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lunes, 14 de diciembre de 2015

Gavilán no perdona

Es media tarde. Estoy oculto entre la maraña de carrizo dando vistas a una laguna. Mi cuerpo inmóvil, insonoro, casi inerte. No giro la cabeza: sólo muevo, lento, los ojos a un lado y a otro. Respiro despacio. Prohibido toser, prohibido estornudar. Prohibido aparentar vida.
Grupo de grullas vocifera y regaña la actividad de cuatro jabalíes que se atreven a salir a la luz. Dos gallinetas salen por patas al ver aproximarse a un aguilucho lagunero. Una docena de bigotudos reclama mientras se mueve por un eneal en busca de su preciada semilla. Lejana reclama en la orilla una lavandera blanca en vuelo. Y pocos pájaros más, ocupan este hábitat. Algún pájaro moscón, pechiazul, ruiseño bastardo...

De repente una máquina con plumas pasa frente a mi cara. Dos metros nos han separado durante esa mágica milésima de segundo en la que mi vista y su vuelo se cruzan. Es un gavilán Accipiter nisus. Recorre aprisa la orilla del carrizal a 1 metro de altura. A 50 metros míos, encuentra una percha expuesta en la que descansa y otea. Si un pajarillo en la orilla se despistara, la rápida reacción de esta pequeña rapaz, hará muy posible su captura. Si es una lavandera, caerá una lavandera. Y si es el escaso y amenazado bigotudo...será un bigotudo. Gavilán, no perdona.

domingo, 6 de diciembre de 2015

Una docena de años después

Me gustaba mucho la fauna, pero apenas había salido de mi tierra, la Cornisa Cantábrica.
Por aquel entonces, ver una abubilla, un abejaruco, y no hablemos de palabras mayores como avutardas, era para mí toda una novedad. Un día me llamaron por teléfono para proponerme un trabajo. Cuando me quise dar cuenta, estaba camino a la provincia de Teruel. En mi Super Patrol iba con mi equipaje: ropa, ordenador de sobremesa (con una pantalla de aquellas que abultaba medio maletero), electrodomésticos varios, material óptico, mis libros (supongo que sólo una selección de los 20 más importantes), botas de nieve, botas de agua, botas de seco...zapatos, creo que no llevaba. Entre todo el equipaje, asomaban dos cabezas. Si, eran mi difunto abuelo Luis, y mi querida abuela Loles, que por supuesto, no iban a permitir perderse la exclusiva de la emancipación de su nieto. La verdad, es que fueron una gran ayuda en muchos sentidos. De aquellos 15 días, sólo les quedó el recuerdo de aquella gélida noche jugando a las cartas al calor de una estufa de leña que nos calentaba lo que calienta una cerilla a metro y medio (y no me extraña). Sin embargo, yo recuerdo muchas más cosas, como el viaje en sí.

Y dentro del viaje, recuerdo con especial cariño aquel momento en que ya en la provincia de Teruel, y rodando la vieja N234, veía con estupor a mi derecha (si, me acuerdo a que lado de la carretera era) un bando de grullas alimentándose en un campo. ¡Qué maravilla! Eran mis primeras grullas. Una observación con muy poca calidad, pero al fin y al cabo, mi primera observación.
Gigantes aves. Tan majestuosas como escandalosas. Atractivas, desconfiadas. Fueron muchos los fines de semana que me acerqué a la querenciosa Laguna de Gallocanta, donde aparte de disfrutar a estas aves, tuve la oportunidad de conocer a grandes grulleros como Javi Julve, Antonio Torrijo, Felipe Rosado, Carmina, y muchos más.
Quien me iba a decir a mí, que años después, me iba a tocar pasar una invernada llegando y saliendo a casa con el trompeteo de 3000 de estos animales a menos de 1 km de mi cama. Disfrutar cada día con su comportamiento. Tenerlas, a escasos metros de mi cara, como hace 2 días. Escondido para ello con el fin de lidiar su recelo, comportándose ellas como en mi ausencia. Os dejo una de las 700 fotos que pude hacer en una excitante sesión.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Porrón osculado

Bucephala clangula es un pato nórdico difícil de encontrar aquí, en Iberia. Nace en aguas interiores de la taiga del norte de Euroasia y América. El nido, lo sitúa en la oquedad de un árbol, que puede ser por ejemplo el nido abandonado de un gran pájaro carpintero. Cuando los pollos eclosionan, tardan poco en dar su primer gran salto, por supuesto aún sin plumas para volar. Si hablaran, sin duda, sus primeras palabras no serían ni "papá", ni "mamá", sino "vaya hostia". Este vídeo no es de esta especie, pero es similar a lo que hacen estas aves.

Este ejemplar lo descubrió en un parque urbano de Santander Ignacio Fernández Calvo el día 12 de este mes. Hoy, una semana después, pude acercarme para recordar la belleza de tan singular especie, que sólo se ha localizado en 3 ocasiones durante los últimos 8 años en la región cántabra.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Gallineta

Era tal la composición que tenía ante mí, que costaba discernir si realidad u hoja de guía. Dos pollas de agua, empeñaban sus movimientos para mostrarse a la par en idénticas posturas, como queriendo decir "nosotras también valemos para salir en la guía". Gallineta adulta y joven gallineta posan para mí, y aquí, también para vosotros.



jueves, 29 de octubre de 2015

Sólo con saber que están ahí...



