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jueves, 17 de noviembre de 2011

Ahora a jendelo

Cortarlo en el monte, bajarlo al pueblo, se apila en pared solana. Se moja, se seca, se calienta...se vuelve a mojar, y eso ayuda a que seque la madera, a que se agriete. Tras un mes, ya se ha oreao, y ahora hay que jendelo. Con un hacha o con pinas (cuñas de acero). Se abre tronco a tronco en 4 o más trozos, dependiendo de su tamaño. Una vez que esté abierto todo, se apilará de nuevo en la solana pared que verá cómo le caen lluvias y nevadas, pero siempre con el consuelo de que el sol la va a secar ayudado por el aire. Para ello, hay que apilarlo con talento, dejando cuánto más aire entre tronco y tronco. Apilarlo cerrando todos los huecos, no conseguiríamos sino que se comenzara a pudrir todo el riberu leña. Una pequeña lona para ponerle a la pila a modo de sombrero, será su única protección.
Ya queda menos para el invierno...

3 comentarios:

  1. Y luego el fuego de una chimenea...eso si es hogar!
    Saludos camperos.

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  2. Cagonrros Máximo!! te pusiste como un coloso pa partir todo eso del tirón... jejeje
    Tómalo con calma que aún no llegó el frío-frío este año.
    La verdad es que presta más quemarlo que partirlo, verdad? y como te de la vena pirómana y no raciones, en cuatro días ya no hay leña.

    Para la zona del Oriente no apilamos la madera cortada, los paisanos la cortaban cada par de días más o menos, según las necesidades (tb. allí no nieva y hace menos frío) , las casas tienen la típica cocina de leña y estufa a la vez. Muy práctica, pero no veas lo que jode hacer los tacos más pequeños que esos que nos muestras... para que así entren por el agujero...

    un saludo y toca calentarse!!

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  3. jendelo bien que húmedo no prende!!

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