo bien que estamos cuándo no tenemos enfermedades, y lo poco que lo valoramos. Nos acordamos de cuando los viejos dicen "lo importante es tener salud". Entendemos el significado real de la despedida "salud". Nos damos cuenta de que cuándo estamos bien y no hacemos nada útil en todo un día...¡perdemos un valioso tiempo! Es más, nos entran ganas de estar bien para hacer tres mil cosas, que estando bien, por supuesto que ni se nos ocurrirían hacer.
Yo me conformo con que dentro de pocos días esté empapando en nieve mis Bestard, o subido a lomos del viejo Ford cabalgando la salvaje Iberia, ventanilla bajada, y con esta bestial de versión de los Muro resonando en cada curva. Versa, en inglés, "nacido para ser salvaje". Os dejo desde mi tasuguera, y pronto nos vemos por los campos.

Mientras, confundido con las últimas fiebres, mi retina recupera alguna de las últimas vivencias rodeado de naturaleza. En la foto, un águila pescadora con el buche lleno antes de comenzar a marcar territorio en su reconquistado territorio de las marismas de Santoña.

martes, 19 de febrero de 2013

Invitada especial: Alicia Solana Mena

 Esta entrada va dedicada a una persona muy especial, de nombre Alicia. Alicia es una amiga con tantas inquietudes, que el mundo occidental se le ha quedado pequeño. Esto ya lo conoce, ahora ha decidido ir a conocer otra parte del mundo, intentando integrarse en la natura más de lo que podría conseguir aquí, en su tierra. Se ha comprometido con un estudio científico, colaborando con el mismo. Se nos ha ido a vivir a la selva malaya.
Hace poco vino desde Madrid hasta Cantabria para despedirse. La llevé a conocer las costas de San Vicente, la playa de Prellezo, la Sierra de Peñasagra, el valle de Cabuérniga, los montes de Ucieda, y las Marismas de Santoña entre otros. Quedó maravillada con nuestra tierruca, y también yo con su visita. Muchos de vosotros la conocéis también porque compartió con todos nosotros un fin de semana inolvidable en Gormeján el último verano. Ahora, ella allí, y nosotros aquí, con más de 10.000 km de territorios y mares por medio, estamos si queremos más comunicados que nunca, porque desde la selva, va a tener más cosas que contarnos que desde Madrid. Con mis respetos a esta gran urbe, esto es seguro. Para quién tenga interés en seguirla,  ha creado un blog en el que espero que nos ponga al día sus novedades por Malasia.
Un par de días antes de marchar, le pedí que me escribiera algo para el blog. A continuación, os dejo el texto que me envía con cariño desde allá. Relata, lo que para ella fué unos momentos muy emotivos, y que se ve que le han marcado mucho. Desde aquí, dónde sé que me leerá, la mando un abrazo muy largo,  ánimos para su valiente aventura, y muchos recuerdos del norte, dónde a cada poco, nos acordaremos de ella en los acantilados, en los hayedos, o en la barra de algún bar. Con todos vosotros, mi amiga Alicia:
Alicia soltando a Corocotta
Era el primer día para las dos...mi primer día de trabajo y su primer día como paciente en el centro de recuperación. Llego con el ala izquierda destrozada, una alambrada de espino se habia interpuesto en su camino y habia dado al traste con sus planes de campeo ese dia, y los de muchos que le seguirían después...Le había causado desgarros en la piel y el músculo, e incluso tenia expuesto el tendón (patagial)

Le dolía, se quejaba sutilmente e intentaba dar aletazos para zafarse..."Eh, amiguita que hay que curarte, ¿te estaran esperando en casa no? Tras curar sus heridas comenzó un proceso difícil al intentar evitar la oxidación del tendón...utilizando todos los medios que estaban a nuestro alcance, bastante limitados por otro lado, como apósitos especiales (con colágeno, hidrocoloides) y todo nuestro empeño....cada dos dias curábamos sus heridas, había que sedarla ligeramente cada vez debido a su oposición a dejarse manejar.

Empezaba a coger fama de 'bestia parda', furiosa, indomable, todo un carácter.....verdaderamente era un bicho muy potente, grande y con una fuerza inusual....y era bonita, muy bonita...de esos ejemplares que destacan sobre otros y que no puedes dejar de admirar.

Desgraciadamente, a las 2 semanas, en uno de los manejos mientras limpiabamos la herida , estando incluso sedada, un brusco movimiento involuntario del ala terminó por romper el tendón, aun expuesto y parcialmente seco....¡mierda! todas las esperanzas al traste, irrecuperable.

Me sentía fatal, una búha con ese potencial, cautiva....tristes, jodidos...terminamos su cura y la devolvimos a su instalación.

