Hace varias décadas ya, nuestro profesor Félix presentó unas notas en sus cuadernos de campo en las que hacía referencia a la perfección observada en la carrera del zorro. Creo recordar que trazaba una línea longitudinal siguiendo la dirección hocico-cola. Demostraba como manejaba su centro de gravedad al correr utilizando su larga cola, que con movimientos inteligentes compensaba masas, lo que permitía a las patas del zorro preocuparse sólo de meter caballos a la nave.
Desde primeros de enero vengo oyendo los ladridos de los Zorros en celo, y ahora que ha nevado, se nota que se están moviendo tanto como pueden, siendo muy fácil encontrar sus rastros de la última noche en más de la mitad de la longitud de las pistas recorridas. Sin duda, el rastro más abundante de la fauna grande en estos días.
Hoy, en la ruta de montaña, a lo largo de un solitario paraje (¡18 km sin ver a nadie!), disfruté con dos carreras de Zorro. Una de ellas, me cogió de perfil, lo que me permitió hacer una ráfaga de instantáneas a este recio cánido, que vive por encima de los 1700 m de altitud en medio del invierno.
Posteriormente me acerqué a ver el rastro, pues escribía datos tan curiosos como longitud de salto. Medí una media de 2,6 m por cada salto (contados 12 saltos consecutivos), pudiendo ver alguno que sobrepasaba los 3 metros. Hay que anotar además, que el trayecto era ligeramente inclinado hacia arriba, por lo que cabe esperar que en horizontal, y sin los 10 cm de nieve que había, esa longitud media se aproximará a los 3 m.
Os recomiendo pinchar la imagen para que la podáis ver mejor.
que envidia me das!!!!!
ResponderEliminarQue chulada. Que ganas tengo de pisar la nieve este año pero me da que no va a ser posible. El documento, impresionante.
ResponderEliminar¡Magníficas imágenes! Enhorabuena.
ResponderEliminar