Los amigos del blog son:

miércoles, 28 de junio de 2017

Momentos mágicos

Es increíble la cara que se le queda a uno cuando revisando cientos de fotos de las cámaras de fototrampeo, aparece en una misma imagen un milano negro, y de frente a la cámara, un alcaudón común con el pico abierto, aparentemente intentando coger un insecto...Vosotros mismos:


miércoles, 21 de junio de 2017

Lo que el ojo no ve

Cuando de zagal andaba por los montes cantábricos en busca de fauna silvestre, encontrar un corzo y poder observar como se comportaba era todo un logro. También lo era ver un zorro cazando en un prado. Por aquel entonces, unos acertados prismáticos de la Unión Soviética 8x30 eran mi herramienta. Años después, llegaría un coche, ¡gran avance!, y casi seguido, un telescopio Optolyth. Esto último, ya era "lo más". Pasaron pocos años, allá por el 2006 creo, y llegaron a mis manos unos artilugios "delahos". ¡Las cámaras de fototrampeo! Un aparato que si lo dejabas 1 mes en un camino, te decía todo lo que había pasado por allí en ese mes. A día de hoy puede ser difícil de entender esa sensación, pero por aquel entonces, se dio un gran avance, por lo menos yo lo hice a nivel personal, sobre el conocimiento de la fauna que rondaba por un lugar u otro. No fueron las primeras ni mucho menos. Avezados naturalistas, acabando el siglo XX, adaptaban compactas de carrete con planchas de contacto eléctrico a modo de interruptor, de tal manera que cuando el bicho la pisaba, la cámara registraba una foto en el carrete. Ni que decir tiene, que para la gente que utilizaba ese sistema, esto último también supuso un gran avance.
Pocos años después, existen multitud de modelos de estas cámaras, mucha gente que las tiene porque las ha comprado, mucha gente que las tiene "porque se las ha encontrado", leyes que regulan su uso, e incluso sitios en internet donde la gente luce sus logros.
Ahora, con ayuda de esta herramienta, con las mismas horas de trabajo, obtienes mucho más conocimiento sobre lo que pasa en un determinado lugar. Antaño, sólo la observación directa o sobre todo el estudio de las huellas y señales hacía el saber. Fue bonito vivir aquella etapa, porque en ella aprendí mucho, pero celebro vivir esta también.
Y titulo al post "lo que el ojo no ve" por razones obvias...Ya no se ve casi todo en directo como antes, ahora casi todo es en diferido. Esto le quita al tema parte de la emoción, pero no toda. Los que compartan mi actividad, saben bien de lo que hablo.
Y viendo las fotos te das cuenta de lo que podrías haber visto, haber vivido, las fotos que pudiste haber sacado, etc.
Os dejo una que me gusta mucho del inicio de una reciente carroñada en la Sierra de San Pedro (Extremadura).

martes, 6 de junio de 2017

Proceso de una carroñada

En la naturaleza, todo parece pensado por la mejor de las cabezas, y el ciclo se cumple una y otra vez. Los vegetales "exprimen" el suelo para convertir la tierra en vida, las ovejas se comen estas hierbas, y cuando se mueren, los buitres se las zampan en un cuarto de hora, y las transforman en excrementos que vuelven al suelo aportando nutrientes al terreno para continuar el ciclo. Esto sería una explicación muy burda en la que por supuesto, faltan mil procesos por contar que ahora no vienen al caso. Lo que quiero transmitir es que existen modos naturales que son perfectamente sostenibles, muy alejados de los que intensifican la producción. Ovejas que nacen y mueren en una granja y comen pienso hecho con a saber qué, u ovejas que nacen y mueren en el campo, pero que al morir muchas veces viene un camión para llevárselas a quemar a una incineradora...¿nos hemos vuelto locos? Gastamos dinero y recursos a lo tonto, y rompemos los ciclos naturales. El buitre ya no entra en ese proceso, que es lineal (que no cíclico) y por lo tanto insostenible.Por suerte aquí, en El Millarón, el curso de la naturaleza sigue muy parecido a como lo hacía ancestralmente. Cuando un animal muere, otros se lo comen para reconvertirlo.
A continuación, cuento con 5 únicas fotos el proceso por el que un cadáver se transforma rápidamente. Dedicado especialmente a los que nunca han tenido la posibilidad de presenciar una carroñada (experiencia muy recomendable).
1.- Comienza la carroñada cuando algún animal se atreve a entrar al cadáver. Es raro que lo hagan directamente los buitres. Puede ser un cuervo, o en este caso, un zorro (en la roca del fondo ya podéis ver el primer buitre).
 2.- Pasado un tiempo de seguridad (o cuarentena) en el que los buitres ven que la cosa no tiene trampa, los primeros buitres entran a comer. En este caso fue menos de una hora lo que tardaron, pero puede ser cuestión de varias horas, o incluso de días.


 3.- Tarden el tiempo que tarden en empezar, en el momento que el primero se atreve, el resto le sigue casi instantáneamente, comenzando así la fase más salvaje de la carroñada, en la que sólo se percibe ruido, polvo, y algo de mal humor...
 4.- Esa parte salvaje dura pocos minutos. En este caso menos de media hora. En ese tiempo, las carroñeras acaban con el 90% de la comida. Llegado ese punto, la pelota de aves se abre, y comienza a entrar con "codazos" si es necesario algún buitre negro, que se supone que entra a comer músculos y tendones que antes de abrir la oveja los leonados le costaría más trabajo el acceder a ellos. Fijaros en la foto, que tras 25 minutos comiendo, se ve poco más que los huesos ya...
 5.- Ahora empieza la parte de la carroñada calmada, en la que buitres sueltos trabajan los pequeños rincones de la oveja. Este proceso puede durar horas. Es curioso que puedan desaparecer 30 kilos de carne en 20 minutos, y luego puedan estar 4 horas para acabar con 5 kg restantes. En la foto ya sólo queda la piel y los huesos (que no se ven porque los han arrastrado ladera abajo). Si hubiese quebrantahuesos, el ciclo se extendería más allá.