No era fácil ir a verla cada día para darle la comida, me costaba mirarla como si me sintiera avergonzada, culpable de que ella estuviera allí, al fin y al cabo, yo era un ser humano más...una representacion de quien/es de manera indirecta le habían provocado esto, le habían causado dolor, le habían condenado a una vida de cautiverio...ya no más vuelos, ni más atardeceres desde su atalaya, ni más capturas implacabes, ni más...vida.

Pasaban las semanas..sus heridas cicatrizaron y el drama quedo sepultado por otros nuevos que llegaban cada dia.....

Creo que habian pasado 2 meses cuando oigo: esta búha vuela de forma sorprendentemente bien para tener el ala tan mal.....¿has visto los revoloteos que se pega? ¿has visto que vuelo acaba de hacer?

Nos pegamos más al cristal y tras observar sus vuelos más detenidamente: ¿por qué no probamos a volarla? no tenemos nada que perder...y era cierto...de manera imperceptible había empezado a pegarse unos vuelos de lado a lado de la instalación exhibiéndose, como si quisiera demostrar algo, los vuelos eran limpios, equilibrados y a pesar de tener un ala semicaída, en pleno vuelo su 'anomalía' pasaba desapercibida, solo quedaba comprobarlo en campo abierto con una distancia mayor.

Recuerdo que por entonces leia la biografía de un guerrero soldurio, el último jefe de una tribu cántabra que renunció a ser ciudadano romano por conservar sus raíces, su tierra y que lideró la defensa de Cantabria. Se llamaba Corocotta.

¿Podemos ponerle ese nombre?? Mmmmmm no me gusta ponerles nombres a los animales y lo sabes...Lo sé, lo sé pero este caso...es especial, esta búha es una guerrera;) Accedió a regañadientes pero con una media sonrisa en la boca...Corocotta...

Cogimos unas pihuelas, salimos al campo de cultivo que habÍa junto al centro, allí habría espacio suficiente para darnos una carrera, total...que va a volar.....5m??? No, no, esta búha no había nacido para quedarse atrás. Le colgamos un lastre y ala, a ver que tienes que enseñarnos! y vaya si tenía que enseñar...pues toda la energía de un ser salvaje que quiere vivir, toda la energía contenida de los vuelos que no había dado y de los que le quedaban por dar...comenzamos a volarla un rato cada día, entrenarla fue una gozada y sorprendentemente 3 meses despues estábamos planeando liberarla. Increíble. Increíble su recuperación, y la lección que nos había dado a todos.

Llego el día, la soltamos, bueno, la solté, mi jefe me dió ese regalo y nunca lo voy a olvidar. Tengo cada minuto grabado en mi mente, desde que la sacamos del transportín donde se debatía con furia intuyendo quizás que estaba próxima su libertad. En mis manos se debatía igualmente: "¡Pero mira que eres bruta Corocotta! si te vas ya, llego tu momento, ahora voy a soltarte para que sigas tu camino sola, recuerda bien esto que te voy a decir: no quiero volver a verte por aqui, ¡no vuelvas nunca! ¿entendido?".....unos segundos para coger aire (las dos) y.........¡a volar!

Fue espectacular....se dió dos vuelos impresionantes, muy largos, elegantes.. mientras parecía que se había parado el tiempo, me recorrió un escalofrío por la espalda que aún hoy se repite cada vez que recuerdo este momento...acabó por posarse en el suelo a esperar, normal, necesitan un tiempo para orientarse tras la suelta. Nos quedamos unos minutos allí observándola, satisfechos, felices...hasta que tuvimos que marcharnos pues la noche se echaba encima.

Y allí te quedaste, en el monte, en tu casa, rodeada de encinas y alcornoques, de jara y de retama...y de numerosos habitantes que a partir de ahora tendrían que aprender a respetarte y temerte.

Bien Corocotta, ya han pasado casi 6 años, no se que habrá sido de ti, si seguirás viva o no, si habrás tenido polluelos, si habrás visto muchos atardeceres (me pregunto si los búhos tenéis esos magnéticos ojazos naranjas de tantos atardeceres contemplados), si habrás corrido más peligros...el caso es que las dos éramos nuevas ese día, el caso es que no te olvido.


viernes, 15 de febrero de 2013

Hoy aquí, mañana allá

Después de 18 días de no parar, he visitado varios amigos y parajes. Ahora, de vuelta ya por la tierruca, hago balance de lo visto, lo hablado, lo vivido, lo disfrutado...
No puedo manifestarlo todo aquí, por lo abundante que ha sido. Grullas, anátidas, flamencos, linces, imperiales, y muchos amigos "entre otras especies".
Pinchar para ampliar.

