Por aquel entonces, tenía yo 9 años. Ese verano, estuve unos días en Cosío en casa de mis abuelos. Llevar ovejas al prau, ordeñar las vacas, o ir con la burra a por verde por las mañanas, era alguna de las tareas a las que ayudaba a mi abuelo Manuel. A mi abuela Inés, la ayudaba a hacer los recados. Una mañana, me mandó a Casa Cholo a comprar una docena huevos.
-Dile a Rosa que te dé una docena de huevos, ¡pero que no sean de rajucu!
Obediente Bichu, fué a la tienda y le soltó aquella retaila a la tendera, que no me acuerdo, pero supongo que se reiría a costa mía. Lleno de ilusiones, pero también de ignorancia, había hecho bien aquel recado limitándome a repetir aquella frase cuyo significado desconocía. Eso sí, se me quedó bien grabada, y con el tiempo averigüé que un rajucu es un Chochín. Es el pájaro más pequeño que conocían aquellas lugareñas, y por lo tanto, mi abuela no me estaba diciendo más que no me vendiera huevos pequeños.
Habrían nublado Rosa e Inés, si las hubiera podido enseñar a día de hoy las fotos de esta hembra de Estrellita Gorjipúrpura Calliphlox mitchelli. Se trata de un colibrí de tan sólo 6.5 cm incluyendo el pico, un peazu menos que el rajucu. Y habrían entonces pasado a decir eso de "dame una docena de huevos, pero que no sean de Estrellita".
Y no será un mosquito emplumado?
ResponderEliminarJaja, si. Aquí, su nombre vernáculo bien modría ser Moscón!
ResponderEliminarAlucinante, tiene que ser complicadísimo fotografiar a estos enanos. Seguro que tiene truco, pero no lo cuentes, que entonces perdería todo el encanto, je,je,je. Saludos
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