Aprecia la fauna quien vela por su bienestar, no quien hace todo lo posible por meterse encima de ella en su hábitat. Cuando un medio de comunicación desvela dónde y cuándo ver un oso: oso condenado a la molestia.
Para más inri, molestado muy posiblemente por parte de un grupo de gente que se autodetermine “amantes de los animales”. Esto lo provoca la mayor parte de las veces un desconocimiento por el que todos hemos pasado. Aún recuerdo la desbandada de buitres que creé hace más de 20 años cuando con una cámara compacta de carrete de veinticuatro, y cargando con tanta ilusión como ignorancia, fui sin dilación andando para sacar una foto a aquella carroñada. Estoy seguro que así es como ocurre en la mayor parte de los casos, y es deber para quienes tenemos más aprendida la lección, informar a los interesados sobre cómo intentar ver cada especie minimizando las molestias.
Hay gente con obsesión por ver cuántas más veces, a una u otra especie. Esto no suele pasar con las especies comunes. Nadie se pega por ver zorros o urracas, bellos animales ambos. Hay gente obsesionada por especies como el oso, o como el lince. Especies amenazadas, y sumamente difíciles de ver de no ser en ciertos sitios y en ciertos momentos. Especies que pueden dar cierto prestigio social en determinados círculos sociales. Muchas veces esta obsesión puede conllevar un peligro para el animal por las molestias causadas. Otras pocas veces, el peligro se da la vuelta de la mano (de la zarpa en este caso) de especies como el oso, que viéndose acosado, puede no dudar en cargar para liberarse de un supuesto peligro. El peligro a lo mejor es una persona cuya única intención es sacar una foto cercana al animal. Pero el pelos, que no tiene porqué saber si ese paisano conlleva peligro o no, opta por curarse en salud, pudiendo llegar a poner en peligro la vida de la persona. Así ocurrió hace bien poco en montes cántabros.
He vivido 4 años en “la casa del oso”, y pese a pasar muchos días en el monte, sólo lo vi en 7 ocasiones si no me falla la memoria. Más o menos sabía las mejores zonas para la especie, sin embargo no por ello iba a ellas. Esas zonas las consideraba sagradas y por mi parte, permanecieron casi tan tranquilas como si yo no viviera allí y respirara a través del telescopio. ¿Lo intenté ver decenas o incluso cientos de veces? SÍ, pero limitándome a coger visuales muy largas y amplias, desde donde la observación no implicara molestia ninguna a esas zonas concretas. En esta línea, llegué a ver al oso incluso desde casa. De hecho, grabado está, y lo podéis ver aquí.

Después hay otro tipo de gente, que se presenta siempre que puede en populares sitios para también populares especies (lease oso, lince y lobo). Ocurre esto, a otros niveles, con la berrea del ciervo por ejemplo. Esta gente, va frecuentemente a estos eventos naturales, y curiosamente es habitual que despotrique sobre la masa de gente que se agolpa en dichos sitios. Lo hacen endiosados en una posición que ellos sitúan ajena a la masa. Ejemplo real:
“Es que es una vergüenza que dejen estar aquí a 70 personas en un sitio que hay lincesas criando”. A ver “sotonta”, ¿no estás viniendo tú cada 15 días aquí para ver linces? Pues si crees que esto se hace de una manera que no conlleva peligro para la especie en la actualidad, cosa que creo yo, cállate e intenta disfrutar. Si crees que conlleva peligro, deja de venir y protesta desde casa. Pero si vas probablemente más que nadie en el mundo a ver linces ibéricos, no protestes sobre la abundancia de gente que viene a verlo…porque si realmente es una molestia severa, habrá que regular, o que poner un cupo. Y si se pone un cupo, tú ya gastaste el tuyo y el de toda tu familia hace años. Me puso de muy mala leche aquella “persona”, lo admito. ¡“Sotonta”!
Una vez escuché a una persona decir:
“Si no se pueden ver los osos porque resulta que se les molesta, ¿para qué nos valen?”
Quizás haya que aprender a mirar un paisaje bien conservado, y disfrutarlo sabiendo que allí están. Sin más.

martes, 27 de octubre de 2015

Turón

Hace pocos días pude disfrutar de un turón a la luz del día, algo que nunca antes había conseguido. Sin embargo, la rauda observación, no dio pie a registrar digitalmente. Quedará en la memoria pues...
No obstante, si que pude grabar estos mismos días a esta especie, y en el mismo lugar, pero por la noche, que es cuando estos mustélidos, tienen sus picos de actividad. Os dejo un corto pero valioso frangmento, de lo que si que hay, pero que apenas se ve.



