Es lo que se me viene a la cabeza cuándo me cruzo con el rastro de este oso pardo en las montañas cantábricas. No sólo va por mitad del barrizal, sino que fijaros cómo lleva las uñas...¿será posible?
Ahí queda eso.
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Pié de oso pardo cantábrico haciendo tracción en un terreno complicado. |
La suerte, hizo que pisara en un barro muy blando. El suelo engulló el pie. En el borde de la superficie del mismo, las uñas dejan cinco surcos en el talud del hueco que me impresionan sobremanera. Se trata del rastro fresco de un ejemplar con una medida de huella superior a los 12 cm. La medida más habitual que se hace del rastro de un oso, es la distancia entre el centro de los dedos más externos de una mano. Un animal que marque 12 cm o más, se interpreta como un macho adulto.
Guauuu, menuda fotaca.
ResponderEliminarUn abrazo desde Bilbao
Alberto
¡Cerca anduvisteis uno del otro!. Una huella perfecta.
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