Fue una dura jornada de campo. Tuve la brillante idea de subir por una ladera desde los 1200 m hasta los 1900 teniendo en cuenta que la inclinación de la misma no requeriría mayor dificultad, pero tuve un desliz...no tuve en cuenta la cobertura vegetal de la misma.
Una vez en el sitio, me di cuenta de que era una hostil ladera vestida por aulagares, el arbusto de los pinchos para que me entendáis. Malo fue llevar con las espinillas todas las púas por delante, ¿cuántas habrán sido? Varias miles, sin duda. Pero aún fue peor pasarse la esponja durante la ducha por dichas espinillas. ¡Que escozor!
Esta noche, decidí hacerla en Aínsa. Me llevo sorpresa cuando llego y me encuentro con que no puedo aparcar. Luego me entero de que hoy es el Punchacubas, una fiesta del pueblo en la que se hace una muestra de los vinos artesanales del Sobrarbe, la propia comarca. A las horas que yo llegaba, básicamente, consistía en que pagabas 2 euros, y con eso te daban un vaso de cerámica en el que te podías echar lo que quisieras de cada uno de los 16 vinos que había en la muestra. Yo probé sólo tres, porque tenía claro que hacer un amplio muestreo podría tener resultados deplorables. Sin embargo, no era el vino el único motivo para estar alegre. Un grupo local de música folk, con dulzainas y demás instrumentos, amenizaban la tarde a pie de fuego. ¿Fuego? Quería decir fogata. 10 m de distancia bastaban para que el calor llegara a la piel.
-Mmmmmmmmmm, que bien, que calorcito...Espera, que esto no acaba aquí, ¿qué es eso? Pero si son farinosos!!! ¿dónde se compra el ticket para esto? ¿qué no? ¿que entra en los 2 euros de oro? Jodooooooo....Cuánto tiempo sin probarlos...-Los últimos los había hecho la madre de un compañero de Barbastro.
A los que me conocéis, no hace falta que os cuente como me puse a farinosos. Como diría uno que me sé..."pero que besssssstia". La verdad que sólo quería coger uno, pero la gente hablaba, bebía vino, y los farinosos (o dobladillos) se enfriaban. ¿Alguien ha dicho que da igual que estén fríos? ¡Nada! se enfriaban, y había que comerlos todos. Éramos pocos, y todos estaban en su grupo. No conocía a nadie.-Espera...a ese si que lo conozco.- Un chaval que trabaja en la zona con temas de fauna está en un grupo. Me atrevo a interrumpirlo.
-Perdona, creo que ¿nos conocemos?
-Hombre, ¿tu eras Máximo no?
Efectivamente, era él. Habíamos compartido una jornada de campo en un muestreo de fauna a 2400 m, con 1 m de nieve sobre el suelo, y con una noche de 7 grados bajo cero por delante. Como para no acordarse...4 semanas me duró la tos.
Pero bueno, con estos farinosos delante, ¿quién se acuerda de aquel frío? ¿quién de esa tos? ¡Carpe Diem!
Tio,es un placer leerte,me lo paso pipa,casi tan bien como tomando una birrita.Estoy pensando....coño,voy a por una,jajaja
ResponderEliminarSigue así,tu,lin.
como lo pasas lin!! hay que probar unos farinosos de esos
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