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sábado, 31 de diciembre de 2011

Ánsar Nival, aunque "no legítimu"

Esta última tarde del año, vía internet, se recibió un mensaje de infarto. Manuel Estébanez, nos informaba de que había localizado un Ánsar Nival en el Embalse del Ebro. Hasta dónde yo sé, es la primera vez que se ve esta especie en nuestro territorio autonómico.
Subí con Alejandro, y en la segunda parada, gracias a las indicaciónes telefónicas de Ángel, lo encontramos. Tardamos en poco en decepcionarnos al ver que en su tarso izquierdo portaba una anilla de plástico. Ello parece confirmar que el origen del animal no es de su población autóctona, sino de un escape o colección, muy habituales, según me dicen, en países como Holanda. Eso le quita bastante emoción a la noticia, porque si viniera de su población autóctona, porque estamos hablando de una población silvestre que cría entre el nordeste de Siberia y Groenlandia pasando por las zonas árticas de Norteamérica.
No obstante, fue un placer ver como se comportaba paciendo con el resto de gansos (al menos 134 Ansares Comunes). Os pongo un vídeo que le hice para compartirlo con vosotros.

Un abrazo, y feliz entrada de año 2012.

martes, 27 de diciembre de 2011

Me cago en tó

¿Miedo a los humanos? ¿Respeto a los superpredadores? ¿Cautela en la conducta?
"Me cago en tó!" es lo que parece que me quiso decir este Zorro este último atardecer.
Estaba haciendo una espera en una zona de la Cordillera Cantábrica, cuando oí algo a mi espalda. No era sino este zorro ¿o zorra?, que venía a ver si se me había caído algo de comida. Como para dejar el bocadillo posado a 5 m...

jueves, 22 de diciembre de 2011

Tocó el gordo por el sur

18 horas de coche, 1600 km, 27 horas con los prismáticos en la cara y 0 Linces.
Era injusto, pero la observación de fauna es así. Recogimos nuestros bártulos después de 3 días de intensa espera. No habíamos tenido suerte, y volvíamos a casa con un coloñu frustración.

Pero hoy era 22 de diciembre, el día del Sorteo de Navidad, y al parecer este año los premios no eran sólo en metálico. Ya volviendo, denoche cerrado, una curva nos deparó a Jandro y a mí una grata sorpresa. Un Lince Ibérico se cruzó en nuestras vidas, dándonos una alegría de pocos segundos, que celebraremos durante el resto de nuestras vidas. En los próximos días, Alejandro nos contará en su blog con más detalle cómo lo vivió él .
Ha sido una pena, de verdad, que los otros 2 compañeros que nos acompañaron en la aventura se marcharan 10 minutos antes. Yo, les brindo este éxito a ellos, pues se lo trabajaron tanto como nosotros.
La foto del paisaje que os pongo me la prestó Alejandro.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Una de rastros: La Loba y el Raposu

Aquella mañana, al poco de desperezarme, estuve viendo cómo una loba solitaria pasaba casi por delante mío tras una noche de nevadas. La misma había cesado. No así la ventisca, que aún encogían mis orejas hacia abajo, y las de la loba hacia atrás.
Estuve unos cuántos minutos disfrutando con esas imágenes tan caras de conseguir. Un lobo ibérico campando a sus anchas por la Cordillera Cantábrica, no es nada fácil de ver. Por término medio, hacen falta  horas a cientos en el monte para conseguirlo.
Una vez terminado el espectáculo, sólo queda aprovechar tal evento para aprender más sobre este animal. Seguir sus huellas en sentido contrario al que avanza el animal, es un buen método para aprender por dónde se mueve sin necesidad de molestarlo. Siguiendo su rastro, vi dónde bebió, dónde se paraba, dónde se subía a una piedra para probablemente ventear e incluso otear, ¡quién sabe si para aullar, como en los sueños!
En uno de los tramos del rastro, me encontré con algo particularmente interesante. El rastro coincidía con el de un zorro, que obviamente había pasado antes (de ser al contrario, yo mismo lo habría visto). El zorro se metió en una zona de brezos altos, enredando entre ellos para un lado y para otro, y la loba, demostrándome cláramente que lo seguía, daba los mismos rodeos que el pequeño cánido. A una de las vueltas más enrevesadas del zorro, la loba se despistó o cansó, y dejó de seguir el rastro para proseguir su camino hacia dónde se encamaría a pasar el día.
Pinchar para ver mejor.

