Energía

Felicidad

Y fidelidad






Volvía de ver colibrís en un pueblo subtrópical ecuatoriano, cuando en un cauce vacío, pude ver un bello pájaro moverse entre el barro. Había poca luz, pero aún así pude hacerle unas fotos. Admirado por su belleza, y ya con mi linterna, fui raudo a comprobar en la guía que efectivamente, acababa de ver un Hornero. Una nueva alegría con la que me iba al saco a preparar la próxima jornada de campo.
Para el que no esté familiarizado con la especie, se trata del águila con las garras más poderosas del mundo. El peso de nuestro Buitre, pero con la silueta de nuestro Azor. La envergadura de nuestra Águila Real, pero más fortaleza que ninguna de nuestras rapaces. Es esta un águila cazadora de monos y perezosos. Alas cortas, cola larga, y un kit de garras y fortaleza, que explican en parte el porqué esta rapaz no teme la presencia cercana del hombre. El de la foto, es un ejemplar adulto. Yo estoy en el suelo, y el a unos 30m míos. Nada nos tapa la vista al uno del otro. Ella, lejos de asustarse, se centra en partir ante mí una rama que portará al nido. Así es el Águila Harpía amigos...
En el fondo del valle, un Oso Pardo Cantábrico cruzó un pequeño arroyo, que en esta ocasión está bastante crecido culpa del deshielo. 3 huellas a orillas del mismo, me quitan toda duda sobre si ha merecido la pena madrugar.
Es la nochevieja una noche para rodearse de copas. Rodearse de copas de champagne, o rodearse de copas de hayas. Este año, tomé la mejor elección, y disfruté mucho. Que todos los años empiecen así...