martes, 20 de octubre de 2015

El acebo mágico

Lo recuerdo como una selva cantábrica con una carga energética muy alta para mí. Demasiada al principio... Era un niño, y caminaba sólo hasta el arroyo Gormeján. Hasta allí bien, pero cruzar el río y meterme en aquella mágica montaña, era otro cantar. No eran lo mismo los soleados cagigales de mi querenciosa y conocida ladera, que aquel umbrío dosel forestal.
Cumplía años, y me fui armando de valor. Cuando me di cuenta, con 17, ponía la alarma a las 5, a las 4, e incluso a las 2 de la mañana, para con una linterna de buceador, hacer mis primeras inmersiones nocturnas en aquel mágico bosque. Ya sabía donde me iba a gritar el cárabo, donde iba a ladrar el corzo, o dónde había probabilidades de cruzarme con un tejón. Hay que decir, que era la compañía de Jaque, mi preciado can, la que me empujaba a caminar más y más por esa lúgubre ladera. Para darle más emoción, la mayor parte del tiempo llevábamos la linterna apagada. Ahí el valiente era el perro, que iba abriendo camino. Yo, me limitaba a asirme fuerte a la correa y a seguir sus pasos. No fue ni una, ni dos, ni tres veces las que nos topamos de frente con un tejón que caminaba en sentido contrario. Dos sincronizados bufidos, el del tejón y el del perro, daban paso a un fugaz sobresalto en el tiempo que tardaba en encender la linterna para alumbrar y ver quien era el que "había estado a punto de comernos".
Y así era como dentro de mi monte preferido, el Monte de la Frente, cada semana corría distintas aventuras. Fueron momentos que siempre disfruté en soledad (valga como excepción una jornada con la uña de mi piel: Alejandro "AvesCantábricas"). Únicamente al fondo del valle, y estando yo casi siempre cercano a la cumbre, veía los focos del tractor de "Semanel", que subía como cada día antes del amanecer a atender su cabaña tudanca.
La semana pasada, casi dos décadas después, me encontré en los mismos escenarios. En una escapada rápida por la tierruca, pude recorrer en buena compañía, de día, eso sí, algunos de esos rincones. Había para mí varios lugares mágicos. No pude visitar aquel abrigo bajo la roca en el que pasé más de una noche con esterilla y saco en mitad del hayedo durante mis días invernales de observación de pito negro durante horas, y horas, y horas...pero es que no daba tiempo a todo. Si que pude visitar, sin embargo, otros como el enclave donde yacía el acebo mágico.
El acebo mágico, le llamaba yo a un acebo con varios pies, de tamaño no muy grande, Y que tenía, y únicamente en esto radicaba su magia, una rama (y sólo una rama) con hojas de decolorados bordes. Era igual que algunos que veía en mi ciudad natal en los parques, pero curiosamente, era sólo en una rama, y no en el resto del mismo pie. Alguien que sepa de esto...¿a qué se puede deber?
Lo que me sorprendió de manera grata, es que 18 años después, siga teniendo esa rama.
Me dio por buscarle, y la tontería de encontrarle, me alegró mucho.

lunes, 19 de octubre de 2015

Pelodytes punctatus

Este es el nombre en latín del sapillo moteado. Hace unos cuántos años recuerdo que vi mi primer sapillo moteado en una cueva (hábitat típico de la especie) a orillas del río Pisuerga, en Palencia. El último, fue el otro día después de llegar de viaje, justo a la puerta de casa. No sé si me estaba esperando, o si me la quería ocupar. En cualquiera de los casos, simpático animal.


domingo, 27 de septiembre de 2015

Botonas

Mi abuelita le decía a mi mamá:
-Marisa, ¿cómo le compras esas botonas tan grandes al críu?
No en valde, el desproporcionado 43 que calzaba con tan sólo 15 años y complexión delgada, llamaba la atención, pero por más que mi madre se matara con la razón, no había quien convenciese a mi abuela de que aquella bota iba llena de alante a atrás. El otro día cuando saqué esta foto...no pude evitar acordarme de sus indignadas palabras.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Lo tengo, lo tengo, lo tengo...

Está de moda en los últimos años, quizás por la competitividad que el sistema capitalista nos intenta inculcar a cada leción, coleccionar algo. Yo tuve mi época de coleccionar monedas, cromos, e incluso recuerdo una estúpida pero entretenida colección de calendarios de bolsillo. Quiero meterme por lo tanto en el saco de los coleccionistas, por si a alguien le parece que este es un mensaje contra ellos.
En torno a nuestra afición, la de observar e incluso fotografiar a la fauna, hay también coleccionistas. Recolectores de especies vistas, recolectores de fotos de aves, e incluso hay quien acopia cabezas de animales, por poner ejemplos de todos los tipos.
De tal manera, que aunque al resto de los mortales les parezca increíble, hay mucha gente que tiene una lista con los nombres de las aves, de las libélulas, o de las mariposas, en las cuales van tachando las especies que ya tienen vistas. Es fascinante ver el esfuerzo que pueden hacer alguno de ellos por ver un ave que nunca han visto (yo lo he hecho). La ilusión que aborda sus caras al ver esa especie que sólo conocía de verla en la página 208 de su nuevo libro, pero que ya miraba con admiración en libros mucho más antiguos sin pensar que nunca la vería por ser ave de otro país. Otras personas llegan al mundo de la ornitología o de la fotografía de repente, ya crecidos, con recursos y medios para disfrutarla desde la élite. Unas cogen la afición con pasión, y otras la cogen como podían haber cogido afición a los sellos. "No, esa no me interesa, que ya la fotografié el año pasado en otro sitio, y esa tampoco". ¡Disfruta el momento coñe! Me recuerda al "lo tengo, lo tengo, lo tengo....ROMARIO!!! NO LO TENGO!!! te lo cambio por 50 cromos a elegir de este taco!". Son los menos, y no hay nada malo en ello. Simplemente lo veo triste, y creo que es deber nuestro, del resto de aficionados, ayudar a esa gente a aprender a disfrutar con las carantoñas que se hacen 2 urracas enamoradas, a disfrutar como un gorrión común intenta capturar una sámara de arce por confundirla con el vuelo, quizás, de un insecto alado, o a aprender a disfrutar con una común garceta.

