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sábado, 31 de diciembre de 2016

Colimbo ártico

Hoy, último día de nuestro calendario, he aprovechado para aprovecharlo en "modo" pajarero. No acostumbro últimamente a hacer días completo de pajareo a este modo: sol a sol, y sin parar en ningún sitio. Un pincho de tortilla a las 12, y un bocado de embutido a las 3 con dos naranjas. Demoledor, pero reconfortante. Me ha traído recuerdos del pasado, cuando esto era más habitual, y me hace acabar el año con una sonrisa de satisfación.
Gran jornada compartida con Álvaro, César, Cristóbal, y sobre manera, Pepe (Valencia), con quien he estado las 10 horas. Los destinos principales fueron el Estuario del Asón y Bahía de Santander. Colimbos de las tres especies, negrón especulado, negrón común, gaviota cana, 8 alcas, serretas medianas, unas 400 barnaclas carinegras, garcetas grandes, zampullines cuellirrojos, cisnes cantores, porrón bastardo, 6 escribanos lapones, águila pescadora, o las espectaculares 32 pasadas (fallidas) de un esmerejón a una alondra que parece que llega al 2017 de puro milagro, son algunas de las piezas que han completado el puzzle de este último capítulo del 2016. Agradecer a todos los que me han acompañado tanto en esta jornada, y a todos los que han depositado mi confianza en mí a lo largo del año.
Os dejo una foto del colimbo ártico Gavia arctica que se deja ver por Santoña desde hace unos cuantos días ya...


viernes, 30 de diciembre de 2016

Marismas de Santoña

Esta mañana, la he pasado en las Marismas de Santoña (Cantabria). "Meca" para los aficionados a la ornitología con especial importancia para los meses invernales, en el que multitud de aves propias de latitudes más norteñas recalan huyendo de las inclemencias de sus tierras.
Hoy opté por embarcar con AVES CANTÁBRICAS. Me gustaría remarcar que es la mejor opción si lo que se quiere es acortar las grandes distancias que nos suelen separar de la mayoría de las aves acuáticas desde la orilla del estuario. Aunque era un día con muy poca luz y no pude conseguir grandes logros con la fotografía, os pongo tres de ellas para que os hagáis idea de las distancias a las que se pueden ver colimbos, álcidos, negrones, y muchas otras más.
Colimbo grande joven (vermiculado del dorso).

Una de las sorpresas de este invierno: 5 éideres comunes.

Negrón común pasando al lado del barco.

lunes, 19 de diciembre de 2016

¡Marchando otro año!

Cuando empezamos un año, creemos que empezamos una vida nueva en un planeta nuevo. Y no. El 1 de enero de un año, es como el 31 de diciembre del año anterior. Resaca, sueño, y pereza lo aderezan si acaso. Por lo demás, nada cambia. Ni apocalipsis, ni aquel acojonante "efecto 2000" que iba a paralizar el mundo, han hecho que un 1 de enero de comienzo a una nueva vida. A lo sumo, a una etapa de 3 a 5 semanas de hambre y desgaste físico alocado y sin sentido.
Lo que si es cierto, es que los años circulan por nuestra vida como hormigas. No hacen muy ruido, pero cuando te giras se han juntado unos cuantos. Uno, otro, el siguiente, el bueno, el malo....y cuándo te quieres dar cuenta...¿Dónde quedó el 2001, el de la Odisea del Espacio? Quedó a tomar vientos...(¡apuesta por las buenas palabras!).
Afortunadamente, y aunque creemos que el tiempo no pasa, las enseñanzas de la vida se suceden, y con el paso de los años cambiamos. No nos damos cuenta porque las referencias se pierden con el paso de los días. Os recomiendo, a quienes podáis hacerlo, un experimento personal. Se trata de leer un escrito que hayáis enviado a alguien hace muchos años, aquellos primeros emails, cartas, etc. Escritos que redactásteis con una edad en la que ya os creíais adultos, y que ahora al leerla os entra la risa, porque no os cuadra que esa fuera vuestra manera de expresaros, de actuar, etc. ¿Me pasa sólo a mí? Espero que no, y que dentro de unos cuantos años, pueda tener esa misma sensación. Será señal de que en un sentido o en otro, habré evolucionado.
Y gozaremos con el pasado, soñaremos imaginando el futuro...pero sobre todo, intentaremos disfrutar con el presente, que es el que nos ocupa. No obstante, habremos dejado atrás ideas punk "No future", porque nos hemos dado cuenta de que el futuro está compuesto por un conjunto incontable de presentes dignos de vivir. Presentes que no son, pero que serán...¡y pobres de nosotros si no!
Y la reiteración en mis palabras, vuelve por suerte para mí. Palabras de agradecimiento a toda la gente que me ha rodeado en este año 2016, porque sin ellos mi vida no habría evolucionado 12 meses. Lo he pasado en cuatro sitios distintos...con su parte buena y con la otra. Muchas veces con mi mente expectante por ver que iba a pasar en los siguientes meses...La vida de aventura, la del nómada, ¿la que elegí? Por suerte si, para que engañarse a uno mismo...Vida esta con sus altibajos en todos los sentidos.
Lo único, admitir que es una pena cuando uno escoge algo, y ello afecta a su alrededor, que no es si no su otro yo, el que apenas tiene opción a escoger. Pido disculpas por ello a quien se las merezca.
Gente también que ha confiado en mí sin apenas referencias, ¡se agradece, y se hace lo posible por compensarlo! Gente que he conocido este año, y que he de decir que han puesto el listón muy alto a los que conozca en el 2017.
Y pongo una foto para acompañar que a día de hoy no es gran cosa, pero que si me lo llegan a decir a mí en el 91 o así...Estaba deseando que empezara un curso nuevo en el colegio para ir donde Fidel a comprar esos cuadernos de "Fauna Ibérica". Tenía uno que era del águila imperial ibérica. Aburrido en clase, no hacía si no mirar la foto del derechas, del revés, calcarla, mirar el área de distribución, leer el breve texto que venía en la contraportada...¡siempre encontraba un entretenimiento en el colegio, y este era uno de ellos! Eran sueños, pero mira....cierras los ojos, y cuando los abres pasado un cuarto de siglo...tienes a la bicha enfrente mirándote. Así es la vida. ¡Disfrutadla!