He escogido la foto más clara que vi para plasmar el rastro, e intentar compartirlo con vosotros. He de decir, que como pasa la mayoría de las veces, es muy difícil plasmar en una única imagen todas las características que involucran la decisión de quién era el que pisaba. Así, podría haberos cogido una foto en la que se viera la mano del lobo perfectamente más redonda que el pié (aquí no se aprecia tan bien), y a la vez apenas se verían marcados los pequeños dedos del Zorro. O podría ser al revés. Esta, aunque no perfecta, alcanza la descripción más global. Por lo que cuento, habréis de deducir que con una única foto, es muy difícil determinar la autoría. Si a mi me pasan esta foto, no sabría decir si la huella pequeña es de gato o de zorro. O si la grande es de lobo o de perro.
Es el conjunto de huellas lo que configura el rastro. Y es el rastro el que hemos de analizar para saber de quién son las huellas.



miércoles, 14 de diciembre de 2011

El poder de la altura


En la naturaleza, en la vida, se puede estar más a la derecha o más a la izquierda que alguien o algo. Estas distintas posiciones, no tienen por qué implicar nada. No ocurre así con el famoso "Arriba y abajo" que muchos aprendimos en las lecciones de Barrio Sésamo. Estar arriba, le supone a un pequeño Cernícalo atacar al gran Águila Real. Le supone a un Lobo, decirle a otro que él es el que manda. O le sirve a una persona para dominar a las que tiene por debajo. ¿Por qué antes los profesores tenían su mesa sobre una tarima? ¿No es verdad que subidos 10 cm más arriba imponen un poquito más? ¿Por qué cuándo nos desafíabamos de pequeños los unos a los otros nos poníamos de puntillas en actitud intimidatoria? Los más chulitos, los que quieren dominar, tienden a gastar más la punta que el talón, ¿verdad? Algunos siguien haciendo esto de mayores en conversaciónes cibérnéticas USANDO LAS MAYÚSCULAS A TODAS HORAS, pero ese es otro tema en el que no vamos a entrar. En los organigramas de las empresas, siempre el mandamás está arriba, ¿conocéis alguno invertido? Si en alguna empresa le hacen así, seguramente al jefe se lo tomen por el pito del sereno. ¿Por qué en los podios se pone en el lugar más alto al campeón? ¿O por qué Napoleón iba sobre su caballo en lugar de ir debajo?...  ;-)
La altura confiere poder, y cuándo no es así, al menos hace sentirlo. Está claro, que yo no era más poderoso este sábado que todos los que estaban con los pies en la tierra, pero nadie me puede decir, que yo no sintiera por dentro la sensación del poder, del dominio. Tan pronto veía la gran urbe barcelonesa, cómo mi antigua casa de Sabiñánigo. Tan pronto puertos mediterráneos con sus barcos, como aquellos pirenaicos en los que pasé tantos días liberado de mi trabajo. Y tan pronto despegamos, como aterrizamos "¡y a tomar pol culo poder!" Volví a estar con los pies en la tierra, pero ojo, fui muy feliz por allá arriba retratando paisajes, en gran parte conocidos, y en otra (también gran parte) por conocer.
Os pongo una de las muchas fotos que saqué. Representa el Golfo de Bizkaia. Pinchad la foto, pues en la miniatura apenas se ve nada. Me he tomado la molestia de etiquetar los enclaves más llamativos. Antes de llegar a Bourdeaux, se dejan de apreciar los contrastes en el paisaje, pero fijaos cómo se ven las Marismas de Orx, ese lugar tan apetecido por los pajareros por sus singulares especies invernantes.

Costa vasco-francesa desde la ventanilla de un avión de pasajeros. Pinchar para ver bien.

martes, 13 de diciembre de 2011

Crónica: Flipando por el Delta

Después de tres semanas de parón en el blog, lo retomo para contaros como me fue por la desembocadura del Ebro, a donde viaje entre el día 6 y el día 9 de diciembre:

Morito en un arrozal anegado. Pinchar para ver mejor.

