Me levanto a las 5:15 am. 45 minutos de camino hasta un punto en el que tengo una buena perspectiva con mi telescopio. Ciervas, Corzas y Rebecas andan ya paridas en las aprimaveradas laderas cantábricas.
Vuelvo a casa y desayuno de espaldas a la ventana. Oigo un pájaro a escasos metros. Giro mi cuello. Veo este paisaje preñado en niebla.
Se va la luz. Cenaré, y hasta mañana.
Pues hasta mañana....
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