Por otra parte pero en paralelo, la fauna alada, que como cada invierno vino desde el norte del continente euroasiático, recaló en buena parte en las costas cantábricas. Y ahí estaba, posando para quien quiera, ese precioso colimbo ártico. Un ejemplar nacido el año pasado, que luce su plumaje en la Bahía de Santander. Este ave marina, cría en bajo número en Escocia, y sobre todo, en Laponia, Rusia y Kazajistán (a grandes rasgos). Las costas ibéricas recogen, en muy bajos números, aves que pasan normalmente pocas semanas en invierno (normalmente a principios del mismo).
Tomar un respiro en mi querido Norte, es siempre reconfortante. Y si aparte de estar bien acompañado coinciden estampas como esta, imposible más norteñas, la guinda está servida.
![]() |
Pinchando, veréis a mayor resolución. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario