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domingo, 27 de febrero de 2011
Por aquellas cumbronas
Las ascensión cargados se hizo un poco larga, pero el lugar mereció la pena.
Por el camino, una Perdiz Roja aparecía desplumada, probablemente por el Azor. Esto fue a casi 1400 m en mitad del hayedo que rodeaba unos pastos. Más arriba, un Rebeco brincaba cerca de un pico para doblarle. Los rastros de Lobo se pudieron ver en varios rincones.
Una apacible noche, sin viento ni nubes. Encima con poca helada, algo que a 1700 m de altitud se agradece a la hora de meterse al saco... De noche, pocos sonidos. Únicamente un Cárabo valle abajo, allá donde los bosques emplazan las últimas hayas cabeceras.
Por la mañana, comprobamos estudiando unas huellas como un Lobo pasó a unos 200 m de nuestra cama. Si no hubiese ignorancia, no habría sueño, está claro. En un cotero, muy por encima del límite arbóreo, una pareja de Herrerillos Comunes celebran el anticiclónico día. En la braña siguiente, una Perdiz Pardilla se refugia a nuestro paso. Bajando por una gélida ladera, detectamos muy poca vida, que se torna en otra cosa cuando comenzamos a llegar a los prados y hayedo. Rastros de Gato Montés, de Zorro, de Lobo, de Ciervo, de Corzo, de Jabalí, de Pito Negro, de Turón, etc. La terma sensación, alberga vida.
Si nos tuviéramos que quedar con alguna imagen de la excursión, supongo que sería la de un atrevido Acentor Alpino que tuvimos relativamente cerca, y que curiosamente, en el momento de la observación, compartía roca con un Escribano Montesino. ¿Casualidad? Os dejo una foto de esta bella ave (el Acentor Alpino). Observese las pintitas de la garganta (pinchar la foto para ver más detalle), ¿no es espectacular esta especie?
domingo, 20 de febrero de 2011
Un pocu de fiesta
¡Un pocu de fiesta!"
Así versaba el comienzo de una canción de La Humera en su disco El Milagru de San Ché, y así titulo yo la entrada presente. Porque, ¿qué sería de la vida sin un pocu de fiesta?
Y así me la monté yo hoy solo en la cocina mientras veía llover. Al calor del fuego: a mi derecha, un trozu chorizu; a mi izquierda, un peazu queso de cabra. En las manos la flauta...¡y al ruedu!
A los entendidos en esto de la música, pido disculpas por la escasa técnica mostrada... Empecé hace 1 año, pero he ido a cuatro clases. Mi aprendizaje ha sido al más puro estilo "pastor de puertu". Me han sufrido los cortados de la Sierra de Segura en Jaén, la de Castril en Granada, las solitarias playas murcianas, las eólicas tierras tarifeñas, la montañas pirenaicas, por supuesto las cantábricas, e incluso la selva amazónica. Y cómo no...todas sus gentes. En estos lugares y en muchos más, he disfrutando errando, y a mi manera aprendiendo. Después de un año, puedo ver algún resultado, que aunque a ojos de alguien con conocimiento en el tema sea bastante mediocre, doy fe de que es más de lo que esperaba de mi mismo en este campo...
Es una adaptación de un conocido tema no folclórico precisamente. Me refiero a Fiesta Pagana, de Mago de Oz. Tocado un pocu a lo toscu. Las paradas para coger aire creo que se pueden eliminar dejando de fumar (he oído). Me preocupa el tema, porque no fumo, así que cómo no me enseñe alguien a respirar mejor, voy apañau. Los atrevíos, que enciendan los altavoces.
sábado, 19 de febrero de 2011
La magia de la Garceta Sol (Eurypyga helias)
Copio de Aves del Ecuador:
“...Escasa a lo largo de ríos y arroyos selvosos...Cobijas del ala exhiben grandes lunares blancos, pero es lo expuesto en vuelo o cuando estira las alas lo que la engalana: un patente “rayo de sol” leonado vivo y rufonaranja que destella de las primarias.”
Cuando aquel primer día entrábamos en la enmarañada quebrada, afluente del río por el que nos habíamos aproximado, una preciosa ave levantó el vuelo a nuestro atraque para posarse en unos troncos cruzados sobre el agua poco más alante. Así ocurriría despues casi a diario en mi estancia en aquel rincón de la selva amazónica. Tenían su territorio donde amanecía cada día, y dónde acudía al caer la tarde. Me cuadra lo de que es escasa, pues en ningún otro rincón de la selva dí con ella. No se mostraba demasiado esquiva cuando no me exponía descaradamente. Medio escondido, podía estar a 30 m de ellas sin demasiada dificultad. Os pongo una foto, no sé si de macho o de hembra, pues al parecer no hay dimorfismo entre ambos sexos.
jueves, 17 de febrero de 2011
Vino la nubona
Aproveché ese claro en la mañana para subir a un collado 300 m sobre el pueblo. Un corzo se había estado moviendo poco antes de llegar yo, pues vi sus huellas aún sin tapar por la nieve, por lo que no tendrían más de 2 horas. Un sinuoso rastro, más cubierto ya, pero aún visible, me contaba que al amanecer, probablemente un Tejón había paseado por dónde ahora lo hago yo, buscando su guarida para refugiarse del día, y de la blanca sábana que viste el suelo del robledal.
A mi vuelta, y comenzando a descolgarse algún copo de una nube que venía como avanzadilla de otro frente, no me pude resistir a sacar esta foto del pueblo para compartirla con vosotros. Ahora, al calor del fuego, y con té de puerto calentito, lo subo a la red, para que de alguna manera, podáis disfrutarlo. La colgué con más resolución de lo habitual, por lo que si pincháis la foto os llenará más la vista.
jueves, 10 de febrero de 2011
domingo, 6 de febrero de 2011
¡Vaya estirón hiju miu!
Acá me tenéis, con 31, y creciendo!!!
La foto está sacada este invierno del 2011 en Polaciones a 1500 m de altitud.