Y os dejo para ello una foto de las múltiples que pude hacer hace 2 días a un grupito de garcetas comunes que se volvía loco de aquí para allá en busca de bancos de pececitos de apenas 2 cm. En su entretenida tarea, no se percataban de que yo, sentado en mi silla a escasos 2 m de ellas, gozaba con sus carreras, sus aciertos, sus fallos, sus peleas, broncas de graznos, vuelos de frente, aterrizajes...Si, eran garcetas comunes, las había visto cientos de veces en todas las posturas antes, pero la gocé como un enano. Quizás porque algún día veía las garcetas comunes en libros y soñaba con algún día poder verlas en vivo, o con verlas, simplemente, más grandes y nítidas que aquel alargado punto blanco que me permitía ver aquel viejo catalejo que porté hasta los 21 años, y que costaba 5.500 pesetas (menos de 40 euros...). Y es que, empezar desde abajo, en cualquier ámbito de la vida, es lo más bonito, porque es la única manera de hacer el camino entero, y poder disfrutarle por lo tanto.
Dicho de otra manera, Santiago no llena igual, supongo, al que llega en coche que al que lleva 1 mes andando.
Aprovecho la ocasión para dar las gracias a mis padres por dejarme comenzar lo que era una afición y ahora es mi vida, saliendo desde Roncesvalles.

martes, 8 de septiembre de 2015

Invitado especial: Joaquín Mazón.

Hay momentos en la vida de un naturalista, que le marcan para toda la vida. Uno de los míos, fue mi primer viaje al Estrecho de Gibraltar. Un viaje de sólo 3 días, sin apenas información, pero que fue mi primer contacto con el cuello de botella de la migración de las aves en el occidente europeo. Una meca para alguien como yo.
Y fue en aquel viaje donde nos encontramos con un ornitólogo que con sorprendente humildad, nos enseñó mucho en pocas horas. Siempre recordaré aquellas primeras clases de Joaquín en la cotera de Cazalla. Hoy en día, el sitio ha cambiado, pero afortunadamente las aves son las mismas, y mucha de la gente, también.
Y como si Joaquín viviera allí mismo, cosa que no es cierta, durante varios años, nos encontrábamos en los mismos rincones. Como los bonitos del norte que entran al Cantábrico detrás de los bancos de anchoas por estas fechas, o como las orcas que hacen lo propio detrás de esos mismos bonitos, los tiburones de la migración, caso de Joaquín, no pueden dejar pasar un postnupcial o un prenupcial sin arrimarse a la vera de África para disfrutar de un espectáculo persiguiendo a los cientos de miles de aves rapaces que cruzan por este punto de la geografía ibérica.


Nuestra afinidad en gustos nos ha hecho mantener el contacto, y cuando uno vive algo excepcional en el campo, el otro se entera casi de manera automática. Y así ocurrió hace 3 semanas, cuando Joaquín me alertó de un gran momento vivido. Igual que Félix no quería estropear las imágenes de su equipo con sus palabras, yo no quiero estropear el relato, por lo que os dejo directamente con él. Un aplauso, para Joaquín (mi "Maestro de abejeros").

TEXTO Y FOTOS ADAPTADOS DE UN EMAIL ENVIADO POR JOAQUÍN MAZÓN

He visto cosas increibles,igual que muchos de vosotros....ver como un macho de gorrión común le intentaba quitar en vuelo a ras del agua un pez a un martín pescador (le hice fotos), y que previamente me fijé como estaba en una percha cercana a su lado, para que cuando pescase algo el martín pescador, quitarle el pescado, o a una hembra de halcón peregrino verla cazar murciélagos a la caída de la tarde (entre ellos el murciélago rabudo)...pero ver a dos abejarucos como simultáneamente atacaban a un murciélago...eso me supera.



Me llamó la atención los movimientos bamboleantes de la ¿presa?,que querían cazar. Desde lejos, a vista, pensé que era una langosta, pero el patron de vuelo no me cuadraba...cuando vi que atacaban a un murciélago, le rajaron el ala izquierda con ataques de halcón peregrino, le agujerearon por dos sitios la cola,con las pinzas de su pico, y que estaban sobre el agua...pensé de todo...¿me pregunté que para qué? ¿Para intentar derribarlo en el agua? ¿Para matarlo para qué? ¿Ahogarlo? ¿Estarian jugando para aprender a cazar?,¿o para divertirse como hacen los delfines?, no sé, todo es posible, pensé.

* A raíz de la publicación de esta información en el blog, un colega de la materia nos hace llegar por las redes sociales algo similar observado en Israel, en el que el desenlace parece que fue que el ave se comió al murciélago. Por lo tanto, aquí encuentra la respuesta nuestro amigo Joaquín:
https://mobile.twitter.com/bucko41/status/615431255157534720

lunes, 17 de agosto de 2015

Curso de rastros

Aprovecho para presentar la nueva convocatoria del curso de huellas y rastros. Esta vez nos vamos al norte. Concretamente a la provincia de Burgos, a Olmos de Atapuerca, un entorno precioso en el que aprenderemos sobre los rastros más habituales, pero también sobre aquellos que ni tan siquiera en las guías propias del tema están documentados. La experiencia y conocimientos de Luisa Abenza, aportará un gran nivel a la quedada, y hará que este curso vuelva a ser un lujo para el que pueda asistir. El plazo de inscripción comienza hoy. Preguntad sin dilación cualquier duda sobre el mismo.
Pinchar el cartel para verlo más grande.

