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lunes, 26 de abril de 2010

Como duende en los hayedos...

Estamos en primavera, y los aún cercanos fríos paseos se han convertido en agradables jornadas de campo con siestas incluidas...
Ayer iba con mi amigo Alejandro a montes lebaniegos. Una vez aparcados, él decidió recorrer los cordales, y yo el interior del bosque. Llevé a la práctica una técnica que habitualmente llevaba a cabo cuando era un mozalbete. Se trata de andar por el bosque como si no estuvieras allí, sin que casi nadie se entere. Pensando cada paso que das para hacer el menor ruido, y mirando con mucho detalle que no se mueva nada entre el arbolado. Lógicamente es difícil, y casi siempre no funciona, es decir, los animales, por muy metódico que seas con la técnica, te suelen descubrir antes que tu a ellos. Pude sorprender sin embargo a una pareja de Corzos, que tardaron en descubrirme unos minutos porque me exponía un poco para poder fotografiarles. Es por la mañana, y en la foto (si la pincháis se amplía) se ve cómo de la boca del Corzo sale el vaho mientras me ladra preguntándo quien soy. Al ver que no respondía como que era otro Corzo, es cuando se mosqueo, y se fue con la hembra unos metros más abajo por si acaso...pero no mucho más lejos, pues tampoco se acabó de enterar de mi identidad. Luego vi 3 Ciervos macho que me vieron antes que yo a ellos, y sorprendí a un Zorro no por mi técnica, sino porque el no tenía prismáticos y estaba a más de 1 km.
Al cruzar un arroyo, una preciosa Salamandra posó para mí durante unos minutos. En la cabecera del hayedo, un posible rastro de Lobo de varios días amenizaba la vuelta al coche.

1 comentario:

  1. Muy bueno el corzo y la estrategia de aproximación. Yo últimamente estoy enrachado con ellos. Saludos...

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