Después de tres semanas de parón en el blog, lo retomo para contaros como me fue por la desembocadura del Ebro, a donde viaje entre el día 6 y el día 9 de diciembre:
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Morito en un arrozal anegado. Pinchar para ver mejor. |
Finales de otoño, es una buena época en la Península Ibérica para visitar los humedales y ver aves, pues es aquí, donde parte de la población invernante de aves acuáticas europeas viene a parar para pasar el invierno.
Julio Roldán, decide hace unas cuántas semanas, organizar un viaje ornitológico a este paraje, para lo cuál cuenta con unos cuántos amigos. Finalmente, sólo vamos Araceli Delgado, el organizador, y yo mismo. Tres, fue un buen número, pues pudimos ir en un sólo coche, bien cómodos.
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Garcilla Cangrejera tras un lance de caza. Pinchar para ver mejor. |
Yo me acerco hasta L'Aldea en transporte público, donde me cogen ellos el martes 6 antes del mediodía. De allí, no hacemos más que ir a un bar a organizar rápidamente por donde empezar, y de allí, vamos hacia el sur del todo, a Sant Carles de la Rapita, donde visitamos el puerto, y donde apenas vemos unas gaviotas y ardeidas para entrar en contacto con el Delta. Allí cogemos la
superfurgo de Julio, y a pocos kilómetros, camino de Poble Nou, hacemos la primera parada, que se traduce enseguida en flipada. Muchas decenas de Moritos, ardeidas, gaviotas, limícolas y otras aves, inundan los anegados arrozales. Cuento uno a uno más de 150 Moritos, para luego darme la vuelta y ver un bando en vuelo de más de 300. Vimos el Archibebe Oscuro (del que luego veríamos muchos más). De allí, vamos a La Tancada. Allí vimos varios miles de Flamencos a corta distancia. Espectacular imagen en nuestras 6 retinas, rebosantes de rosa gracias a los 3900 (estimo) Flamencos allí presentes. En Riet Vell, lo que más nos impresionó, fue ver hasta 49 Calamones a la vez!!! Además, alli nos sorprende una Golondrina Común, que se ha negado por lo visto a ir a África, ¿o aún se irá?
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Flamencos en La Tancada. Pinchar para ver mejor. |
Al día siguiente, amanecemos con un paseo por la playa a la altura de la urbanización de los Eucaliptus. Vemos nuestras primeras marinas (pardelas baleares y alcatraces), y la gozamos con la presencia no muy lejana en mar abierto de una Serreta Mediana que localiza el bético. Vamos también a la Encanysada, para visitar los distintos puntos. Allí, vemos a lo lejos 4 Malvasías Cabeciblancas. Repetimos La Tancada en su observatorio, pues merece realmente la pena. Vimos y fotografié una de las dos Garcillas Cangrejeras que sacamos en el Delta. He de destacar con respecto a hace unos años, y cómo era de esperar, la gran cantidad de Garcetas Grandes presentes. ¿Cuántas puede haber en el Delta? ¿200 quizás? Terminamos el recorrido en La Alfacada, el observatorio con una mejor construcción que nunca he conocido. Allí, pasamos unos minutos muy emocionantes viendo simplemente como una Garza Real engullía un pez de grandes dimensiones. Lo mejor fue cuando ya lo había tragado, y comenzó a dar coletazos en su esófago, haciéndola bailar la danza del vientre (versión forzada).
Amanecemos un día más rodeados de naturaleza, reclamos de aves, viento, y humedad. Nos adentramos en nuestro vehículo por la Platja del Trabucador, donde vamos haciendo diversas paradas. Una de ellas es para disfrutar con una joven de Halcón Peregrino, que captura a unos 200 metros nuestros un pajarillo, posiblemente un Buitrón. Lo deja herido, y eso la obliga a hacer varias pasadas hasta que lo recoge del suelo. La luz es buena, y sólo la larga distancia (para fotografiar) impide que haga unas fotos de libro.
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Hembra joven de Halcón Peregrino en plena escena de caza. |
En esa misma playa, hacemos varias paradas mirando tanto hacia el interior, como a mar abierta. Lo más destacable, respectivamente, es un grupo de 32 Serretas Medianas, y una balsa de 264 Pardelas Baleares. De allí, abandonamos el hemidelta sur, para pasarnos al septentrional. Vamos al observatorio más oriental de dicho hemidelta, una nueva construcción forrada en madera, que no había visto yo en aquellas visitas que hice la pasada década. Desde él, contabilizamos unos 10.000 Azulones en la Isla de Buda, por citar sólo alguna cifra que os impresione. Por esa zona del delta, cenamos y hacemos noche, pero antes, vamos a Deltebre y hacemos desde allí una sesión de "moonwatching".
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Garceta Grande atenta. Pinchar para ver mejor. |
Es en el observatorio de La Garxal donde comenzamos nuestro último día de pajareo. Hay muchas cosas interesantes, pero lo que más nos llama la tención, es un grupo de hasta 16 Fumareles Cariblancos dándolo todo sobre la lámina de agua. De allí nos vamos al Canall Vell: Garcetas Grandes de nuevo, un bando de Flamencos, Cormoranes Grandes en un grupo de unos 350 ejemplares (de esta cifra no estoy seguro). De allí vamos a la punta del Fangar, donde no vemos gran cosa, para luego, al mediodía, ir hacia el Fangar por su orilla sur. Allí, a la hora de la comida, nos quedamos ensimismados con un grupo de unos 4000 (¿o eran 4500?) Correlimos Comunes. Obviamente había muchas más especies, aunque ninguna rara. Para acabar el día, vamos a la Isla de Gracia, donde disfrutamos con un dormidero de al menos, 16 Martinetes. También vemos 1 Garcilla Cangrejera.
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Julio y Araceli pajareando en la Platja dels Eucaliptus. Pinchar para ver mejor. |
Ese mismo día, ya de noche, tiramos hacia el norte por la costa, para hacer noche en Cubelles. Y de vuelta al aeropuerto, paramos en Prats de Llobregat. Allí, lo único que nos llamó la atención fue ver por las calles Cotorras Argentinas, que se ve que allí son algo normal. Terminamos nuestra visita al delta con unos números quizás no demasiado llamativos en cuánto a número de especies (91 creo recordar), pero sí en cuánto a espectáculos vividos. Los grandes bandos de varias especies, el lance de la Peregrina, el de la Garza Real, esas especies tan difíciles por el norte como Moritos o Garcillas Cangrejeras, etc.
Me siento en el deber de mencionar lo agusto que estuve con los 2 compañeros de viaje, con los que espero volver a coincidir en alguna aventurilla más. Un abrazo para los dos.
Magnífica crónica, amigo Máximo. El Delta del Ebro es un lugar del que estoy enamorado ... ¡¡¡ vamos, encantado me iría a vivir allí (je,je,je)!!!. Buenas experiencias son las que tengo de este lugar en las tres veces que he estado
ResponderEliminarMuy chulo! estuve una vez alli en el 2009 , lastima no tenia camara......pero vi un avetorillo, para mi muy buena.
ResponderEliminarLa playa delos eucaliptos muy chula lastima la basura que vi......
Por cierto la del peregrino preciosa.
Saludos camperos.