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viernes, 12 de marzo de 2010

Invitado especial: Alejandro García Herrera, 1000 lunes después

No teníamos 10 años cuando ansiábamos que amaneciera el lunes para encontrarnos en la entrada del cole y contarnos lo que habíamos visto:
-Yo he visto 6 corzos, huellas de tejón en el camino de siempre y una garza real muy cerca.
-Pues yo fui a Ucieda con mi padre. Vimos 14 ciervos, 3 corzos y 1 zorro.
Esto era una jornada de campo habitual. Básica ahora, pero cargada de adrenalina por aquel entonces. Tertulias de lunes antes de clase, en el recreo, por la tarde, yo creo que los detalles y cosas de menor importancia de lo vivido se alargaban en forma de relatos hasta el miércoles...y el jueves ya era día de fantasear con lo que veríamos el fin de semana. Alejandro es un amigo de los del pasado, de los del presente, y espero que de los del futuro. Hoy, 12.3.10, cumple 30 años. Quién me iba a decir un lunes de aquellos, que 1000 lunes después (unos 20 años) me seguiría deleitando con sus relatos. Antes parlados en el recreo, ahora escritos en los foros. Pego su último relato como homenaje a su trayectoria, y sobretodo a su amistad. Que tengas feliz día, y que tus proyectos vayan viento en popa. ;-)
Amanece un día frío en la cordillera Cantábrica, preludio de la nieve que se avecina para mañana, en este largo invierno que se resiste a abandonarnos. A las 7:50 h monto el telescopio con un objetivo, localizar al Lobo ibérico Canis lupus signatus. Enfoco hacia una braña donde habitualmente se alimentan los grupos de Ciervas y no localizo ninguna, lo que me hace pensar en la presencia cercana del cánido salvaje. Un grupo de yeguas pasta tranquilamente, aunque una de ellas mira con fijacion hacia un punto cercano. Giro el teles y ahí está el lobo, olfateando detrás de un arbusto. Vieja conocida que enseguida se pone en marcha, patrullando por el pastizal, en la misma zona que la viera hace unas semanas. Pasa junto a las yeguas, dos de ellas amagan con dirigirse hace ella, aunque la loba no se inmuta. A los 5 minutos (7:55 h) la pierdo de vista al trasponer la ladera. No obstante, a las 8:10 h la vuelvo a localizar en el mismo pastizal. Se detiene un instante a olfatear unas galerías de Arvicola terrestris volviendo a caminar al poco tiempo. Transita tranquilamente durante 1 km por una pista, parando cada cierto tiempo para olfatear el suelo, arbustos y piedras. Finalmente retrodece y vuelve por el mismo camino, sobre sus pasos, perdiéndola de vista a las 8:35 h al meterse en un acebal, en una valleja, donde es probable que se encamara.
Un rato después un grupo de Ciervas sale al pastizal a comer, temerosas miran con recelo hacia todas direcciones, por si el cánido estuviera cerca, que realmente lo está. Después de un rato se tranquilizan y se dedican a comer y descansar.
A media mañana me dirijo a un sector forestal en busca de pícidos, ya muy activos por estas fechas. Me posiciono en un grupo de robles, donde no tardan en aparecer los Picos medianos Dendrocopos medius. Llego a observar simultaneamente hasta 3 ejemplares. Uno de ellos relamente cerca, alimentándose, acicalándose y cantando de vez en cuando. Le responde otro ejemplar contiguo. El tímido sol activa por un momento a los paseriformes forestales, como Carbonero palustre, Camachuelo común, Trepador azul, Reyezuelo listado, etc. Un Corzo Capreolus capreolus transita por el hayedo.
A las 11 h decido terminar la salida, ya con el cielo cubierto y bastante frío.

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