Eso dicen los manchegos cuando a media mañana, una pareja de gangas sobrevuela sus sombreros de ala ancha. Lo harán seguramente en días de calor venariego con temperaturas en torno a los 35/40 grados, que o bien seguirán así hasta caer la tarde, o bien, y como única alternativa, acabarán en día de tormenta con granizo.
La ganga Pterocles alchata vuela varios kilómetros, en ocasiones muchos, cuando en el estío, los charcos donde beber escasean en las cercanías del secarral que seguramente hayan escogido para criar. En su trayectoria hacia esos bebederos, surcan estepas y terrenos de cultivo bombardeando con su característico reclamo. Quien no lo conozca, puede hacerlo aquí: RECLAMO.
Estos días, he estado metido en sus vidas, y he podido disfrutar y aprender con uno de los secretos más interesantes de la fauna ibérica. El cómo las gangas son capaces de empapar su plumaje en los charcos que les dan de beber, para transportar el agua hasta donde sus jovenzuelos les esperan sedientos. Ahora, os ofrezco ver lo que ellas me han enseñado bien en formato digital, o bien en directo si así lo queréis, contratando los servicios de WildWatchingSpain. Según he leído (esto no lo he podido comprobar), los pollos, a su llegada, irán directos a meter el pico en sus partes bajas para como si estuvieran mamando, sacar el agua del plumaje. ¿No es increíble?
En el vídeo que os enlazo aquí, podéis ver con mucho detalle como estas aves, maniobran con su plumaje para captar ese agua: https://www.youtube.com/watch?v=pBt6QlzOvp0
Aprovecho también esos despegues del vídeo para hacer unas fotucas que me hacen pasar una mañana muy entretenida. Os dejo una de ellas.
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