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lunes, 29 de octubre de 2012

El gato Donato

Esta noche (porque aún no era de día), salí de una "gran" ciudad, para ir a un gran monte. Madrugué menos de lo que me gusta, y cuándo llegue al monte ya daba el sol en alguna ladera. La nieve ha bajado hasta los 800 metros en el temporal del sábado, que acabó por la noche su parte fuerte, amaneciendo Cantabria nevada sobre esta cota. Avanzado el domingo, la nieve sólo permaneció a partir de los 1000 metros más o menos, y hoy lunes, permanecía aún a los 1100 m, una cota bastante baja para estas fechas.
La fauna ha estado dos días a refugio, y eso una mañana soleada como la de hoy, se notaba. Una pareja de corzos, el macho con la cuerna en la testa seguramente por pocos días ya, camina hacia el borde del hayedo, dónde se encriptará para sestear. Un rebaño de venados, con composición aún de berrea, pasta en una braña al mismo borde de la cota de nieve, mientras un macho menor que el dominante mira con envidia a 100 metros de distancia. Un gavilán, se vuelve loco en un acebal dónde centenares de paseriformes están ajenos a él. De eso se trata. Todos con prisas. Hasta el sol es raudo, y parece que cada cenicienta del hayedo buscara su carroza antes de que el sol avance más. Sin embargo y a contra corriente, alguien en la braña disfruta del sol. Alguien en aquella cuénere, sobre aquel escajal, y al resol de las laderas nevadas, goza del avance de la mañana. ¡Es el gato Donato!
Un gato montés, que tanto se me había resistido en mis últimas andanzas por la tierruca, rececha micromamíferos que evolucionan bajo tierra.
Gato del día en la pradera. Es a más de 1 km de distancia. Sólo la ayuda del telescopio hizo que pudiera disfrutar los lances.

Parece misión imposible cazar nada bajo tierra sin excavar, pero ¡eh ahí!. En cosa de 10 minutos, en una de las miradas que le echo de vez en cuándo para ver cómo va Donato, le veo con un gran roedor colgando de las fauces. Puede ser una arvicola terrestris y aún patalea con los cuartos traseros mientras el gato lo lleva a una mata de hayas relativamente cercana al campo de juego. Allí lo pierdo.
Minutos después vuelvo a rastrear esa ladera. ¡El gato Donato va a por su segundo plato! Basta con otros 10 minutos para que lo vuelva a ver con otro roedor, en este caso más pequeño (un posible microtus).
De nuevo, se dirige con el premio pendiendo de la boca hacia otra mata de vegetación. En esta ocasión consigo no perderlo: se queda al amparo de un acebo para dedicar 2 minutos a comerse la presa. Creo que este comportamiento de esconderse con cada una de sus presas puede tener como objetivo evitar molestias por parte de los siempre presentes córvidos.
Acabado el segundo plato, marcha Donato ladera abajo para esconderse en un hayedo, dónde esperará a que la digestión avance, para volver a salir a un pastizal, dónde parece que conseguir comida no le resulta demasiado difícil.
Un día leí en una guía ibérica, que un gato montés necesita entre 15 y 25 ratones diarios para alimentarse. Eso son unos 7000 ratones por año. ¿Qué sería de las poblaciones de ratones de no ser por gatos monteses y cárabos? El humano ha inventado el trampeo, el veneno...pero está claro, que el control natural, es a la larga el más efectivo y barato.
El día acaba en el fondo del valle, dónde me sorprende ver un grupo de 4 grullas adultas. Dado que Donato estaba lejos un rato, y que por lo tanto la foto no puede llenar el ojo a nadie, os pongo a una de las grullas adultas que me sobrevoló hoy en Cantabria, algo difícil de vivir por aquí.
Ejemplar adulto de grulla. El negro contrastado en el cuello así lo data.

2 comentarios:

  1. Hola Máximo!!!
    Me encantan tus salidas por los montes de mi segunda y vecina tierra y el montés no deja de ser una de esas especies que son mi debilidad.

    Según iba leyendo tu relato, pensé que el montés se dedicaba a enterrar lo que iba cazando; pero ya veo que le puede el apetito.. jeje

    un saludo!!

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  2. Juan, para serte sincero, con la primera presa no sé que hizo, y con la segunda no me pareció que excavara, pero a la distancia que estaba...podría ser que se me pasara desapercibido. ¿Acaso has visto este comportamiento en más ocasiones?

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