sábado, 10 de diciembre de 2016

La muda de las plumas

El buitre negro (Aegypius monachus), como todas las aves, muda sus plumas periódicamente. Esto es necesario, por la sencilla razón de que la duración normal de una pluma es más corta que la longevidad media de sus "dueños". Esta muda, tiene un patrón y un orden. De tal manera, las plumas no comienzan a caer aleatoriamente, sino que cada una cae, salvo accidente, cuando toca. En la fotografía siguiente enumero las 10 plumas rémiges primarias (las más externas del ala). Se ve claramente que las plumas p1 a p4 están recién mudadas (salidas en los últimos meses), mientras que las p5 a p10 son más viejas. Fijaros tanto en los bordes con melladuras, como en el color, mucho menos oscuro (decoloradas por la acción del sol, abrasiva a largo plazo). En la próxima muda, que durará varios meses, tirará la p5, donde saldrá otra nueva (más oscura que la actual, ya "quemada"); después ocurrirá lo mismo con la p6, y así sucesivamente. Esta muda es simétrica, mudando cada pluma del ala derecha con la correspondiente del ala izquierda. Esto tiene sentido, pues si faltan dos plumas simétricas, el vuelo siempre es más equilibrado. Cuando mude la p10, el turno siguiente pasa a la p1. Esto no es igual, ni mucho menos, en todas las aves. Para quien nunca se lo hubiese planteado, es curioso, ¿verdad?


lunes, 21 de noviembre de 2016

Libro: Buitres Ibéricos

Yo tenía 12 años cuando con parte de mi paga iba cada primeros de mes al kiosko de Emi en Torrelavega a comprar mi revista Natura.
Natura era una revista, como os podéis imaginar, de naturaleza. Tenía reportajes sobre espacios naturales españoles, pero también de otras partes del mundo. Reportajes sobre especies ibéricas, africanas, americanas, etc. tenía también una sección llamada fotonatura, que no era más que un concurso de fotografía en el que yo viví, como público lector, mis primeras "flipadas" con las fotografías que allí salían. Soñaba, por aquel entonces, con llegar a hacer una sóla foto en mi vida de aquella categoría. Poco sabía yo por aquel entonces, que debido a varios factores, pero sobre manera al avance tecnológico en el mundo de la fotografía, aquello sería posible.

Hacían aquella revista periodistas especializados, y fotógrafos de primera línea a nivel nacional. No voy a ponerme a enumerarlos, porque posiblemente meta alguno de años posteriores mezclados, omita a otros, etc. Pero la lista, en mi cabeza está. Eran fotógrafos especiales, porque el autofocus de sus objetivos estaba integrado...en su mano. El fotómetro...en su ojo. He conocido a muchos fotógrafos de naturaleza, y entre los que publicaban en aquella época, en lugar de hablarte de megapixels, ruido, o factores de multiplicación, te explican los distintos tipos de luz, te dan las más sencillas y completas clases sobre composición, etc. Ojo que no quiero decir que esas habilidades no las tengan los fotógrafos modernos. Lo que quiero decir, y espero explicarme bien, es que por aquel entonces si no tenías claro esos conocimientos, no había ni camarón, ni photoshop que te salvara...
De aquellos, muchos "desaparecieron" de la fotografía profesional, otros siguen pero a un ritmo mucho más pausado, y sólo unos pocos, siguen en la cresta de una ola tan larga como espectacular. A lo largo de su desarrollo, han hecho grandes virguerías, han salvado grandes obstáculos, como todos en nuestros trabajos habrán tenido sus tropiezos, pero ahí siguen dando a ver lo que valen en formato fotografía.
Y de entre estos últimos, hoy quiero destacar la figura de Antonio Vázquez, que fue un ídolo para aquel niño, y que ahora es algo más. He aquí su página web: http://www.antoniovazquez.com/es/index.php.
Hace poco, como testigo de que aún sigue surfeando en esta brava mar llamada fotografía de naturaleza, tuve la ocasión de comprar su último libro (coautor). Se llama Buitres Ibéricos, y es, para mí, una obra maestra. Esperaba una gran galería de buitres, alimoches y quebrantahuesos. Sin embargo la sorpresa me la llevé cuando comprobé que no sólo había grandes fotografías, si no que el contenido de texto aportaba información muy completa y detallada sobre situación y biología de cada una de las especies basado en el conocimiento científico que existe sobre este grupo de aves rapaces. Casi 300 páginas de gran formato y tapa dura, que hacen del libro una buena apuesta, y una esperanza abierta a que artistas como Vázquez sigan "regalándonos" obras como esta por muchos años más. Quien esté de acuerdo que grite conmigo: ¡Larga vida al papel!
Si estáis interesados, podéis conseguirlo en este link:
http://www.trea.es/books/buitres-ibericos

Querido cuervo

Impactan los primeros rayos de sol en los abismos de Peña Jurada, y el cielo, se abre en dos sobre la Sierra de San Pedro a su paso. Resuena en los canchos el graznido de un cuervo. Es el, parece que ha sido el serrano más madrugador. Algo nuevo en el paisaje ha llamado su atención. El cuerpo de un cuadrúpedo, yace inerte en el descampado. Y es así, como llama a sus amigos. Estos, raudos, acuden sin dilación. Ahora mismo, no hay nada más interesante que hacer en la sierra que rodear al cuerpo del crimen para ver lo que ocurre. Parecen pensar cada uno desde su percha...-"¿Estará realmente muerto? ¿Será una siesta larga? ¿Acaso una trampa?"- Cinco metros es una distancia segura para pasar observando el primer cuarto de hora. Después, sin aparente prisa, el más nervioso se arma de valor y se aventura a andar con una chulería cargada, eso sí, de cautela. Y como si una cerca eléctrica rodeara al plato, cuando le queda sólo medio metro para llegar a él, pega el gran salto para alejarse. Se lo piensa 10 segundos, y vuelve a acercarse. Cuando llega otra vez a la barrera psicológica de seguridad, el medio metro, nuevo salto de huida. Así por 8 veces hasta que a la novena, el cuervo se atreve a estirar su cuello para que su pico llegue a tocar, tan sólo tocar, el cadáver. El resto, cargados de envidia por la valentía de su aguerrido colega, no pierden ojo a la interesante escena. Hay que observar muy bien lo que hace y lo que le pasa. Si su comportamiento fuese inadecuado, la vida les puede aportar hoy una valiosa enseñanza.

