La crianza

Hoy estuve enriscado en un cotero que me gusta por las vistas que tiene. La mañana estaba asegurada por la buena compañía. Lupa, un amigo, y mucho sueño. De camino allí, más de noche que de día aún, un enorme jabalí se nos cruzó en el camino. Nosotros íbamos corriendo, el volando. Afortunadamente, 20 metros separaron un encontronazo. No hubo mucha suerte, porque la niebla nos rodeó durante muchos minutos, perdiéndonos parte de la mañana. Sin embargo, siempre hay algo con lo que entretenerse. Tres lejanos varetos pastando en una braña, y varias especies de aves rapaces. No muy lejos nuestro, gracias al telescopio, teníamos una conocida familia de buitre leonado Gyps fulvus. El pollo, está ya gordete, a medio criar, y muy gracioso. Las plumas de vuelo han salido ya de sus cañones. Estamos a una distancia larga, pero buena para la observación con telescopio. Hago una grabación a unos 200 aumentos, que da como resultado esta imagen tan cercana. Lo reducido del sensor de mi vieja cámara provoca que no pueda conseguir más calidad. Una pena, porque serían unas tomas muy bonitas. Se ve como el críu pide comida a su progenitor picándole el plumaje. Disfrutan de este momento, porque lo triste de este nido es que recibe 5 minutos de sol en todo el día, por lo que aprovechan el mismo para desperezarse.