Y fue en aquel viaje donde nos encontramos con un ornitólogo que con sorprendente humildad, nos enseñó mucho en pocas horas. Siempre recordaré aquellas primeras clases de Joaquín en la cotera de Cazalla. Hoy en día, el sitio ha cambiado, pero afortunadamente las aves son las mismas, y mucha de la gente, también.
Y como si Joaquín viviera allí mismo, cosa que no es cierta, durante varios años, nos encontrábamos en los mismos rincones. Como los bonitos del norte que entran al Cantábrico detrás de los bancos de anchoas por estas fechas, o como las orcas que hacen lo propio detrás de esos mismos bonitos, los tiburones de la migración, caso de Joaquín, no pueden dejar pasar un postnupcial o un prenupcial sin arrimarse a la vera de África para disfrutar de un espectáculo persiguiendo a los cientos de miles de aves rapaces que cruzan por este punto de la geografía ibérica.
Nuestra afinidad en gustos nos ha hecho mantener el contacto, y cuando uno vive algo excepcional en el campo, el otro se entera casi de manera automática. Y así ocurrió hace 3 semanas, cuando Joaquín me alertó de un gran momento vivido. Igual que Félix no quería estropear las imágenes de su equipo con sus palabras, yo no quiero estropear el relato, por lo que os dejo directamente con él. Un aplauso, para Joaquín (mi "Maestro de abejeros").
TEXTO Y FOTOS ADAPTADOS DE UN EMAIL ENVIADO POR JOAQUÍN MAZÓN
He visto cosas increibles,igual que muchos de vosotros....ver como un macho de gorrión común le intentaba quitar en vuelo a ras del agua un pez a un martín pescador (le hice fotos), y que previamente me fijé como estaba en una percha cercana a su lado, para que cuando pescase algo el martín pescador, quitarle el pescado, o a una hembra de halcón peregrino verla cazar murciélagos a la caída de la tarde (entre ellos el murciélago rabudo)...pero ver a dos abejarucos como simultáneamente atacaban a un murciélago...eso me supera.
Me llamó la atención los movimientos bamboleantes de la ¿presa?,que querían cazar. Desde lejos, a vista, pensé que era una langosta, pero el patron de vuelo no me cuadraba...cuando vi que atacaban a un murciélago, le rajaron el ala izquierda con ataques de halcón peregrino, le agujerearon por dos sitios la cola,con las pinzas de su pico, y que estaban sobre el agua...pensé de todo...¿me pregunté que para qué? ¿Para intentar derribarlo en el agua? ¿Para matarlo para qué? ¿Ahogarlo? ¿Estarian jugando para aprender a cazar?,¿o para divertirse como hacen los delfines?, no sé, todo es posible, pensé.
* A raíz de la publicación de esta información en el blog, un colega de la materia nos hace llegar por las redes sociales algo similar observado en Israel, en el que el desenlace parece que fue que el ave se comió al murciélago. Por lo tanto, aquí encuentra la respuesta nuestro amigo Joaquín:
https://mobile.twitter.com/bucko41/status/615431255157534720
ABSOLUTAMENTE INCREÍBLE Y SORPRENDENTE. Una pasada. Un saludo y enhorabuena.
ResponderEliminarEsos comportamientos son increíbles pero más increíble poderlos ver y explicar porque exigen mucha constancia en la observación. Muy bien Joaquín sigue con esa afición y a que que nuevos descubrimientos nos depara la naturaleza. Saludos jorge.
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