El ser alado probablemente más inteligente, no es querido en el mundo humano. ¿Por qué así? Deberíamos sentir una admiración por ellos fuera de lugar, y sin embargo, no es así. La causa: el desconimiento. ¿qué sabemos de un ser que vemos negro, pero que en realidad con sus irisaciones puede crear todos los colores del mundo?: nada. Muchas veces, el odio es cultural. Es decir, la gente no sabe por qué le odia, pero como se lo transmitieron en casa, no hace falta más motivo. Otras veces es porque ha comido una pera, granos de maíz, etc. Odiado por comer lo que la naturaleza le dicta. Así es la justicia humana. Incluso entre los amantes de la naturaleza, los que tienen a los córvidos por favoritos son los raros. Sólo unos pocos tienen una capacidad de observación especial que rompa el umbral necesario, para conseguir que la belleza y el hacer de un cuervo les atrape. Y como aquí dicta la mayoría, pues tenemos lo que tenemos.
Querido Cuervo, si te sirve de consuelo, me has alegrado el amanecer. ¿Sabes cuántos millones de personas no van a lograr eso en toda su vida?

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Pasear para pasear

Había pocas cosas que me resultaran tan aburridas en mi niñez como cuando un mayor decía "vamos a ir a pasear". En esa etapa de la vida, pasear no tenía sentido. Primero el sentido podía ser "pasear para" llegar al parque y allí jugar, luego podía ser "pasear para" ver una garza en el río, luego fue "pasear de noche para" llegar al amanecer a ese oteadero en el que sorprender al lobo, "pasear para" buscar rastros, etc. El verdadero sentido de ese verbo era el de ser un auxiliar de otra acción.
El otro día, sin embargo, disfruté mucho paseando sin más. Fue en Pinares, bella comarca insumisa a fronteras políticas, pues reparte su territorio entre las provincias de Burgos y Soria. Buscaba que el azar me regalase el vuelo fugaz de un azor, que encontráramos alguna seta para condimentar la comida, o que cualquier otra sorpresa nos asaltara en el camino. No hubo ninguna sopresa, y fue el momento de relax y de reflexión agarrado a una mano caliente lo que me hizo disfrutar. De vez en cuando me paraba mirando al cerrado o inexistente horizonte que hay dentro de un pinar, y dejaba caer despacio mis párpados a la vez que respiraba profundo. Un húmedo y refrescante olor, hacía eco en mi cerebro. A la vez, me aderezaba una imagen distorsionada y que a duras penas, conseguía penetrar el enrejado de mis entrelazadas pestañas. Me di cuenta entonces, que dentro de estos bosques, hay tres bandas cromáticas muy bien definidas y estratificadas horizontalmente. Lo interpreté como un poema visual. La banda inferior, la compone el mosaico formado por la base de los troncos; la banda intermedia, es una preciosa superficie asalmonada compuesta por los tramos medios de los fustes de pino silvestre; y la banda superior, la forma las copas de los oscuros pinos. Saqué mi cámara, tomé una fotografía, y me propuse hacer una composición como esta para hacer ver la bandera natural de la Comarca de Pinares.

No hizo falta que pasear llevara a ningún sitio más. La mañana fué una experiencia agradable, e incluso divertida. Habrá quien se ría y lo inteprete como los pensamientos de una persona que se ha hecho mayor. Yo sin embargo lo interpreto como el descubrimiento que el paso del tiempo me ha hecho: pasear puede ser agradable cuando se aprende a hacer. Pasear, para pasear. Y punto.
NOTA: TIERRA DE PINARES, COMO ANUNCIA LA FOTO, ES OTRA COMARCA DE CASTILLA Y LEÓN. YO A LA COMARCA QUE ME QUERÍA REFERIR ERA A "PINARES".

sábado, 5 de noviembre de 2016

Ugo Mellone: ACRÓBATAS

Día lluvioso precioso para coger un buen libro...Hoy quiero presentaros esta obra. Es un libro de fotografía sobre la cabra montés, y lo presentó hace unas semanas un buen amigo. En él también se aprovecha para hablar, de la mano de expertos, sobre aspectos de su biología. Tiene muy buena calidad de impresión, y es el resumen de varios años de trabajo de este gran fotógrafo, que enriscado, trae a nuestros salones estas espectaculares imágenes. Muy recomendable.

Podéis conseguir más información sobre el libro y la manera de conseguirlo aquí.

miércoles, 5 de octubre de 2016

El carnero montés

Amanece en la Sierra de San Pedro, y las bestias se mueven. Los ciervos, acabando ya su celo, hacen una recomposición de lugar con los colorados rayos de sol. Echan cuentas: a uno le faltan 8 hembras que le han robado avanzada la noche sin que se percatara. Poco importa ya. Flojean las fuerzas y también la voluntad.
Distinta es la historia para el muflón (Ovis orientalis). Encelará enseguida, y repetirá los episodios con que nos han deleitado los venados: Aumento de actividad, carreras, encontronazos...peleas de amor.
Especie introducida de origen asiático, pero sin problemas de adaptación en nuestros terrenos. Ni siquiera encuentra depredadores suficientes que controlen sus poblaciones, ni la propagación de diversas enfermedades derivadas de las altas densidades. Como cada día a estas horas, aunque hoy a través de la pantalla del ordenador, su estampa me maravilla.



jueves, 22 de septiembre de 2016

El "venao-bus"

-Perdone...¿este para dónde va?
-Sube por aquí al jaral de la solana.
-¡Ah, pues estupendo! Yo me bajo en la parada de la Fuente del Corcho, que iba a por unos saltamontes.