miércoles, 12 de agosto de 2015

Piquituerto

"Fringílidos fornidos, de cabeza grande y cuello de toro, alas largas y cola muy escotada; pico grueso con las puntas cruzadas, una adaptación que les permite abrir piñas y extraer las semillas." (Lars Svensson y Peter J. Grant, 1999).
Porque la guía de aves europeas de alto nivel más popular de los últimos años, no sólo son dibujos. ¿No os parece muy bien sintetizada y gráfica la información de este párrafo? Traduccido del original por Manuel Pijoan. (Homenaje y reconocimiento a unos grandes).
Este ave de arcaico aspecto, me sorpredió el otro día a corta distancia. Parece un macho, dadas sus encarnadas tonalidades, de piquituerto común (Loxia curvirostra). Que animal más placentero de ver copón...

martes, 11 de agosto de 2015

El placer de la foto

Desagradecida unos días, gratificante otros...Así es la laboriosa tarea de hacer fotografía de fauna salvaje.
Unos días nos consolamos con la buena compañía que tuvimos. Otras con los espléndidos paisajes que invaden nuestro cerebro penetrando vía ojos. La mayoría de los días, basta el gran valor emocional del momento en que ves al animal, ya fuera con mala luz o ya fuera semioculto entre la vegetación.
Unos días la foto sale borrosa. Otros, la foto sale nítida. Y otros, incluso te gusta el resultado. Es el caso de la que presento a continuación.

Alto valor tiene para mí, pues la hice en muy buena compañía, vi expléndidos paisajes, hubo alta intensidad en las emociones acontecidas durante los avistamientos, y para colmo, me gusta la foto.

lunes, 10 de agosto de 2015

Aflojando

Después de haber sobrevivido al febrero más duro y al julio más tórrido de mi vida. No he pasado de despertar en las montañas a amanecer en las llanuras manchegas. He pasado de salir de casa con 1 metro y 10 cm de nieve a aplanarme a más de 40 grados al abrir la puerta por la tarde. Esto viene a demostrar que los extremos no son buenos en el tiempo, como ocurre en el resto de campos de la vida. Extremoduro y Extremadura, de hecho, creo que son los únicos extremos buenos que he conocido.
Sin embargo, acabando julio tornó el tiempo, y aflojaron las temperaturas máximas. Ver en la previsión una máxima de 33 grados, es ya motivo de alegría, y supone un día de disfrute en el campo asegurado. Creo que los registros del julio pasado, me han tenido muy al límite de todo. Sólo la rica sandía de Villacañas me salvó de una deshidratación integral de cuerpo y alma segura. Amaneceres "fresquitos" a 17 grados aderezados con una pizca de relente, me hacen campear a las mil maravillas entre las 7 y las 9, encontrándome por un par de horas al día como si estuviera en mi propia tierra. Os pongo una foto del ambiente que había hace unos días minutos antes de que saliera el sol por oriente.

miércoles, 29 de julio de 2015

Alcaudón real

Poco que contar entre tanto tiempo dedicado a la migración postnupcial. Sorprenden cada día nuevos individuos en las lagunas de la Mancha Húmeda. Desaparecieron los críalos, nos invaden las garcetas grandes, pasan los primeros milanos negros, se mueven ya gaviotas y cormoranes, etc. En la última quincena, me ha llamado la atención la explosión de citas de alcaudón. Hablo tanto del real Lanius meridionalis como del común Lanius senator. Dos especies que he pasado de apenas ver, a tenerlas a diario y en buen número.

En la foto, un alcaudón real posando. Una pequeña bestia, que me hizo en su día testigo de cómo hasta un escribano triguero puede ser cazado por él.

sábado, 25 de julio de 2015

Vecinos

Que importante es tener buenos vecinos. Cuando dejé las montañas, hace bien poco, decían mis gentes: "Vas a ir a las antípodas, aquello no tiene nada que ver con esto". Yo les decía con cachondeo: "Hay una cosa en común, pues allí tampoco tendré problemas con los vecinos". Efectivamente, con aquellos tenía una relación excepcional, y yo lo decía, porque en principio, viviendo en mitad del campo, no habría lugar para problemas con vecinos. ¿Qué vecinos?
Pues me equivocaba. En los tiempos que corren, no hay tierra fértil desierta. Los manchegos, trabajadores y con gran resistencia al infernal sol que se empeña en aplanarme, viven en parte de la agricultura, y como es propio de esta situación, cultivan, y bien. La tierra es aprovechada en toda su extensión. Olivas, viñas, huerta, etc. Y es esta última, la huerta, la que me une a ellos por lo complacientes que están siendo conmigo. Hoy, después de 8 horas de campo, llego al mediodía a casa y me encuentro con cosas como esta:


He querido sacarle una foto porque lo merecía. ¡Gracias a todos!
PD: Observese ese pequeño melón amarillo. Se llama "madurillo", y es propio de la zona. Aún no le hinqué el diente, pero poco voy a tardar.

martes, 14 de julio de 2015

Cuando la ganga ganguea...

