A veces en la vida, un detalle vale más que el contexto general. Un abrazo, un guiño, un apoyo, un regalo a deshora, una dedicatoria...nos puede hacer ver, que en algunas ocasiones, lo grande está en lo pequeño.
Este fin de semana, estuvo lleno de pequeños momentos con pequeños bichos, y pequeñas plantas.Hubo momentos especialmente interesantes, como el momento en que localizamos sobre una zarza este Phillobius pomaceus, un fantástico insecto del que desconozco mucha información aún, pero del que os puedo asegurar, que cromáticamente endulza la jornada a cualquiera.
Agradecer desde aquí a Toño Lastra, que me aguantó el flash no menos de 100 veces a su correcta distancia y en su adecuado ángulo. ¡Gracias Toño!
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