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sábado, 31 de diciembre de 2016

Colimbo ártico

Hoy, último día de nuestro calendario, he aprovechado para aprovecharlo en "modo" pajarero. No acostumbro últimamente a hacer días completo de pajareo a este modo: sol a sol, y sin parar en ningún sitio. Un pincho de tortilla a las 12, y un bocado de embutido a las 3 con dos naranjas. Demoledor, pero reconfortante. Me ha traído recuerdos del pasado, cuando esto era más habitual, y me hace acabar el año con una sonrisa de satisfación.
Gran jornada compartida con Álvaro, César, Cristóbal, y sobre manera, Pepe (Valencia), con quien he estado las 10 horas. Los destinos principales fueron el Estuario del Asón y Bahía de Santander. Colimbos de las tres especies, negrón especulado, negrón común, gaviota cana, 8 alcas, serretas medianas, unas 400 barnaclas carinegras, garcetas grandes, zampullines cuellirrojos, cisnes cantores, porrón bastardo, 6 escribanos lapones, águila pescadora, o las espectaculares 32 pasadas (fallidas) de un esmerejón a una alondra que parece que llega al 2017 de puro milagro, son algunas de las piezas que han completado el puzzle de este último capítulo del 2016. Agradecer a todos los que me han acompañado tanto en esta jornada, y a todos los que han depositado mi confianza en mí a lo largo del año.
Os dejo una foto del colimbo ártico Gavia arctica que se deja ver por Santoña desde hace unos cuantos días ya...


viernes, 30 de diciembre de 2016

Marismas de Santoña

Esta mañana, la he pasado en las Marismas de Santoña (Cantabria). "Meca" para los aficionados a la ornitología con especial importancia para los meses invernales, en el que multitud de aves propias de latitudes más norteñas recalan huyendo de las inclemencias de sus tierras.
Hoy opté por embarcar con AVES CANTÁBRICAS. Me gustaría remarcar que es la mejor opción si lo que se quiere es acortar las grandes distancias que nos suelen separar de la mayoría de las aves acuáticas desde la orilla del estuario. Aunque era un día con muy poca luz y no pude conseguir grandes logros con la fotografía, os pongo tres de ellas para que os hagáis idea de las distancias a las que se pueden ver colimbos, álcidos, negrones, y muchas otras más.
Colimbo grande joven (vermiculado del dorso).

Una de las sorpresas de este invierno: 5 éideres comunes.

Negrón común pasando al lado del barco.

lunes, 19 de diciembre de 2016

¡Marchando otro año!