"Cuando la ganga ganguea, buen día si no apedrea".
Eso dicen los manchegos cuando a media mañana, una pareja de gangas sobrevuela sus sombreros de ala ancha. Lo harán seguramente en días de calor venariego con temperaturas en torno a los 35/40 grados, que o bien seguirán así hasta caer la tarde, o bien, y como única alternativa, acabarán en día de tormenta con granizo.
La ganga Pterocles alchata vuela varios kilómetros, en ocasiones muchos, cuando en el estío, los charcos donde beber escasean en las cercanías del secarral que seguramente hayan escogido para criar. En su trayectoria hacia esos bebederos, surcan estepas y terrenos de cultivo bombardeando con su característico reclamo. Quien no lo conozca, puede hacerlo aquí: RECLAMO.
Normalmente, se posan no en el bebedero, sino a unos cuantos metros. Pueden pasar minutos quietas, mirando, escuchando...vigilando que no haya ningún peligro cerca del preciado líquido. Cuando se deciden apeonan no sin mantener la vigilancia. Al mínimo ruido o movimiento, no dudarán en levantar el vuelo para buscar otra zona más segura.
 Estos días, he estado metido en sus vidas, y he podido disfrutar y aprender con uno de los secretos más interesantes de la fauna ibérica. El cómo las gangas son capaces de empapar su plumaje en los charcos que les dan de beber, para transportar el agua hasta donde sus jovenzuelos les esperan sedientos. Ahora, os ofrezco ver lo que ellas me han enseñado bien en formato digital, o bien en directo si así lo queréis, contratando los servicios de WildWatchingSpain. Según he leído (esto no lo he podido comprobar), los pollos, a su llegada, irán directos a meter el pico en sus partes bajas para como si estuvieran mamando, sacar el agua del plumaje. ¿No es increíble?
En el vídeo que os enlazo aquí, podéis ver con mucho detalle como estas aves, maniobran con su plumaje para captar ese agua: https://www.youtube.com/watch?v=pBt6QlzOvp0
Aprovecho también esos despegues del vídeo para hacer unas fotucas que me hacen pasar una mañana muy entretenida. Os dejo una de ellas.

martes, 30 de junio de 2015

Alcaudón común

Recupero esta imagen primaveral mucho más común en la vertiente mediterránea que de la cantábrica. Es un alcaudón común Lanius senator con ceba en el pico. Está sacada en la Laguna del Cañizar (prov. de Teruel).

domingo, 21 de junio de 2015

El resucitar del pelu

Esta mañana he sentido el placer de la fresca humedad.

He disfrutado de las brumas, del lejano ladrar de los corzos, y de los omnipresentes verdes. He disfrutado también con el sonar de las abundantes rigueras, e incluso puedo decir que he disfrutado girando el volante a uno y otro lado de manera tan continuada, que se han ejercitado músculos que parecen querer empezar a atrofiarse a lo largo de mis antebrazos. Mi pelo, deshidratado en las últimas semanas, ¡se ha puesto lustroso y contento!
Esta mañana he amanecido en La Montaña Cantábrica. Nostalgia, murria y placer, mucho placer.

miércoles, 3 de junio de 2015

La vida en el campo

La vida en el campo, puede ser placentera. La vida en el campo, aconseja madrugar. Sin embargo, la mañana en la cama cuando esto se convierte en esporádico, sabe a gloria.
Hoy libraba y me he despertado sin alarma, cuando mi cuerpo estaba lo suficientemente descansado, como debe ser. Cantaban dos abubillas, verderón, jilguero, un alocado verdecillo, y acompañaba una torcaz...La banda primaveral era mi despertador. Consulté la hora y pensé:
¡que placer remolonear en la cama hasta las 7! Desde luego, nada que ver con levantarse entre las 4 y las 6 con el "pocoapoco" del chotacabras (que también tiene su aquello).


Comparto una foto que hice mi último día libre, que por cierto, fue de los de despertarse antes que las abubillas. Fue en muy buena compañía. ¡Gracias amigo por compartir tan buenos momentos!

lunes, 1 de junio de 2015

STOP mapaches et al.

El otro día veo una huella poco definida que me hace pensar en que fatídicamente podía ser de mapache. Fatídicamente digo, porque como muchos sabréis es una especie de carnívoro americano que se está asentando en muchas zonas europeas, alterando el entorno por ser un peligroso depredador, por ejemplo, de nidos de aves acuáticas. Situamos la historia de aquel día en una laguna de la Mancha Húmeda con gran importancia ornitológica. Sería por lo tanto una muy mala noticia saber que ha llegado a La Mancha Húmeda, de una manera o de otra, el mapache Procyon lotor.
Y lo es, de hecho, porque esa misma tarde, rastreando la periferia, pude encontrar otras cinco huellas bastante más definidas que daban al traste con la esperanza de una confusión.
Desde entonces, se ha puesto en conocimiento de las autoridades, y con una asociación que se dedica al control de esta especie. Me han confirmado que no había noticias en al menos unos 50 km a la redonda. Una pena que se confirme la llegada de esta especie a este importante enclave ibérico.
Comparto una foto de una huella, muy característica como podéis ver por poseer 5 largos dedos, como si de la mano de un bebé se tratase.
Aprovecho para decir, que si bien es importante advertir a la gente que nunca abandonen a sus mascotas en el campo, más importante sería legislar el comercio de especies exóticas. Legislar, y aplicar, eso es lo que verdaderamente hace falta.

viernes, 29 de mayo de 2015

De extremo a extremo

Un día alguien me decía por teléfono, ¿vaya cambio no? ¿Te has ido de un paisaje al opuesto no?
Ya le dije que no se llevara a engaño. No era tan distinto esto a aquello. Al fin y al cabo, tras una primera inspección, enseguida me percaté de que tanto las hayas de allí, como los carrizos de acá, tienden a crecer verticales. Siendo esto así, ¿dónde está la tan notable diferencia entre este paisaje y el que me ocupaba?
Realizada tan espantosa comparación, represento un ejemplo de como también la ornitofauna nocturna me recuerda a cada anochecer, que ya no vivo bajo aquella peña calcárea de La Cantábrica entre hayedos y robledales, sino empericotao sobre una cotera en un olivar mediterráneo. Antes, me cantaba el cárabo en la chimenea de casa. Ahora, lo hace el chotacabras cuellirrojo.




jueves, 28 de mayo de 2015

domingo, 24 de mayo de 2015

¡Corre "Bubu" corre!