Mata el sol a la noche, y ahora se ve lo que hace un rato sólo se oía. Unos vuelven de fiesta, mientras otros van a trabajar. La berrea está mermando las abundantes reservas que tenían los ciervos este año en las dehesas extremeñas, y el desgaste físico es patente. Lo que antes parecían burros con cuernos, se han convertido en atléticos ciervos. Cojeas, cuernos rotos, y rasguños por los costados, fruto de un intenso y largo celo, son cada vez más frecuentes en esta guerra por el amor. En la foto, un estornino negro protagoniza una estampa típica por estos lares, dónde este ave tiene por costumbre utilizar a los ciervos como medio de transporte. Si las moscas están alrededor de los ciervos...¿por qué ir andando o volando tras ellos pudiendo cabalgar sin apenas esfuerzo?

viernes, 9 de septiembre de 2016

¡Que afloje ya!

El clima mediterráneo tiende a veranos cálidos y con dilatado estiaje. Dientes de sierra en las temperaturas, que superan casi todos los años los 40 grados en la Península Ibérica. Este año, en la Sierra de San Pedro (Extremadura) y cuando ya parecía que pasado julio y agosto eran de esperar dientes altos en la gráfica de temperaturas máximas, estalló la noticia cuando un 6 septiembre, estas se aproximaron a los anormales pronósticos. 42.6 ºC se registró en la estación de Aliseda a las 17:30 horas. Los ciervos, a quienes se les ha juntado la frenética actividad que les requiere el celo con esta última horneada a la dehesa, no braman de amor, si no de dolor. Yo, en silencio, hago lo mismo. Pienso que si es cierto que la energía ni se crea ni se destruye sino que simplemente se transforma, la explicación más viable a sus bramidos es que el calor les entra por los cuernos y les sale por la boca.

El refrescante amanecer, resulta placentero. Una foto a contraluz de un venado controlando sus dominios, parece manifestar que el campo hierve en seco. Es justo cuando el sol irrumpe sobre la linea del horizonte. En esos pocos minutos, el bicho y yo pensamos lo mismo:
"No calientes tanto hoy...¡afloja ya!".
Quien quiera vivir esta experiencia y hacer fotografías como esta, tarda en apuntarse a alguno de los días libres que aún quedan para berrea en www.elmillaron.com.

lunes, 5 de septiembre de 2016

Berrea

Cae la noche en un tórrido día de verano. Y encamado, reposo ventana abierta.
Ojos cerrados, repasan las vivencias que el campo regalaron durante el día. Y pese a las emociones, el sueño vence la nocturna batalla de nuevo.
Las luces apagadas, y el silencio dentro de la casa, ayudan a que la dehesa engulla a esta ignorando su presencia. La comunidad de vecinos, que durante el resto del día guarda una distancia de seguridad con mi tasuguera, empieza a descararse y a ganar terreno. Zorros por la pista, garduñas por los tejados, búhos reales en las copas más altas...
Todos ellos son la banda sonora de mis sueños, pero de repente, estos se rompen. Un venao decide gritar "te quiero" bien cerca de la ventana. Retumban las paredes de la habitación. Ahora si, en San Pedro, estamos en berrea.

Os adjunto una fotografía hecha esta misma tarde. Interesados en obtener fotos como esta, pueden informarse sobre El Millarón en www.elmillaron.com, donde ofrecemos esta, y otras experiencias en el corazón del monte mediterráneo.

martes, 16 de agosto de 2016

Nutria a la saca

Con esta ordinaria expresión cito una "fortuita" topada de hace 3 días. Vulgar manera de hablar, sin embargo, para selecto momento. Un encuentro especial. Y es que allí, sentado a la orilla del río, giré la cabeza y apareció este cautivador animal.
Suerte además que me ofreció más de una oportunidad para sacar varias fotos ya en el crepúsculo. Creo que de todas, esta es la única que vale la pena.
Escribir "fortuita" entre comillas tiene su explicación. Todo gran encuentro parece fortuito en ese momento concreto, pero lo va siendo menos en el conjunto de tiempo que has invertido para dar con un momento así. Es un animal, que nunca me cansaré de ver. Al que aún no lo haya conseguido, ¡ánimo! Mientras, a disfrutarla en sueños, que de alguna manera, también cuentan...
Como curiosidad, si os fijáis, justo está marcando el territorio depositando unos excrementos rojos (color dado por la alimentación fundamentada en cangrejo de río) sobre una piedra al lado de otro excremento más oscuro que se ve un poco a la izquierda y más cerca.

viernes, 12 de agosto de 2016

Zorradas

El zorro, Vulpes vulpes, carnívoro oportunista. Antes príncipe, ahora rey. Heredero del ya extinto lobo ibérico en la Sierra de San Pedro. Bello peluche matador, que no duda en carroñear si se presta la ocasión. En las últimas semanas, estoy muy cerca de cuatro hermanos ya crecidos. Aunque mantenemos las distancias, creo que nos conocemos ya. Me entusiasma ver como pelean por la comida, las estrategias y relaciones intraespecíficas, y lo bravos que son en la lucha contra otros animales carroñeros: meloncillos, buitres leonados, e incluso buitres negros con cerca de 3 m de envergadura, han sido sus humillados rivales frente a mi siempre atónita mirada. Os dejo una foto que pude sacar en una contienda entre dos de ellos al amanecer. Escondido e inmóvil, veo como a pocos metros se genera esta trifulca. Uno de los zorros, resarcido ya de comer en una carroña, toma la decisión repentina e in extremis de dar un giro para así evitar encararse a la despiadada carcajada de su propio hermano.
El zorrode la izquierda, evita encararse con la despiadada carcajada de su hermano.

viernes, 5 de agosto de 2016

Meloncillo (¡superior!)

