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miércoles, 29 de julio de 2015

Alcaudón real

Poco que contar entre tanto tiempo dedicado a la migración postnupcial. Sorprenden cada día nuevos individuos en las lagunas de la Mancha Húmeda. Desaparecieron los críalos, nos invaden las garcetas grandes, pasan los primeros milanos negros, se mueven ya gaviotas y cormoranes, etc. En la última quincena, me ha llamado la atención la explosión de citas de alcaudón. Hablo tanto del real Lanius meridionalis como del común Lanius senator. Dos especies que he pasado de apenas ver, a tenerlas a diario y en buen número.

En la foto, un alcaudón real posando. Una pequeña bestia, que me hizo en su día testigo de cómo hasta un escribano triguero puede ser cazado por él.

sábado, 25 de julio de 2015

Vecinos

Que importante es tener buenos vecinos. Cuando dejé las montañas, hace bien poco, decían mis gentes: "Vas a ir a las antípodas, aquello no tiene nada que ver con esto". Yo les decía con cachondeo: "Hay una cosa en común, pues allí tampoco tendré problemas con los vecinos". Efectivamente, con aquellos tenía una relación excepcional, y yo lo decía, porque en principio, viviendo en mitad del campo, no habría lugar para problemas con vecinos. ¿Qué vecinos?
Pues me equivocaba. En los tiempos que corren, no hay tierra fértil desierta. Los manchegos, trabajadores y con gran resistencia al infernal sol que se empeña en aplanarme, viven en parte de la agricultura, y como es propio de esta situación, cultivan, y bien. La tierra es aprovechada en toda su extensión. Olivas, viñas, huerta, etc. Y es esta última, la huerta, la que me une a ellos por lo complacientes que están siendo conmigo. Hoy, después de 8 horas de campo, llego al mediodía a casa y me encuentro con cosas como esta:


He querido sacarle una foto porque lo merecía. ¡Gracias a todos!
PD: Observese ese pequeño melón amarillo. Se llama "madurillo", y es propio de la zona. Aún no le hinqué el diente, pero poco voy a tardar.

martes, 14 de julio de 2015

Cuando la ganga ganguea...

"Cuando la ganga ganguea, buen día si no apedrea".
Eso dicen los manchegos cuando a media mañana, una pareja de gangas sobrevuela sus sombreros de ala ancha. Lo harán seguramente en días de calor venariego con temperaturas en torno a los 35/40 grados, que o bien seguirán así hasta caer la tarde, o bien, y como única alternativa, acabarán en día de tormenta con granizo.
La ganga Pterocles alchata vuela varios kilómetros, en ocasiones muchos, cuando en el estío, los charcos donde beber escasean en las cercanías del secarral que seguramente hayan escogido para criar. En su trayectoria hacia esos bebederos, surcan estepas y terrenos de cultivo bombardeando con su característico reclamo. Quien no lo conozca, puede hacerlo aquí: RECLAMO.
Normalmente, se posan no en el bebedero, sino a unos cuantos metros. Pueden pasar minutos quietas, mirando, escuchando...vigilando que no haya ningún peligro cerca del preciado líquido. Cuando se deciden apeonan no sin mantener la vigilancia. Al mínimo ruido o movimiento, no dudarán en levantar el vuelo para buscar otra zona más segura.
 Estos días, he estado metido en sus vidas, y he podido disfrutar y aprender con uno de los secretos más interesantes de la fauna ibérica. El cómo las gangas son capaces de empapar su plumaje en los charcos que les dan de beber, para transportar el agua hasta donde sus jovenzuelos les esperan sedientos. Ahora, os ofrezco ver lo que ellas me han enseñado bien en formato digital, o bien en directo si así lo queréis, contratando los servicios de WildWatchingSpain. Según he leído (esto no lo he podido comprobar), los pollos, a su llegada, irán directos a meter el pico en sus partes bajas para como si estuvieran mamando, sacar el agua del plumaje. ¿No es increíble?
En el vídeo que os enlazo aquí, podéis ver con mucho detalle como estas aves, maniobran con su plumaje para captar ese agua: https://www.youtube.com/watch?v=pBt6QlzOvp0
Aprovecho también esos despegues del vídeo para hacer unas fotucas que me hacen pasar una mañana muy entretenida. Os dejo una de ellas.