La cría campestre es un método de cría utilizado en aves rapaces cuando se quiere terminar su desarrollo en el nido sin la ayuda de los padres. Uno de los objetivos, es conseguir que no relacionen al hombre con el aporte de comida. Para ello, se coloca a los pollos con una edad lo suficiente para que se termoregulen y se puedan despedazar la carne ellos sólos en una zona apta para que puedan realizar sus primeros vuelos en un entorno que con el paso de los meses asociarán a "su paisaje", por lo que criarán en sus alrededores, o en lugar de similares características (filopatria).
En el caso que me ocupa, estoy en Pontones (Sierra del Segura, Jaén) colaborando en un hacking que pretende desde hace años reintroducir Quebrantahuesos en las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. Hace casi 25 años, que se vió aquí el último ejemplar.
Hasta el momento, en los últimos años, se han liberado ya 16 ejemplares, de los cuales parece que sobreviven 14. Varias amenazas, el uso cada vez menos extendido y cada vez más castigado del veneno por una parte, y el uso de munición de plomo (la convencional), que interfiere con la viabilidad de la reintrodución dada la sensibilidad de esta especie a las concentraciones de plomo en presas cazadas, abandonadas, y posteriormente comidas por esta carroñera.
Ahora mismo, tenemos 2 pollos en el abrigo de una cortado rocoso. Se llaman Tranco (en referencia a un cercano embalse) y Quiteria (en honor a la patrona de Santiago). Tranco, vuela hace ya una semana. da sus vuelos alrededor de la cueva entusiasmado, para volver siempre que puede a la misma, dónde se siente seguro, y dónde además, tiene comida. Quiteria, está a punto de dar su primer vuelo, y esperamos el mismo con ansia...La comida se la llevamos cuando aún no hay luz. Comen patas de ovejas y ciervos, y otras carnes que los hidratan. No podríamos llevarles comida con luz, pues asociarían al hombre con el aporte de comida, lo que provocaría que al volar se acercaran a los pueblos, no consiguiendo así una correcta adaptación al medio y a los hábitos de la especie.
Para ello, los relojes suenan a las 4:30 de la mañana para empezar la labor diaria. Ocurrió sin ir más lejos ayer. Hoy sin embargo, voy por la tarde. A lo mejor cuando llegue allí ya está Quiteria fuera del nido, pues como os digo, está a puntito...Ya os contaré la evolución. El resto de la jornada solar, se cubre vigilando a los pollos con telescopios desde medio kilómetro de distancia. En la foto que os adjunto, sacada ayer, se puede ver a los 2 pollos (muy oscuros y grandes). Tranco, más negro, está encima. Debajo de él, Quiteria, y a la izquierda, un adulto de Alimoche que se ha aquerenciado a la zona desde hace 2 semanas.
Muy interesante, en Picos se comienza este verano también la reintroducción de este ave.
ResponderEliminar