¿Os acordáis de El Oso Yogui y de su amigo Bubu? ¿Y de aquella repetida escena de "¡Corre Bubu Corre!"?
Es precisamente esa escena la que se me viene a la cabeza cuando veo a un correlimos tridáctilo Calidris alba correr delante de una ola. Pequeña limícola (tamaño de un estornino) que picotea en el suelo de los arenales costeros, para al ver llegar la ola, correr repentinamente impulsado por explosivos arranques, con los que consigue escapar del agua. Tantas olas rompen en la orilla, tantas veces va y viene.

Estas carreras generan una simpática escena, que me hace pensar que un tridáctilo no es un tridáctilo en un embalse de sosegadas aguas, igual que un águila real deja de ser águila real cuando pierde su libertad.

sábado, 23 de mayo de 2015

"Me se" comen

Campo, fotos, campo, fotos, campo, fotos...
Cuando todas las cosas que hay que hacer se reducen a un código binario, hay cosas que empiezan a fallar. No es normal que acabe de ver esta foto de hace 3 años en mi ordenador. Debería descargarlas, archivarlas, etc.
El charrancito Sterna albifrons, un charrán minúsculo, que inverna en África, y que luego viene a pasar a nuestras latitudes la época estival. Fue por ésta época del año, en el Delta del Ebro.

martes, 12 de mayo de 2015

Pa'los twichers

En los países de este de Europa y Asia, cría una especie de falconiforme que pasa los inviernos en África. Es el cernícalo patirrojo Falco vespertinus. En sus rutas migratorias, algún ejemplar cruza desviado de sus rutas habituales la Península Ibérica.
Una joya codiciada por twitchers. ¿Twichers? Si, los twichers son  obcecados buscadores de aves raras en una determinada zona. Me hace gracia como un twicher finés puede romper sus planes de fin de semana porque en la otra punta de su país haya aparecido una abubilla, mientras un twicher español no hace apenas caso de una abubilla que canta cada mañana al lado de su casa, pero se cruza la península un sábado por la mañana, porque el viernes por la tarde ha leído que hay un ampelis a 600 km de su casa. Muchas veces lo hacen por el mero hecho de poder decir que han visto esa especie, y que la tienen tachada en la lista de aves vistas en su vida. Una afición muy respetable en la mayoría de los casos. Sin embargo, hoy compartiendo por teléfono un momento de gloria con un ornitólogo conocedor de la zona, me recomienda que no comparta la localización. Alega que ha visto como twichers entraban en zonas de cría de avutardas y de otras aves en épocas delicadas porque alguien les había dicho que allí habían visto un ave rara. Famoso fue también el caso de ornitólogos que cegados con ver una ¿collalba desértica? (tanto me interesaba que ya ni me acuerdo seguro de la especie), entraron en un recinto acotado de unas dunas bizkainas dónde se intentaba proteger una planta endémica o escasa (no recuerdo). Patético, "amantes de las aves" pisoteando plantas amenazadas. Ha habido muchos casos más, como aquel fotógrafo que por hacer la foto a un ganso raro tuvo los santísimos de meterse con un vadeador en una laguna castellana llena de gansos para acercarse "siempre un poco más" hasta que levantó a todas las aves. Yo eso no lo vi, pero entra dentro de lo que soy capaz de creer basándome en los casos que conozco. O aquel que primavera tras primavera presumía de ir a cantaderos de urogallo, uno tras otro, alegando que es que estaba haciendo un estudio. Ninguna administración le autorizó ese estudio, que por cierto, varios años después, y tras la visita segura de varias decenas de cantaderos, aún no ha salido a la luz. Una pena que haya gente entre los supuestos amantes de la naturaleza que antepongan su afición al bienestar de las aves.
Y dirá quien me conozca...."mira, el que el año pasado se cascó 8 horas seguidas de coche para ver un búho en Francia". Bueno hombre, era una ocasión especial...¡siempre he soñado con el búho nival! Y ahí lo tenía a huevo. Pensaba que colaría lo de que era una tapadera para ir a visitar a Lulú, pero veo que no...
Conozco a muchos twichers (y fotógrafos, a los cuales también se puede aplicar este discurso), y he de decir en defensa de ambos colectivos, que se componen mayoritariamente de gente respetuosa con el entorno. Y aprovecho para hacer desde aquí un llamamiento a esa gran mayoría, para que condenen los irresponsables actos de esos pocos tiburones de la ornitología, a los que no hay que hacer más que educar con desaprobaciones. Si les gusta la naturaleza, estoy seguro que podrán llegar a anteponer el respeto a ella por encima de su disfrute.
Bueno, el caso es que iba hoy al pueblo a hacer un recado a media mañana, y cual es mi sorpresa cuando veo una hembra de patirrojo al lado de la pista. Un ejemplar muy confiado (ya me lo habían advertido en alguna ocasión), que se dejó fotografiar a placer desde dentro del coche. No es la primera vez que lo veo, pero en la anterior ocasión, fue en el Pirineo oscense, hace...¿8 años? Os dejo esta maravilla.
Afortunados los que disfrutamos con el cernido de un cernícalo vulgar, porque seremos felices muchos más días.