Clickar para ver más grande.
Cuando los proyectos profesionales y los personales coinciden, se trabaja mucho mejor.  Y se disfruta, como diría mi buen vecino Leandro, SUPERIOR.
Meloncillo Herpestes ichneumon en la Reserva Fotográfica El Millarón.

Egyptian mangoose in the Photographic Reserve El Millarón (Extremadura, Spain).


jueves, 30 de junio de 2016

Guerra a la guerra



Sentado en un aguardo extremeño espero a que una rapaz venga  a escasos metros de mi cámara. Ver con detalle las garras, los ojos, el pico, el plumaje, es objetivo para muchos fotógrafos. También hoy para mí.
Sin embargo, e independientemente de lo que los bichos quieran hacer, ellos siguen su vida más allá de nuestros 20 primeros metros, que es donde están centradas atención y esperanza de fotógrafos.
Son las 8 de la mañana, y un milano negro pasa a 100 m del escondite que me cobija. De repente, aparece a rebufo un bélico y raudo punto que con ansia ataca su lomo. Me da tiempo para apuntar, enfocar, y disparar. Es un alcaudón común, abundante en tierras extremeñas.

No es el tipo de instantánea que la mayoría de fotógrafos busca, pero la verdad es que para mí, esta foto tiene una historia (y por lo tanto carga de sensaciones) que me parece digna de compartir. Tiene poco valor probablemente para el fotógrafo actual porque está muy lejos, y no se ven muchos detalles (entre otras cosas). Pero me da igual. Cada uno tiene su estilo, ¡y esta foto encaja en el mío!
Una interpretación superficial diría que el milano pasaba por allí, y que el alcaudón, pajarillo con muy mala folla(*), le hizo un ataque porque sí. Sin embargo, un mayor conocimiento del medio y la observación del entorno, nos harían darnos cuenta de que la familia de alcaudones estaba haciendo sus primeros y torpes vuelos por allí; que el milano, oportunista él, pasó por si veía algún despistado; y que un progenitor, enfurecido en su afán por salvar la vida de sus hijos, no se lo pensó y salió a por Golliat. La táctica funcionó. Y es que en la batalla, no siempre gana el gordo.
(*)Lectores apreciados me apuntan que la expresión mala folla resulta malsonante. No sólo eso, si no que descubro que puede que incluso sea incorrecta. No por cambiarlo y dar la razón a gente con alta sensibilidad en la captación del lenguaje ajeno, pero si por aclararlo, diré que es una expresión que escucho mucho en Granada, y que se utiliza para referirse a una persona con mal humor.

lunes, 6 de junio de 2016

Rompiendo mitos: "El feliz lujo" (?)

Me ha pasado muchas veces.
-Máximo, a tí que te gusta la fotografía: quiero comprarme una cámara estas navidades, ¿me puedes asesorar?
-A ver, ¿qué es lo que buscas? ¿qué quieres hacer con ella?
-Pues quiero una cámara réflex buena para aprender de fotografía.
-¿Y qué fotos quieres hacer?
-Pues a ver...la quiero para hacer fotos de aves, de animales en el campo en general...
-¿Has valorado mirar primero las cámaras "bridge"?
Ojipláticos -¿Cuales son esas?
-Pues mira, son unas cámaras que son mucho más ligeras y cómodas, no tienes que cambiarlas el objetivo porque el que tiene te vale tanto para sacar flores de cerca como águilas de lejos.
Ante tanta ventaja, es de esperar que la desventaja sea el precio. Cuando te preguntan cuánto cuestan y les dices que menos de 400 euros, lo cual es otra ventaja...cambio de tercio.
-¿400? No no, ¡yo quiero una buena! Una réflex. Yo quiero una réflex.
Conozco casos de gente que ha gastado 1000/2000 euros en equipos con los cuales podrían hacer fotos profesionales. Podrían, si la sacasen del armario en el que entraron el cuarto mes, guardado en aparente eternidad dentro de su bolsa. Podrían, si se molestasen en aprender a manejar tan lujoso aparato.
Conozco tambíén mucha gente que compró una cámara de unos 300 euros, una sencilla bridge que cumple su función. Incluso aprendió más sobre fotografía que la persona que se compró la "buena".
A mí me gusta mucho la fotografía. Tengo una réflex y una bridge, y admito que en mis salidas al campo saco más la segunda. Saco partido a la cara porque me gusta mucho la fotografía, si no, es posible que me hubiera sentido imbécil por haber invertido dinero en una cara.
Engaños no ¿eh?. Con una buena cámara, se pueden hacer fotos mejores, eso es así. Pero creo que deberíamos preguntarnos más a menudo...¿qué necesito PARA SER FELIZ? Para quienes no tengan mucha idea de fotografía y crean que hacer una buena foto es producto de tener una buena cámara, le invito a que disfrute como hice yo hace pocas mañanas, con la estampa de este mirlo acuático en su fluvial atalaya. Como apunte, diré que la cámara con la que la hice me costo 150 euros (de segunda mano).

lunes, 30 de mayo de 2016

Curso en Murcia

Genetta Rastreo sigue su misión peninsular volcándose ahora en la zona SE. Iremos a la comarca del Altiplano (Murcia), donde se crían buenos vinos y peras. Y allí, Jumilla será sede del curso. Esperamos que a todo interesado en aprender sobre rastreo le coincidan bien las fechas. Alumnos, colegas del rastreo y amigos, ¡nos encontraremos por allí!

domingo, 29 de mayo de 2016

Presente

Estaba allí sentado, en una coteruca prelitoral. Y de espaldas al sol, intentaba interpretar lo que veía:
Verde que te quiero verde...
Un paisaje verde que me hacía sentir que estaba en casa. Verde, pero infestado de matices. Verde atravesado por líneas eléctricas pendiendo de metálicas torretas. Engarzado por caminos, carreteras y autovías. Un verde invadido por ajedrezadas urbanizaciones. Verdes forasteros en forma de ucálitos, que se han gramaticalizado en nuestro paisaje, igual que los anglicismos enraizan en nuestro idioma. Prados por doquier, que no por verdes y bonitos, son naturales. Robledales acidófilos, alisedas, fresnedas, encinares y saucedas, era lo que probablemente inundara esta fotografía si el hombre no estuviera presente.






