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jueves, 22 de septiembre de 2016

El "venao-bus"

-Perdone...¿este para dónde va?
-Sube por aquí al jaral de la solana.
-¡Ah, pues estupendo! Yo me bajo en la parada de la Fuente del Corcho, que iba a por unos saltamontes.

Mata el sol a la noche, y ahora se ve lo que hace un rato sólo se oía. Unos vuelven de fiesta, mientras otros van a trabajar. La berrea está mermando las abundantes reservas que tenían los ciervos este año en las dehesas extremeñas, y el desgaste físico es patente. Lo que antes parecían burros con cuernos, se han convertido en atléticos ciervos. Cojeas, cuernos rotos, y rasguños por los costados, fruto de un intenso y largo celo, son cada vez más frecuentes en esta guerra por el amor. En la foto, un estornino negro protagoniza una estampa típica por estos lares, dónde este ave tiene por costumbre utilizar a los ciervos como medio de transporte. Si las moscas están alrededor de los ciervos...¿por qué ir andando o volando tras ellos pudiendo cabalgar sin apenas esfuerzo?

viernes, 9 de septiembre de 2016

¡Que afloje ya!

El clima mediterráneo tiende a veranos cálidos y con dilatado estiaje. Dientes de sierra en las temperaturas, que superan casi todos los años los 40 grados en la Península Ibérica. Este año, en la Sierra de San Pedro (Extremadura) y cuando ya parecía que pasado julio y agosto eran de esperar dientes altos en la gráfica de temperaturas máximas, estalló la noticia cuando un 6 septiembre, estas se aproximaron a los anormales pronósticos. 42.6 ºC se registró en la estación de Aliseda a las 17:30 horas. Los ciervos, a quienes se les ha juntado la frenética actividad que les requiere el celo con esta última horneada a la dehesa, no braman de amor, si no de dolor. Yo, en silencio, hago lo mismo. Pienso que si es cierto que la energía ni se crea ni se destruye sino que simplemente se transforma, la explicación más viable a sus bramidos es que el calor les entra por los cuernos y les sale por la boca.

El refrescante amanecer, resulta placentero. Una foto a contraluz de un venado controlando sus dominios, parece manifestar que el campo hierve en seco. Es justo cuando el sol irrumpe sobre la linea del horizonte. En esos pocos minutos, el bicho y yo pensamos lo mismo:
"No calientes tanto hoy...¡afloja ya!".
Quien quiera vivir esta experiencia y hacer fotografías como esta, tarda en apuntarse a alguno de los días libres que aún quedan para berrea en www.elmillaron.com.

lunes, 5 de septiembre de 2016

Berrea

Cae la noche en un tórrido día de verano. Y encamado, reposo ventana abierta.
Ojos cerrados, repasan las vivencias que el campo regalaron durante el día. Y pese a las emociones, el sueño vence la nocturna batalla de nuevo.
Las luces apagadas, y el silencio dentro de la casa, ayudan a que la dehesa engulla a esta ignorando su presencia. La comunidad de vecinos, que durante el resto del día guarda una distancia de seguridad con mi tasuguera, empieza a descararse y a ganar terreno. Zorros por la pista, garduñas por los tejados, búhos reales en las copas más altas...
Todos ellos son la banda sonora de mis sueños, pero de repente, estos se rompen. Un venao decide gritar "te quiero" bien cerca de la ventana. Retumban las paredes de la habitación. Ahora si, en San Pedro, estamos en berrea.

Os adjunto una fotografía hecha esta misma tarde. Interesados en obtener fotos como esta, pueden informarse sobre El Millarón en www.elmillaron.com, donde ofrecemos esta, y otras experiencias en el corazón del monte mediterráneo.