lunes, 27 de abril de 2015

Iberia con África

Si las cosas artificiales nos comunican principalmente con Norteamérica y Asia, las naturales, lo hacen con África. Cada primavera, golondrinas, chotacabras, cucos o abubillas, dejan atrás los paisajes africanos para venir a procrear a nuestras tierras.
Son muchas más especies, pero hay una que nos trae colores africanos por el aire. Se trata del abejaruco Merops apiaster. ¿Hay ave más bella? Es difícil de valorar, pero desde luego, esta es de las más bellas entre nuestra fauna. A continuación, os dejo una foto que saqué a los dos días de llegar a sus territorios.

sábado, 25 de abril de 2015

Elegancia en garzona

Se me ocurre este título al ver la foto en lugar de la típica expresión de "la elegancia en persona". Porque, ¿Hay algo más elegante que un gato montés con un buen pelaje en mitad de su prado, un águila real posada en su atalaya, o una de estas aves actuando en las zonas palustres?
Allá donde el espeso carrizal tiene un pequeño claro, puede estar la garza imperial Ardea purpurea. Os dejo esta foto tomada ayer viernes con un barrido.

viernes, 24 de abril de 2015

Calidad emocional

¿Dónde estás vida mía?
Han pasado 6 días desde aquel fugaz encuentro. Amanecía, y un gran bulto en un taray hizo que me detuviera. Eché los prismáticos de Sara a la faz, y ahí estaba, mirándome...
Su tamaño, su templanza, su mirada...
Han pasado 6 días desde que me cautivaras, y cada amanecer que paso por allí, rastreo sin excepción los contraluces de aquel bosque de ribera. No te he vuelto a ver, pero se que tú a mí si. Por suerte, eso me basta.
Os dejo una foto testimonial de este búho real Bubo bubo. Puede aparentar ser una foto poco nítida y en general con poca calidad. Sin embargo, y por eso la comparto, para mí su calidad emocional, lejos del ruido o nitidez que posea, lejos de que la haya tenido que recortar o lejos de que su histograma no esté muy equilibrado, es altísima. Es este parámetro de la fotografía, el de la calidad emocional, muy poco o nada mencionado, pero para mí, el más importante.

martes, 21 de abril de 2015

Críalo

Hay pájaros en nuestras tierras con curiosas biologías. Siempre me ha llamado la atención la de los vencejos, siempre me ha llamado la atención la del popular cuco, y quizás por quedarme siempre más lejos, no me la ha llamado la del críalo.
El críalo Clamator glandarius es un ave parasita en la crianza, como lo es el cuco. Pone 1 ó 2 huevos como norma general en nidos de urraca, aunque puede hacerlo en nidos de otras especies de córvido. Como curiosidad, cuando el pollo nace, emite reclamos que se asemejan a la especie propietaria del nido donde nació. Así en un nido de urraca, imitará el sonido de los pollos de urraca, y en uno de corneja imitará a la corneja.
El método utilizado para poner es que el macho acosa los alrededores del nido de la urraca, por ejemplo, hasta que harta a esta. Cuando esta deja sólo el nido con los huevos para echar de su territorio al macho del críalo, la astuta hembra, que esperará ese momento escondida, aprovecha para meterse en el nido y poner su huevo.
Son aves muy escandalosas en vuelo, emitiendo un sonoro reclamo. Con imaginación, y según dice la leyenda, no hace sino decir: "¡críalo, críalo!". Sabiendo la historia del ave, su nombre cobra sentido.
Ayer tuve la ocasión de fotografiar a una de estas bellas y peculiares aves.



lunes, 20 de abril de 2015

Aterrizando

Gran vuelo, al que corresponde un gran aterrizaje.
Como hace la avoceta de la foto, animal migrador, siento que aterrizo aún en las llanas tierras de la Mancha Húmeda, donde a juzgar por lo vivido estas pocas semanas, me esperan muchas sorpresa y satisfaciones.
De momento mucho trabajo, y los primeros frutos que empiezan a plasmarse.
Por cierto, mi padre dice que la foto no vale porque sale el pico torcido. Siempre hubo críticos especiales...
;-)

miércoles, 8 de abril de 2015

Más de lo mismo

Si hace no tantas horas os ilustraba un encuentro con una pescadora Pandion haliaetus, ahora hago lo mismo, pero con un vídeo que grabé en mi última jornada de campo. Acosado por las urracas, este ejemplar acabó tirando (¿o se le cayó?) su presa. Espero que lo disfrutéis.

lunes, 6 de abril de 2015

Pescadora

Circulo con un compañero y localizo desde el asiento del copiloto una rapaz posada en el borde de un viñedo. Clara y con posición horizontal, pronto confirmo mis sospechas...Se trata de un águila pescadora. Es la foto de un día más, rodeado de aves.
Estamos en pleno paso prenupcial, y no es rara esta cita en la Mancha Húmeda.

sábado, 4 de abril de 2015

Huella de...

Y como no solo de aves vive el hombre, no he podido dejar de compartir con vosotros esta huella que tan interesante me he econtrado en una zona de ecotono (arroyo+cultivo+zona palustre). A lo que más se parece es al gato montés, aunque no sé si lo tendré por aquí.
Se ve la mano a la izquierda pisada por el pie, de 37 mm de longitud. Además, dedos muy separados y definidos, lo que descarta a especies comunes como el zorro, que tiene más pelo en la planta, dejado unos dedos más definidos. Ausencia de uñas.Aunque no se ve la almohadilla posterior bien del todo, da la sensación de verse dos lóbulos contiguos a la misma altura, aparte de no apreciar escotaduras en los deditos, descartando así a la gineta.
Sólo queda confirmarlo, descartando entre otros la posibilidad de que sea un gato doméstico grande.
Se agradecen opiniones.