Destacaré una emoción que me sobrevino ayer cuándo en una atalaya sobre las marismas de Santoña, atardecía en soledad disfrutando con el marcaje de territorio de una pareja de águilas pescadoras. El día anterior, sin embargo, amanecía en montañas del sur peninsular. Allí una pareja de águilas imperiales comía la presa que habían capturado ante mis ojos segundos antes. También, una preciosa hembra de lince ibérico (lynx pardinus) con diseño de mota intermedia, jugaba con su cachorro nacido el año pasado peleándose a dos patas, tumbándose, abrazándose, y afanándose en el aseo del pelaje sobre una soleada roca.
Os dejo una fotografía de uno de los adultos de águila imperial ibérica (Aquila adalberti), y un video testimonial de la gata. Son dos especies en peligro de extinción, aunque con buena tendencia en los últimos años.

Los aquí representados, son tres de los pocos ejemplares que quedan en todo el mundo, y ha sido un lujo para mi retina, que se encuentra reconfortada tras 18 días de bicheo. Ahora un día de descanso, ¡y mañana de nuevo a la carga con una nueva etapa más local!

miércoles, 6 de febrero de 2013

Valencia

Estos días atrás he estado por los alrededores de Valencia. Una ciudad, que por culpa de unos cuántos, desde afuera (y desde adentro), y por desgracia, se conoce por su corrupción.
Sin embargo, yo tengo la fortuna de que para mí sea más apreciada por otros factores. El conocer a gente de allí, el conocer sus rincones, hace que mi noción sobre esta hermosa ciudad este poco asociada al pensamiento común, aunque sin nunca olvidar la realidad.
La ciudad de Valencia desde El Saler con un Mediterráneo embravecido. Al fondo, las montañas que separan la cuenca del Turia, de la del Palancia (detrás de ellas).

El lunes por la tarde, di una vuelta por la zona del Saler y por las marjales de la Albufera. Vi bandos enormes de aves, y lo que más me llamó la atención, fue ver en mar abierta, pero cerca de la playa, un total de 89 negrones comunes Melanitta nigra en 3 bandos. Son unos patos marinos, de color obviamente negro, que acostumbro a ver por las costas cantábricas en números muchos más bajos. Los tuvimos a unos 300 metros (parte de ellos), y con ayuda de los telescopios, podiamos apreciar el amarillo del pico de los machos adultos (todo un lujo).
Ese día y también otros, hemos disfrutado con enormes bandos de avefrías, chorlitos dorados, ardeidas, flamencos (están en máximos históricos ahora mismo con cifras superiores al millar). Quien quiera pajarear por dicho paraje, tiene una gran herramienta a disposición del público que es la página web BirdingAlbufera, dónde encontrarán información tanto general, cómo de actualidad sobre lo que se está viendo en cada momento.
La foto que os adjunto, está sacada desde la playa del Saler, mirando hacia la gran urbe. Se aprencian los modernos edificios de la zona de los museos que están situados en el paleocauce del Turia.

martes, 5 de febrero de 2013

Reencuentros por Gallocanta

Una de mis últimas visitas peninsulares ha sido por la Laguna de Gallocanta. La mayor laguna endorreica de España, y un muy importante sitio para la migración de la grulla a nivel europeo. Pero para mí, no sólo eso, sino además, un punto de reencuentro con amigos turolenses y zaragozanos, que siempre me han mostrado su hospitalidad, y que años después, pese a mis distanzamientos, lo siguen haciendo.
13.000 grullas estaban en ese momento utilizando la laguna como zona de descanso nocturno. Por el día, ellas se desplazan unos cuántos kilómetros en la búsqueda de alimento, pero al amanecer, cuándo salen de la laguna, y al anochecer, cuándo vuelven, se produce un espectáculo sin igual, en el que los rojos cielos de Gallocanta, se infestan de miles de pequeños puntos, que crecen a la par del volumen. Trompeteos celestiales, que por unos segundos, anulan la sensación del siempre presente frío en este, uno de los rincones más fríos de la península Ibérica.
Jabalí en Gallocanta (Zaragoza)

Tuve la ocasión de conocer a parte del equipo de El Escarabajo Verde, programa esencial de RTVE. Vi cosas tan interesantes como esmerejón Falco columbarius, una especie bastante fácil de ver aquí, tarros blancos Tadorna tadorna, o las grullas Grus grus, pero lo que más me sorprendió en esta ocasión, fue la presencia diurna de un jabalí Sus scrofa atravesando la laguna. Es muy típico ver sus rastros sobre la salada y húmeda superficie, pero nunca hasta ahora, había conseguido ver al autor en directo. Os dejo con esa instantánea, que pese a lejana, me parece espectacular. Al fondo, el pueblo de Gallocanta, al que mando mis saludos.