Finales de otoño, es una buena época en la Península Ibérica para visitar los humedales y ver aves, pues es aquí, donde parte de la población invernante de aves acuáticas europeas viene a parar para pasar el invierno.
Julio Roldán, decide hace unas cuántas semanas, organizar un viaje ornitológico a este paraje, para lo cuál cuenta con unos cuántos amigos. Finalmente, sólo vamos Araceli Delgado, el organizador, y yo mismo. Tres, fue un buen número, pues pudimos ir en un sólo coche, bien cómodos.
Garcilla Cangrejera tras un lance de caza. Pinchar para ver mejor.
Yo me acerco hasta L'Aldea en transporte público, donde me cogen ellos el martes 6 antes del mediodía. De allí, no hacemos más que ir a un bar a organizar rápidamente por donde empezar, y de allí, vamos hacia el sur del todo, a Sant Carles de la Rapita, donde visitamos el puerto, y donde apenas vemos unas gaviotas y ardeidas para entrar en contacto con el Delta. Allí cogemos la superfurgo de Julio, y a pocos kilómetros, camino de Poble Nou, hacemos la primera parada, que se traduce enseguida en flipada. Muchas decenas de Moritos, ardeidas, gaviotas, limícolas y otras aves, inundan los anegados arrozales. Cuento uno a uno más de 150 Moritos, para luego darme la vuelta y ver un bando en vuelo de más de 300. Vimos el Archibebe Oscuro (del que luego veríamos muchos más). De allí, vamos a La Tancada. Allí vimos varios miles de Flamencos a corta distancia. Espectacular imagen en nuestras 6 retinas, rebosantes de rosa gracias a los 3900 (estimo) Flamencos allí presentes. En Riet Vell, lo que más nos impresionó, fue ver hasta 49 Calamones a la vez!!! Además, alli nos sorprende una Golondrina Común, que se ha negado por lo visto a ir a África, ¿o aún se irá?
Flamencos en La Tancada. Pinchar para ver mejor.
Al día siguiente, amanecemos con un paseo por la playa a la altura de la urbanización de los Eucaliptus. Vemos nuestras primeras marinas (pardelas baleares y alcatraces), y la gozamos con la presencia no muy lejana en mar abierto de una Serreta Mediana que localiza el bético. Vamos también a la Encanysada, para visitar los distintos puntos. Allí, vemos a lo lejos 4 Malvasías Cabeciblancas. Repetimos La Tancada en su observatorio, pues merece realmente la pena. Vimos y fotografié una de las dos Garcillas Cangrejeras que sacamos en el Delta. He de destacar con respecto a hace unos años, y cómo era de esperar, la gran cantidad de Garcetas Grandes presentes. ¿Cuántas puede haber en el Delta? ¿200 quizás? Terminamos el recorrido en La Alfacada, el observatorio con una mejor construcción que nunca he conocido. Allí, pasamos unos minutos muy emocionantes viendo simplemente como una Garza Real engullía un pez de grandes dimensiones. Lo mejor fue cuando ya lo había tragado, y comenzó a dar coletazos en su esófago, haciéndola bailar la danza del vientre (versión forzada).
Amanecemos un día más rodeados de naturaleza, reclamos de aves, viento, y humedad. Nos adentramos en nuestro vehículo por la Platja del Trabucador, donde vamos haciendo diversas paradas. Una de ellas es para disfrutar con una joven de Halcón Peregrino, que captura a unos 200 metros nuestros un pajarillo, posiblemente un Buitrón. Lo deja herido, y eso la obliga a hacer varias pasadas hasta que lo recoge del suelo. La luz es buena, y sólo la larga distancia (para fotografiar) impide que haga unas fotos de libro.
Hembra joven de Halcón Peregrino en plena escena de caza.
 En esa misma playa, hacemos varias paradas mirando tanto hacia el interior, como a mar abierta. Lo más destacable, respectivamente, es un grupo de 32 Serretas Medianas, y una balsa de 264 Pardelas Baleares. De allí, abandonamos el hemidelta sur, para pasarnos al septentrional. Vamos al observatorio más oriental de dicho hemidelta, una nueva construcción forrada en madera, que no había visto yo en aquellas visitas que hice la pasada década. Desde él, contabilizamos unos 10.000 Azulones en la Isla de Buda, por citar sólo alguna cifra que os impresione. Por esa zona del delta, cenamos y hacemos noche, pero antes, vamos a Deltebre y hacemos desde allí una sesión de "moonwatching".

Garceta Grande atenta. Pinchar para ver mejor.
Es en el observatorio de La Garxal donde comenzamos nuestro último día de pajareo. Hay muchas cosas interesantes, pero lo que más nos llama la tención, es un grupo de hasta 16 Fumareles Cariblancos dándolo todo sobre la lámina de agua. De allí nos vamos al Canall Vell: Garcetas Grandes de nuevo, un bando de Flamencos, Cormoranes Grandes en un grupo de unos 350 ejemplares (de esta cifra no estoy seguro). De allí vamos a la punta del Fangar, donde no vemos gran cosa, para luego, al mediodía, ir hacia el Fangar por su orilla sur. Allí, a la hora de la comida, nos quedamos ensimismados con un grupo de unos 4000 (¿o eran 4500?) Correlimos Comunes. Obviamente había muchas más especies, aunque ninguna rara. Para acabar el día, vamos a la Isla de Gracia, donde disfrutamos con un dormidero de al menos, 16 Martinetes. También vemos 1 Garcilla Cangrejera.
Julio y Araceli pajareando en la Platja dels Eucaliptus. Pinchar para ver mejor.
Ese mismo día, ya de noche, tiramos hacia el norte por la costa, para hacer noche en Cubelles. Y de vuelta al aeropuerto, paramos en Prats de Llobregat. Allí, lo único que nos llamó la atención fue ver por las calles Cotorras Argentinas, que se ve que allí son algo normal. Terminamos nuestra visita al delta con unos números quizás no demasiado llamativos en cuánto a número de especies (91 creo recordar), pero sí en cuánto a espectáculos vividos. Los grandes bandos de varias especies, el lance de la Peregrina, el de la Garza Real, esas especies tan difíciles por el norte como Moritos o Garcillas Cangrejeras, etc.
Me siento en el deber de mencionar lo agusto que estuve con los 2 compañeros de viaje, con los que  espero volver a coincidir en alguna aventurilla más. Un abrazo para los dos.