Cuando empezamos un año, creemos que empezamos una vida nueva en un planeta nuevo. Y no. El 1 de enero de un año, es como el 31 de diciembre del año anterior. Resaca, sueño, y pereza lo aderezan si acaso. Por lo demás, nada cambia. Ni apocalipsis, ni aquel acojonante "efecto 2000" que iba a paralizar el mundo, han hecho que un 1 de enero de comienzo a una nueva vida. A lo sumo, a una etapa de 3 a 5 semanas de hambre y desgaste físico alocado y sin sentido.
Lo que si es cierto, es que los años circulan por nuestra vida como hormigas. No hacen muy ruido, pero cuando te giras se han juntado unos cuantos. Uno, otro, el siguiente, el bueno, el malo....y cuándo te quieres dar cuenta...¿Dónde quedó el 2001, el de la Odisea del Espacio? Quedó a tomar vientos...(¡apuesta por las buenas palabras!).
Afortunadamente, y aunque creemos que el tiempo no pasa, las enseñanzas de la vida se suceden, y con el paso de los años cambiamos. No nos damos cuenta porque las referencias se pierden con el paso de los días. Os recomiendo, a quienes podáis hacerlo, un experimento personal. Se trata de leer un escrito que hayáis enviado a alguien hace muchos años, aquellos primeros emails, cartas, etc. Escritos que redactásteis con una edad en la que ya os creíais adultos, y que ahora al leerla os entra la risa, porque no os cuadra que esa fuera vuestra manera de expresaros, de actuar, etc. ¿Me pasa sólo a mí? Espero que no, y que dentro de unos cuantos años, pueda tener esa misma sensación. Será señal de que en un sentido o en otro, habré evolucionado.
Y gozaremos con el pasado, soñaremos imaginando el futuro...pero sobre todo, intentaremos disfrutar con el presente, que es el que nos ocupa. No obstante, habremos dejado atrás ideas punk "No future", porque nos hemos dado cuenta de que el futuro está compuesto por un conjunto incontable de presentes dignos de vivir. Presentes que no son, pero que serán...¡y pobres de nosotros si no!
Y la reiteración en mis palabras, vuelve por suerte para mí. Palabras de agradecimiento a toda la gente que me ha rodeado en este año 2016, porque sin ellos mi vida no habría evolucionado 12 meses. Lo he pasado en cuatro sitios distintos...con su parte buena y con la otra. Muchas veces con mi mente expectante por ver que iba a pasar en los siguientes meses...La vida de aventura, la del nómada, ¿la que elegí? Por suerte si, para que engañarse a uno mismo...Vida esta con sus altibajos en todos los sentidos.
Lo único, admitir que es una pena cuando uno escoge algo, y ello afecta a su alrededor, que no es si no su otro yo, el que apenas tiene opción a escoger. Pido disculpas por ello a quien se las merezca.
Gente también que ha confiado en mí sin apenas referencias, ¡se agradece, y se hace lo posible por compensarlo! Gente que he conocido este año, y que he de decir que han puesto el listón muy alto a los que conozca en el 2017.
Y pongo una foto para acompañar que a día de hoy no es gran cosa, pero que si me lo llegan a decir a mí en el 91 o así...Estaba deseando que empezara un curso nuevo en el colegio para ir donde Fidel a comprar esos cuadernos de "Fauna Ibérica". Tenía uno que era del águila imperial ibérica. Aburrido en clase, no hacía si no mirar la foto del derechas, del revés, calcarla, mirar el área de distribución, leer el breve texto que venía en la contraportada...¡siempre encontraba un entretenimiento en el colegio, y este era uno de ellos! Eran sueños, pero mira....cierras los ojos, y cuando los abres pasado un cuarto de siglo...tienes a la bicha enfrente mirándote. Así es la vida. ¡Disfrutadla!

sábado, 10 de diciembre de 2016

La muda de las plumas

El buitre negro (Aegypius monachus), como todas las aves, muda sus plumas periódicamente. Esto es necesario, por la sencilla razón de que la duración normal de una pluma es más corta que la longevidad media de sus "dueños". Esta muda, tiene un patrón y un orden. De tal manera, las plumas no comienzan a caer aleatoriamente, sino que cada una cae, salvo accidente, cuando toca. En la fotografía siguiente enumero las 10 plumas rémiges primarias (las más externas del ala). Se ve claramente que las plumas p1 a p4 están recién mudadas (salidas en los últimos meses), mientras que las p5 a p10 son más viejas. Fijaros tanto en los bordes con melladuras, como en el color, mucho menos oscuro (decoloradas por la acción del sol, abrasiva a largo plazo). En la próxima muda, que durará varios meses, tirará la p5, donde saldrá otra nueva (más oscura que la actual, ya "quemada"); después ocurrirá lo mismo con la p6, y así sucesivamente. Esta muda es simétrica, mudando cada pluma del ala derecha con la correspondiente del ala izquierda. Esto tiene sentido, pues si faltan dos plumas simétricas, el vuelo siempre es más equilibrado. Cuando mude la p10, el turno siguiente pasa a la p1. Esto no es igual, ni mucho menos, en todas las aves. Para quien nunca se lo hubiese planteado, es curioso, ¿verdad?