Atardece en la Sierra de Segura. Mis compañeros y yo, hemos pasado un expléndido día de hacking enfrente de una pared en la que tenemos 2 pollos de Quebrantahuesos. Ellos preparan las mochilas para bajar al pueblo; yo, preparo el saco para dormir aquí, en la sierra, una noche más. Desde pequeño me gustó la noche en el monte. No ves, pero hueles la vida.
El sol se acerca al horizonte, y me quedo sólo. Los Quebrantahuesos han escogido lo más escarpado del cantil para dormir a salvo de posibles depredadores. Los canchales resuenan, los bichos ya los están atravesando. Normalmente son Cabras Monteses, en ocasiones Muflones, pero hoy se trata de un Jabalí. Un magnífico marrano adulto pasea sus navajas por la pedriza. Hay aún bastante luz, por lo que deduzco que habrá pasado el día encamado "cerca" de nuestro campamento base. Una Codorniz en los bancales del fondo del valle, un Autillo en las choperas, algún sapo Alytes por la misma zona...Los Ciervos y Gamos salen a pastar en las praderas semiabandonadas de aquel paleopueblo en ruinas. Ya con poca luz, un Chotacabras Gris viene hacía mí posándose a 7 m sobre una roca pequeña. Ya sólo veo el horizonte, las nubes, y a lo lejos, los rayos de una tormenta, que finalmente no llegó a mi zona.
Me embuto en el saco precipitadamente, pues una nube de agua barre mi ladera. El monte calla, y sólo un Cárabo, ya denoche, y al acabar de llover, se atreve a romper el silencio que parió la última gota.
Os pongo una fantasmagórica foto del atardecer desde mi atalaya. Si pincháis la foto, veréis el vespertino paisaje con más detalle.
Vaya sitio para dormir!! Se respira aire mediterráneo.
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