Pero la realidad es que estamos presentes, y no queremos dejar de estarlo. Es más, aunque un porcentaje de voluntaria gente cediese su vida para no sumar a la masa, el impacto sobre el paisaje de nuestra actividad sería tan similar como igual. ¿Tiene por lo tanto sentido amargarse por el tinglau que tenemos montado? Sería tan estéril como hipócrita. A la cotera llegué sentado en mi coche emanando gases contaminantes tras atravesar 70 kilómetros de esas visibles (*eufemismo) autovías, que yo mismo ayudé a construir. La fotografía la hice con una cámara de fotos, cuya batería enchufé, como lo está ahora mi computadora. ¿Qué clase de pureza tendrían mis palabras si maldijera el presente cuando yo hago presente?
Podremos cambiar cosas, y podemos mejorar otras, pero hay que admitir primero cual es la realidad.

domingo, 8 de mayo de 2016

Disfrutar con las aves

¿Se puede disfrutar con las aves? ¿Es necesario tener unas nociones sobre identificación para disfrutarlas? ¿Disfruta más quien más sabe de ellas?
¡Para nada! Estoy seguro que la cercana observación del canto de un ruiseñor común dejaría más estupefacto a muchos desconocedores de la ornitología que a muchos avanzados en la materia. ¿Y qué se disfruta de un ave? Unos disfrutamos con su observación directa, pero hay muchas otras maneras de disfrutarlas. Como complemento sonoro a un matutino paseo, como modelo a fotografiar desde el interior de un hide, o como enlace a una relación social con nuestro alrededor. Fue el caso el otro día de mi abuela.
Con 86 años, y escasos conocimientos en el tema de la zoología en general, disfrutó durante un minuto mientras bimbaba (veía por primera vez en su vida) dos águilas pescadoras de manera simultánea. Realmente a mi abuela le importaba poco ver esos animales. A la hora siguiente seguro que ya no se acordaba (no digamos hoy). Lo que estoy seguro es que el rato que la hice levantarse, la subimos a un taburete para que llegara al telescopio, y experimentar esa sensación de "me están enseñando una cosa muy especial", la hizo pasar un rato agradable, y eso es lo que vale en este caso, ¿no?
Eso si, su "¿no serán gaviotas?", pasan a unirse a sus históricas "¿no es un gato?" cuando se nos atravesó una marta delante del coche y yo paré el coche y la dije entusiasmado "¡mira abuela una marta!", o cuando tras compartir flipando a 500 metros de casa aquel "¡Mira abuela, esta huella es de un oso!" ella me espetó un "¿No será de vaca?".

lunes, 25 de abril de 2016

De aquellas noches de sapos...

Si recordáis hace una luna os hablaba de las noches de sapos. Pues bien, esas charcas donde entonces se atrevían a llegar los primeros sapos encelados, siguen siendo visitadas por otros nuevos (¡o por los mismos viciosos!). Acontecidos ya los primeros nacimientos de aquellas primeras fiestas, un regalo a la vista al pasear a la luz del día: largos cordones de vida. Tubos transparentes, rellenados por miles de huevos. Os dejo una foto de una de las puestas para que podáis ver como son los que no las conozcáis.





Puesta de sapo corredor (Epidalea calamita)

miércoles, 13 de abril de 2016

Sin flash por favor

Un gran invento el flash, pero como toda herramienta, para saber cuándo y dónde utilizarla. En el caso de fotografía de huellas de animales es muy importante tener en cuenta las direcciones de incidencia de la luz, pues esta variable es la que nos va a dibujar el relieve en la fotografía. Las huellas en el suelo no suelen ser otra cosa que una alteración de su microrrelieve, de tal manera que una foto plana, muchas veces nos dice poco, si no nada.
Las fotos presentadas abajo, son las mismas huellas de armiño con, y sin flash. Obsérvese que en la fotografía de arriba no existe relieve y se hace muy difícil descifrar las depresiones. Un foco de luz en el mismo sentido que nuestro punto de vista provoca esto. Los flashes integrados en la cámara, no valen para la mayoría de los casos. La foto de abajo está hecha con luz natural. Esta es muy lateral, lo que provoca que se descifre perfectamente.

lunes, 11 de abril de 2016

Heladas débiles

Avanzamos hacia el solsticio de verano. Y estamos más cerca ya de este, que de su opuesto: el invernal. Los cambios, aunque a trompicones, dibujan una trayectoria gradual en los cambios del paisaje, que son los que conforman los eventos fenológicos.
Y ni siquiera en la fría Castilla pasa desapercibido este caminar. Heladas cada vez más débiles. Atrás quedaron aquellos amaneceres, habituales entonces, con temperaturas por debajo de los -5ºC. Hoy, apenas le da tiempo a la noche a romper la barrera de los cero. Y bastan entonces los primeros rayos de sol para disipar la fina capa de hielo, que sólo a la sombra de las jabinas (*) aguantan unos minutos más.

(*) jabinas: nombre local que se le da a las sabinas.

martes, 5 de abril de 2016

¡Soy yo el árbol y le apiñeo!

Una pena. Que un pueblo con un entorno tan bonito deje en uno ese recuerdo, es una pena. Como quien pinta una obra de arte y justo antes de exponerlo le mete un brochazo. Como quien guisa un plato excelente y a última hora le echa medio kilo de sal. Como tener un deportivo y ponerle ruedas de furgoneta. Aberrante para un pueblo que goza de un entorno culpable de casi todas sus visitas. Visitas que lo último que quieren encontrarse en su agradable paseo es un detalle así. No sé quien sería el autor de la ejecución de esta idea. Si lo que pretendía era llamar la atención con la originalidad de un grifo que sale de un árbol, no lo ha conseguido porque la atención se la lleva de pleno la crueldad con la que ha atravesado el tronco con la tubería. Quiero pensar que cada vez es más raro encontrar a artistas de esta escuela, y que todos aprendemos de estos errores.

