Atención, apunta el alba, y canta el Cárabu. Corzos a salir de sus prados, Tejones acudan a sus madrigueras, Lobos a sus canchales y Osos hacia escobales. Los Gatos de recogida, los Zorros a su guarida. Ginetas ya en su siesta, Martas aún de fiesta. Mamíferos en general, dan el testigo a Petirrojos, Zorzales, y al mismísima Águila Real. Cuando quieres estar al atardecer en el monte, y quieres estar al amanecer también, no queda otra que venir e ir de noche. El Cárabo marca el comienzo de la fiesta zoológica (la noche) y también su final, igual que hacía la sirena del colegio con nuestros recreos. Por el día, pocos animales se van a mover, y sólo lo harán cuando la sirena vuelva a ulular.
Anoche dejé la cámara trabajando. No pasó ningún animal por dónde yo quería, por lo que la única foto que me bajé, fue la que hice de prueba. Señores, yo:
Recuerdo hace una pila de años cuando tras terminar la carrera hicimos el primer censo de liebre, contratados por el Gobierno del Principado. Pasamos más de un año yendo al monte sólo de noche. La noche en el monte es otro rollo, diferente, los sentidos se te agudizan. A pesar de la oscuridad ves lo que nunca creerias que podrías ver...Pero es dura.
ResponderEliminar¡Ánimo!
Muy guapo Maximus!! Aunque prefiero al gran cánido antes que al homínido,jeje...
ResponderEliminarAbrazos sevillanos!
Tú eres un cachondo, tio!
ResponderEliminarEl frontal parece una cinta hippie en el pelo jejeje...
Saludetes!