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lunes, 31 de diciembre de 2012

Mensaje para el año nuevo

Yo estaba en una atalaya en mitad de aquella ladera. La cámara preparada, y los prismáticos también. De repente, unas ramas se mueven 100 metros ladera abajo, y yo me pego la cámara a la cara para enfocar al objetivo.
No era tras un brezo sino tras un lentisco, no era en la Cordillera Cantábrica, era en el Rif marroquí, y no era un venao, lobo u oso lo que salió a palestra.
En aquella ladera, un sendero subía desde la costa hasta el collado donde yo descansaba y estaba vigilando  todas las pertenencias: las mías, y las de mis compañeros de expedición, que en esos momentos estaban lejos, ladera arriba. Para mi sorpresa, lo que veo a través de mi objetivo es una persona que subía por aquel sendero. Una no, dos, tres, cuatro, y asi hasta 9 hombres y una mujer. Como lobos aquí huyen de cazadores en la espesura del monte, lo hacen allí humanos huyendo de la crueldad de otros humanos. Tuve que salir a su encuentro porque nuestro campamento estaba cerca de dónde iban a pasar ellos. Diez personas han emigrado desde distintos países: Guinea-Bissau, o Burkina Faso, era alguno de los paises que creo recordar. En sus países, un nivel de vida muy distinto, y en muchos aspectos muy inferior al que tenemos aquí, les ha obligado a emigrar intentando satisfacer unas necesidades. Entablo conversación con ellos. Quieren cruzar a España, dónde dan por seguro que tendrán un trabajo, una casa, un coche, una moto y todo lo que nos meten por los ojos a nosotros, pero también a ellos. Es una pena ver cómo les han engañado sobre lo que se van a encontrar al llegar a esta orilla. Es más penoso ver cómo pretenden cruzar: una barca hinchable de juguete, un inflador, y unos remos de madera, son sus herramientas para intentar cruzar el estrecho. No puedo dejar de imaginar las muchas posiblilidades que esta gente tiene de morir ahogada mañana mismo en el estrecho de Gibraltar, un accidente geográfico de fuertes corrientes, nada recomendable, por supuesto, para la nave que van a utilizar. Quien sabe, quizás las palabras que compartimos aquel día, hayan quedado para mí en un amargo recuerdo, pero para ellos en una última conversación.
Grupo de emigrantes subsaharianos, a punto de jugarse la vida.

Les intento hacer ver que en España no se van a encontrar el panorama que me cuentan, y que es muy peligroso cruzar con esa barca. Aunque pudiera hablar bien con ellos en francés, con mi cámara y prismáticos colgados del cuello, con mis botas de montaña e incluso mis gafas, con mi ropa y la tienda de campaña de por medio, creer en mí no parecía misión sencilla.
Mi petición para este año nuevo, es que todos procuremos ser lo menos consumistas posible. En nuestro sistema, consumimos mucho más de lo necesario para ser felices. Este mediodía, hablaba con una vecina mía de 83 años, que me hablaba de cuándo era joven. Ella tenía calzado siempre, pero muchos vecinos, dice,  iban al monte descalzos a por las ovejas durante toda una infancia. Hemos pasado de tener muy poco, a tener mil aparatos para cada cosa. Y cuándo ya teníamos aparatos para todo, nos venden lo mismo, pero en su versión digital. Y nosotros lo compramos, claro. Tenemos que ser conscientes de que los mismos que nos vende eso, son los que se aprovechan de esa mano de obra barata, potenciando esas diferencias entre unos países y otros. Deseo por lo tanto que la gente de mi entorno, mis prójimos, se centren más en repartir buenas relaciones personales, y menos cosas materiales. Así, todo iría mejor aquí, y todo, iría mejor allí.
Habría sido muy bonito poner la foto un animal para desearos buen año, como he hecho otros años. Pero desde aquel día, siento la necesidad de compartir esto, y que mejor ocasión.
PD: Yo dormí sobre una roca entre los lentiscos. Ellos, se metieron en lo más frondoso del lentiscar ladera arriba, pues están perseguidos por la policía. A las 5 de la mañana, bastante antes del alba, escucho pisadas furtivas por el sendero que pasa a 50 metros de mi roca-cama. A buen seguro, mis 10 amigos van camino a la mar. Aunque aquello pintaba muy difícil, espero que tuvieran suerte.

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