Animo a este pueblo a que cuide estos detalles si aspira a más, porque lo tiene fácil.

lunes, 4 de abril de 2016

¡Nueva semana!

Empezamos nueva semana. Os dejo esta foto de un estornino pinto bañándose al atardecer. Pudiera asemejarse al lavarse la cara matutino de las personas. Ellos por la tarde y nosotros por la mañana. Siempre al revés...



martes, 29 de marzo de 2016

Curso en Cantabria

Genetta Rastreo vuelve de nuevo a Cantabria para impartir un curso de rastros. Esta vez el escanario elegido son los Picos de Europa, centrándonos en la zona de Bejes.
Se transmitirán nociones sobre huellas y rastros no sólo de mamíferos, si no también de otros grupos de animales. Un curso de rastros muy completo en el que tienen cabida tanto personas con conocimientos sólo básicos de rastros, como naturalistas con conocimientos más avanzados. Todos van a salir con muchos conocimientos nuevos y muy satisfechos. Así ha sido hasta ahora.



domingo, 27 de marzo de 2016

Noche de sapos

Atardece en Pinares. Nutridos grupos de corzo, siempre cerca del bosque, salen atrevidos ahora a pastar los ricos brotes de recién germinado cereal. El sol, cada vez más cerca del horizonte, lo acaba perforando. Y se acabó el día.
Pero allá donde muere el día, nace la noche. Ulula lejano el cárabo, a quien vuelve a tocarle turno de noche. ¡Y el tan contento! ¿Qué más se oye? ¡Son sapos corredores! Al principio es uno sólo, le sigue alguna decena, y pronto, cientos de sapos corredores inundan el empapado valle con su profundo reclamo de celo. Hace pocos días el agua caía nevada del cielo, pero hoy chispea templada. Adivinan raudos los veloces arrugados la primavera, y deciden que es hora de entregarse al amor.


viernes, 25 de marzo de 2016

¡Azores!

El pirata del bosque, fantasmagórico animal, raudo, fugaz y misterioso donde los haya...Están ahí, pero apenas los vemos.
Accipiter gentilis
El azor, es una de las rapaces que más pasión despiertan en mí. No por grande, pero si por lo desapercibido que pasa; por lo fiera y lo hábil que es.
Amanece un día primaveral propio de su recién estrenada estación, y desde un oteadero sigo lo que para mí es mi primer aguililla calzada del año. Vuela muy lejos, a unos 4 km de distancia, y la visibilidad me da lo justo para percatarme de que se trata de una calzada de morfo claro. En mi campo de visión se cruza una rapaz quizás algo más cercana. Me quedo con ella para identificarla, porque la recién llegada calzada, ya no me puede aportar más información.
El nuevo ave es un accipiter. En un primer momento dudo entre gavilán y azor, pero enseguida me decanto claramente por el segundo. Tengo la suerte de verlo durante unos 10 minutos. Es media mañana, hace sol, escaso viento, y nuestra pequeña harpía sobrevuela un bosque a unos 200/300 m de altura, alternando vuelos rectos, cicleos e impresionantes loopings. Hasta 10 de estas últimas acrobacias aéreas pude disfrutar. Picados muy planos (unos 30º de inclinación) que se iban acentuando para terminar rebotando al llegar a los 45º.
Me encuentro en la comarca de Pinares, y pese a las escasas referencias y precisiones que obtengo de la observación, me atrevo a hacer una incursión por la tarde por donde aproximadamente parecía la zona marcada. Fue un día de esos de suerte en los que encontramos un alto pino con un nido, y posado cerquita, un ejemplar de azor, lo que no daba lugar a dudas. Habíamos dado con el centro neurálgico de un territorio de azor. Un lugar sagrado, al que no acudiremos en los próximos meses con el fin de evitar molestias innecesarias.

Sobre el nido, decir que estaba en un pino silvestre a más de 15 m de altura (la máxima altura posible donde podían instalarlo en torno al fuste principal), y que podía tener unos 60 cm de diámetro. Bajo el mismo, restos de huesos de dos aves medianas (tamaño paloma) y la mandíbula de una ardilla. Os adjunto foto del árbol.

lunes, 14 de marzo de 2016

FRF: HOMENAJE

Hoy precisamente, hace 36 años que murió aquel personaje: Félix Rodríguez de la Fuente. Distinguido, laureado, coronado, e incluso criticado muchas veces, como lo han sido todos los grandes genios. Seguro que no hay tanta gente que sepa lo que significa la palabra "naturalista", como gente que sepa lo que significó este hombre.
Quiero destacar su voz como la mejor herramienta con que contó. Esto es, por supuesto, una opinión personal. ¿Que sería de la serie El Hombre y la Tierra, que aún sigue triunfando en televisión casi medio siglo después de haberse grabado, si esas mismas imágenes, llevasen distinto narrador?
Y para argumentar este poder, no se me ocurre mejor manera que invitarles a escuchar, alto si puede ser, este audio. Con los ojos cerrados mejor. Lo ha publicado Carlos de Hita estos días en su web, y es un audio recuperado del archivo de RNE grabado hace 40 años. Breve, pero suficiente para mostrar su desgarradora voz. Capaz de transmitir a las masas, como hoy a cualquiera nos gustaría...Además, Carlos nos lo ha adornado con unos aullidos grabados por él mismo en el campo.
¡Excelente trabajo Carlos!





lunes, 7 de marzo de 2016

No sólo huellas: pasos.

