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jueves, 20 de octubre de 2011

Con treinta bigotes por banda...

Con treinta bigotes por banda,
cola larga, gorda y bella,
no corre el Lirón sino vuela
por vigas del invernal.
No con hojas de cagiga,
sino con las de un simple diario
se trae un trajín que no veas,
pa'preparase el su nial.
El periódico sobre el armario,
es troceado y transportado,
a la otra punta de la viga,
dónde él quiere hibernar.
Ya tiene hecha la cama,
acumuladas ya las grasas,
que le van a permitir
¡medio año sobrevivir!
Clickar para ver más grande y mejor.

Y cómo si de un feto se tratara, el amigo Lirón se tornará sobre sí, para perder cuánto menos calor. La temperatura exterior bajará, y la suya también. Los latidos de su corazón disminuirán a un ritmo mínimo, al punto justo, donde la vida tienta a la muerte. Es lo que en un motor se llama relentí, y es una estrategia para poder sobrevivir a una temporada en la que los recursos y las condiciones harían muy dura la vida de esta especie arborícola, y de hábitos nocturnos. 6 ó 7 meses dicen los libros que hiberna este animal. ¿Os imagináis que pudiésemos hacer lo mismo? En tiempos de escasez, ala, a la cama, y a poner el despertador dentro de medio año, ¡que gustazo! Procede de aquí, para el que no lo sepa, la expresión de "dormir como un lirón".
La pasada semana intentaba localizar lobos por tierras zamoranas cuando sonó mi móvil. Era mi padre. Teníamos un Lirón en Gormeján, que estaba a la vista todo el día. En cosa de 2 días, estaba yo allí para intentar dar con él. Llegué, y un minuto me costó. Desde hace unos 10 días, según testimonios familiares, llevaba bajando a la parte alta del armario, donde había 4 hojas de periódico. De él, hacía trozos grandes, que deduzco que se llevaba a un hueco de la pared, dónde ha debido estar elaborando un nido para hibernar durante algo más de una semana. Para fotografiarlo en unas condiciones óptimas, preparo un escenario y lo cebo para tal fin. Para mi sorpresa, hace caso omiso a los cebos, y sólo consigo fotografiarlo agarrado a la viga, de la cual no se separa. Ni come, ni hace nada durante el día, ni tan siquiera esconderse. Está allí, a la vista mía, dónde se deja hacer fotos a menos de 2 m. Si se siente molestado, anda por la viga 4 metros, para quedarse de nuevo allí, a la vista. Así le dejo, y así está todo el día 15 de octubre. Ese mismo día, algún amigo que me llama por teléfono es puesto al día del espectáculo único, pues no suele resultar una especie fácil de ver, y menos en tales condiciones. Tal es la situación, que 2 amigos se animan a subir al día siguiente. Para sorpresa de todos, ¡no se deja ver en todo el día! Concluyo, a riesgo de equivocarme, que el amigo ha decidido meterse a hibernar hoy mismo, día 16 de octubre, por el cambio de tiempo de estos últimos días.
Por los pelos le he pillado yo, y por los pelos no lo pillaron Ángel ni Chuchi...

3 comentarios:

  1. Muy original!! ese estaba esperando la primera gota de agua y el primer grado para abajo, para echarse la gran siesta de medio año...

    un saludo!!

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  2. Que maravilla tiene que ser tenerlo en casa!
    Una foto muy simpática.
    Saludos

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  3. Enhorabuena por la captura Bichu ;O)

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