Quiero hablar sobre la importancia de estudiar no sólo las huellas, si no también los pasos.
Una huella, requiere un suelo especial para marcarse con detalle. Es muy común que en una guía nos salga dibujada una huella, y que en el campo nunca encontremos nada igual a ella. Es por tanto difícil querer identificar huellas en muchos casos, y sólo la experiencia de verlas decenas, centenas, o miles de veces, puede ayudarnos en esta labor.
Hay sin embargo otro rasgo de los rastros dejados por los animales. Son los pasos, o sea, el conjunto de huellas. Muchas son las veces que una huella no está definida, pero que sabemos de que es por la estructura de sus pasos, por las distancias de avance, etc. No hace falta tanta definición en estas señales como en las huellas. Es por lo tanto, desde mi punto de vista, una parte muy importante del estudio de los rastros que está mucho menos valorada que las huellas.

Rastro en nieve.
Un claro ejemplo es el caso de las liebres. ¿Cuántas veces vemos el rastro de una liebre en el que sería imposible identificar una huella pero su inconfundible paso las hace inequívocas? A continuación pongo el rastro de una liebre, muy posiblemente, debido a la zona geográfica, una liebre europea (Lepus europaeus).
"Ojo a la pisada", como se suele decir en otros campos: manita, un poco más adelante la otra manita, y al final, los dos pies a la misma altura, para dar lugar a un salto de más o menos longitud dependiendo de la velocidad. Con esa estructura, huele a lagomorfo, y con las dimensiones que tenía, sólo podía ser liebre.


lunes, 1 de febrero de 2016

Lagunero

Hay veces en la vida en las que hay un tema que te puede traer de cabeza y provocar que antes de quedarte dormido cada noche, des un par de vueltas en la cama. En ese momento, te parece que es una de las cosas más importantes del mundo. Sin embargo, pasado el tiempo, te cuesta recordar que aquello llegó a quitarte minutos de sueño.
Para mí, es el caso de la fotografía del lagunero. "Aguilucho lagunero occidental", "marsh harrier" o "Circus aeruginosus". En cualquiera de sus idiomas, fue una obsesión. Hubo meses en los que parecía que ya no había nada más que probar. Haces pruebas que luego te das cuenta que eran ridículas. Hasta que llega un día en el que pasa lo que tiene que pasar. Y a partir de ese día, tu preocupación emigra a otros temas, porque en ese ya no hace función.
Recuerdo hace un año cuando el aguilucho lagunero occidental era para mí un bicho esquivo. Horas, días, y semanas de esperas, para conseguir que con suerte te pasase uno volando a 25 metros y gracias. Aquellas inquietudes son las culpables de que hoy sea habitual para mí tener una belleza de estas a 7 metros ojo a ojo. Muchos habéis podido disfrutar en directo ya de este éxito. Para los que no habéis podido, os dejo una foto sacada el otro día con mi 300 mm f4.



domingo, 10 de enero de 2016

Bendita y cruel naturaleza...

Día cabaña que diríamos por la montaña, o día de silo, que me imagino que diría el paisanaje de estas tierras. Viento fuerte invernal que hace desagradable el salir al exterior para cualquier cosa. Por fortuna, siempre hay cosas que hacer fuera de la naturaleza (dentro de casa). Leer la Quercus que cada mes llama a la puerta de mi casa, ordenar la casa (eso lo haré mañana), preparar el sello digital que acompañará a mis fotos del 2016, o la ardua actividad de escoger, borrar y archivar imagenes para que no se colapse la computadora. Algunas fotos, las más afortunadas, me lleva unos minutos por su agradable estética, luz, o disposición de sus elementos en el marco de la misma. Aquí os dejo una de ellas. Una cigüeña blanca ciconia ciconia que hice en la laguna hace escasos días, y que hoy, estará pasándolas putas (o no) allá fuera, mientras yo acabo de escribir esto para empezar a comer un rico y calentico plato.
Bendita y cruel naturaleza...





jueves, 7 de enero de 2016

Silos

Porque no todo en la vida de un naturalista es la contemplación y estudio de la naturaleza, de vez en cuando hay que mirar alrededor de uno mismo como ser social. Porque disguste a quien disguste, lo somos.
Y ahí es donde hace pocos días, descubro parte de la cultura de las tierras que ahora me dan cobijo.
Los silos: casas excavadas bajo el suelo. Conocidos en distintas versiones como "casas-cueva" por muchos rincones del mundo (Italia, Francia, Túnez, Australia, etc). No es por lo tanto un fenómeno estrictamente local, y muy al contrario, hay mucho conocimiento sobre este tipo de arquitectura (la subterránea).
Se construye (construía) una bajada de alrededor de 4 metros de profundidad. Al acabar este acceso, se comenzaban a escarbar las distintas habitaciones, entre las que para mi sorpresa, se incluía una para el cerdo y el burro o demás animales que pudieran pertenecer a la familia. Era imprescidible también un pozo en el interior del silo para proporcionar el agua necesaria. Una chimenea para hacer fuego, y alguna tronera vertical (lumbrera) para que entrara luz y se ventilara la casa. Paredes encaladas que reflejan la poca luz que entra. Una pareja recién casada se podía conformar con un número determinado de habitáculos. Estos, se podían ir ampliando en función de lo que se fuera creciendo la familia.
Bajada del silo
Mucha gente de la zona nacida hace medio siglo, se ha criado en silos. Hoy día, el uso diario de estas construcciones puede ser sólo testimonial. Sin embargo, muchos manchegos los han arreglado como quien tiene una casa de campo. Antes, cuando ni había aire acondicionado en verano ni calefacción en invierno, el aislamiento térmico que proporciona más de 1 m de tierra sobre el techo, hacía más fácil la vida.

Interior del silo
Visitar una casa cueva se puede hacer en muchas partes del mundo. Pero comer unas gachas en un silo sólo se puede hacer aquí. Aprovecho aquí para mandar un agradecimiento al grupo de amigos que el otro día me invitaron a conocer un buen silo al gusto de unas buenas gachas. Una pena que tuviera que salir tan rápido y no pudiera disfrutar más con vosotros.

Cocina típica donde se prepararon unas buenas gachas

Gachas en preparación